PROBLEMAS DEL HABLA Y EL LENGUAJE Y SU RELACIÓN CON LA LECTURA Y ESCRITURA.

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disartrias, disfemias, dislalias y disfluencias, causadas, en ocasiones, por condiciones tales como labio leporino, abertura en el paladar y debido a patologías neurológicas, (Gabinete Logopédico y Pedagógico, 2005).

Ahora bien, si se trata de un diagnóstico de trastorno del lenguaje, esto implica que existe una dificultad en el área de comprensión, ya sea en el lenguaje receptivo como en el expresivo o, incluso, una combinación de ambos. Implica, además, que existe alguna dificultad para combinar palabras, vocabulario limitado, inhabilidad de usar el lenguaje en forma socialmente apropiada o en algunos de los componentes del sistema lingüístico: fonológico, morfológico, semántico, sintáctico o pragmático. Cuando se trata de un trastorno en el lenguaje receptivo, se refiere a que el individuo puede escuchar o ver una palabra pero no puede comprender su significado. En relación al lenguaje expresivo, “el trastorno puede manifestarse clínicamente a través de unos síntomas que incluyen un vocabulario sumamente limitado, cometer errores en los tiempos verbales o experimentar dificultades en la memorización de palabras o en la producción de frases de longitud o complejidad propias del nivel evolutivo del sujeto”.

Si visualizamos la comunicación desde la perspectiva del proceso de enseñanza – aprendizaje, es el medio a través del cual el estudiante manifiesta si ha asimilado o no la enseñanza impartida por el maestro, además de ser la manera en que el maestro evalúa si hubo comprensión por parte de los estudiantes, tanto de manera oral como escrita. Por lo tanto, cuando existe un problema de habla y/o lenguaje, el proceso de comunicación se ve afectado y, por ende, también se afecta el proceso de enseñanza - aprendizaje.

Cuando el individuo presenta problemas del habla o lenguaje, o una combinación de ambos, se afectan sus destrezas de lectura y escritura, tanto a nivel comprensivo como expresivo, toda vez que la lectura y la escritura son dos destrezas sumamente importantes que el individuo debe adquirir y desarrollar a lo largo de su vida. Ambos conceptos exigen una coordinación amplia de una variedad de actividades complejas, como asignar significado a los símbolos escritos y la comprensión e interpretación del significado de lo que se está leyendo. Por lo tanto, cuando el individuo tiene problemas de habla y/o lenguaje, su rendimiento académico se afecta y, por ende, también puede afectar su proceso de socialización. Sin embargo, la magnitud del problema puede variar desde una simple sustitución de un fonema por otro, hasta la carencia total del lenguaje, como sería el caso de un individuo diagnosticado con autismo profundo, retardo mental, perlesía cerebral, entre otros, condiciones primarias que repercuten en problemas del habla y/o lenguaje.

Entre los problemas de habla y lenguaje que afectan el rendimiento académico del individuo está la dislexia, un trastorno relacionado con el lenguaje, que repercute en que el individuo presente problemas para entender palabras, oraciones o párrafos. A otros que se les diagnostica con disgrafia, un trastorno relacionado con la escritura, por el cual individuo tiene dificultades para formar correctamente las letras o escribir dentro de un espacio determinado. También se presentan problemas como la discalculia, un trastorno relacionado con las matemáticas, lo que implica que el individuo tiene dificultades para resolver problemas y entender conceptos matemáticos. Los problemas de habla y lenguaje afectan el proceso de enseñanza – aprendizaje en todas las materias, ya que la lengua hablada y escrita está presente en cada una de ellas. El individuo tiene que utilizar y comprender la lectura y la escritura tanto en la materia español como en ciencia, matemáticas, inglés e historia, entre otras.

Por lo general, cuando el individuo tiene un problema en el aspecto oral del proceso comunicativo, como sería hablar o leer, el problema se transfiere a su escritura, o sea, que escribe de la misma forma en que habla. También se puede detectar la dificultad que presenta un problema de habla y/o lenguaje cuando el individuo puede descifrar los signos escritos, pero las palabras se quedan en el papel, ya que no hubo comprensión por parte del individuo, o sea, que “leyó como el papagayo”.

Los trastornos del habla y/o lenguaje, al igual que otros trastornos, síndromes o condiciones de salud, siempre han de repercutir, en mayor o menor medida, en el rendimiento académico del individuo. Por lo tanto, es necesario, sino una obligación, la intervención temprana, de modo que se pueda minimizar el impacto de estos trastornos en el rendimiento académico y social del individuo. En este aspecto, el maestro juega un rol sumamente importante, ya que, lamentablemente, la mayor parte de los problemas de aprendizaje, particularmente los del habla y/o lenguaje, en la edad