PREGUNTAS CON RESPECTO A LA INSTITUCIÓN O ESTABLECIMIENTO

...

En la resolución N°118/10, se establece en sus artículos “entre los sujetos destinatarios de la Educación Permanente para Jóvenes y Adultos se encuentra una numerosa población de 14 a 18 años que cursa estudios en Centros de Educación de Adultos. De este modo se presenta en el aula una distancia significativa de entre la cultura de los jóvenes y la adulta, sus intereses en relación con el estudio, las experiencias de vidas previas e incluso entre las diversas culturas juveniles. Todo ello, complejiza las situaciones de enseñanza y requiere de formas organizativas y propuestas educativas diferenciadas”. También plantea que “la heterogeneidad implica dificultad en su abordaje ya que reclama justicia y equidad para todos, igualdad de oportunidades, libertad de pensamiento, sociedades más democráticas, más respetuosas de los derechos humanos, más atenta a los riesgos de la discriminación, la exclusión, la intolerancia y la violencia”

El enfoque de educación para la diversidad es un nuevo modo de mirar a las escuelas, a sus actores y a los procesos de enseñanza y aprendizaje. Dicho enfoque se apoya en la producción de una multiplicidad de investigadores; por ejemplo GRECO se refiere al cambio de mirada en lo referente a la diversidad: “los tiempos actuales hacen evidente que ser alumno o alumna no goza de exclusividad; la identidad de alguien que acude a la escuela (¿a aprender?) es siempre plural, diversificada, portadora de rasgos heterogéneos, a veces opuestos y aparentemente irreconciliables. Y sin embargo, su presencia nos obliga a mirar incluso cuando no queramos, nos convoca al trabajo de otra manera, nos demanda un exceso de trabajo para el cual no estábamos dispuestos, porque supone multiplicar miradas, aprender nuevas lecturas, hacer el esfuerzo de reconocer palabras que no sabemos, girar el ojo que mira hacia si mismo, reconvertir la mirada hacia uno mismo en el trabajo de educar”

A partir de aportes como el antes mencionado, es posible afirmar que jóvenes y adultos se convierten en el centro educativo cuando se reconoce quienes son, como aprenden, sus debilidades y fortalezas. Solo entonces, desde la enseñanza podremos ofrecer las mejores opciones para que todos se involucren.

Este enfoque busca propiciar el reconocimiento de las diferencias así como su aceptación y valoración positiva del trabajo educativo en aulas heterogéneas y para lograr estos objetivos es necesario que los docentes tengan una “mentalidad de crecimiento”, es decir, que vean en los alumnos un mundo de posibilidades. El trabajo en aulas heterogéneas plantea atender a fenómenos complejos. En relación con esto, Camilloni considera la dificultad de establecer categorías que permitan comprender y procesar, de manera didáctica, la diversidad. Pero a la hora de intervenir de los docentes, no hay un acuerdo absoluto: “Algunos de los proyectos se proponen atender al alumno según la categoría en la que se lo clasifica para facilitarle el aprendizaje, en tantos otros persiguen la transformación de estilo propio del alumno en búsqueda de aquel que mejor sirva a los propósitos curriculares” (Camilloni, 2004).

En el trabajo educativo con la diversidad hay que reconocer tres líneas conceptuales:

- Que lo diverso es un problema y hay que corregirlo o excluirlo.

- La necesidad de funciones compensatorias en función de las desigualdades.

- El valor de la singularidad y las posibilidades de desarrollo.

Tomando en cuenta esas líneas podemos decir que la diversidad es un hecho, una realidad, en la escuela, en la vida. Todos somos diferentes. La escuela capaz de atender la diversidad, es la escuela capaz de atender la realidad de su alumnado, es la escuela que responde adecuadamente a las diversas necesidades y capacidades de sus alumnos y los ayuda, por tanto, a progresar. Atender la diversidad escolar supone valorar y acoger a cada alumno por ser quien es, sin ningún tipo de discriminación por razón de sexo, procedencia, raza, nivel social, sobredotación o discapacidad, en el marco de respeto a los derechos humanos fundamentales. Una escuela, una educación de calidad, es aquella que ayuda al progreso, en aprendizajes y actitudes, de cada individuo y ello requiere la adaptación de currículos, metodologías didácticas, materiales y recursos a las necesidades y capacidades diversas de los alumnos. Este es el camino hacia una escuela, una educación, equitativa y de calidad.

Cabe mencionar que todos los estudiantes pueden aprender, pero para que esto suceda, el docente debe pensar y diseñar la forma de trabajar en la escuela y en aula, proponiéndoles tareas desafiantes, potentes y estimulantes que los impulsen a desarrollar sus capacidades individuales y convertirse en miembros plenos y productivos de la sociedad.

Los educadores de jóvenes y adultos tienen características muy diversas desde maestros titulados, voluntarios, educadores populares, profesionales de otras carreras, entre otros. También se encuentran roles y funciones como animador, asesor, promotor, instructor, capacitador, formador, técnico docente o maestro de prácticas, tutores y a medida que se expande los límites y la educación de jóvenes y adultos, más se hace presentes diferentes tipos de educadores.

Los docentes de esta modalidad deben tener formación que le posibilite el análisis, reflexión y la experimentación en distintos contestos sociales y diversos escenarios donde transcurren procesos de enseñanzas – aprendizaje de jóvenes y adultos, abordando relaciones con múltiples sectores sociales que incluyen los problemas del sujeto de la EPJA, relativos al trabajo, salud, familia, desarrollo social, entre otros; para que tengan oportunidades de interactuar con realidades heterogenias y de intercambiar aprendizaje en distintos ambientes y con diversos sujetos.

ANALISIS DE LAS OBSERVACIONES

La docente a cargo trabaja en el centro educativo N° 341 en la modalidad de jóvenes y adultos, hace diez años. El mismo funciona en el club 25 de mayo en el horario de 13 a 16 Hs. Y de 16 a 17 Hs la docente realiza una tarea comunitaria que consiste, muchas veces, en concurrir al domicilio de los alumnos y averiguar el porqué de su ausencia, ya sea está por motivo de enfermedad, problemas familiares u otras problemáticas.

En el centro de adultos se reciben a personas de 14 años en adelante. Siempre se trata de llegar a alumnos que intentan culminar la escuela.

Esta modalidad se caracteriza por no tener una matrícula estable como la escuela común; los