Principios de buena crianza – Soto y Violante
Enviado por Ninoka • 22 de Febrero de 2018 • 5.084 Palabras (21 Páginas) • 303 Visitas
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Sueño: W y R cap 7:
En un proyecto educativo de centro, las siestas de los bebes han de enfocarse de forma parecida a como se hace con las comidas: es decir, siguiendo un horario modificado según las demandas. Las siestas se organizan mucho mejor cuando las educadoras conocen el horario del bebe y las señales que éste envia. Algunos duermen con facilidad y regularmente, pero otros se resisten al sueño desde muy temprana edad. A veces el saber que el niño necesita dormir es determinante en la actuación del adulto. La mayoria de los pequeños suelen dormir a la mañana y a la tarde, pero esto varia de unos a otros y según los dias. La variabilidad normal en los horarios y necesidades de los niños para el sueño y el descanso no aconseja tener unas normas rigidas sobre esto para todos los del salón. Existen grandes diferencias, incluso entre niños de la misma edad, en cuanto sueño necesitan y cuando prefieren irse a dormir. Si los niños duermen en la misma sala donde pasan su tiempo, las educadoras pueden ver la utilidad, para ellas como para los niños de intentar que todos tengan un horario aproximadamente igual de siestas, de forma que la actividad de la zona no distraiga a los niños que duermen. El descanso, aparte de para los niños, es muy importante para las educadoras, pero las interrupciones deben programarse en momentos que no sean solo los de las siestas. El sueño es un aspecto en el que es crucial la continuidad practica entre hogar y escuela, y dentro de éste de unos dias a otros. La educadora necesita saber siempre cuando y cuanto ha dormido el niño en casa, para asi decidir correctamente el momento que necesita descansar. La forma de echarle a dormir ha de ser lo mas parecida posible a como lo hacen en sus casa; el objetivo debe ser acostumbrar a los bebes a que concilien el sueño solos, ya que una educadora que tenga que atender a mas de uno no podra siempre ayudar a cada uno de ellos a dormir. es preciso buscar el momento optimo antes de que el niño se ponga excesivamente nervioso, pero nunca antes de que haya terminado de jugar. Señales de que tiene sueño son por ejemplo el frotarse los ojos, poner poco interes en el juego, abrazarse al adulto. Las educadoras no deben sentir que han fallado si no logran dormir a los niños. Es preciso ayudarlos a que aprendar a dormirse, mediante un trato constante e invariable, y dejandoles resolver el problema por si mismos. Una forma de conseguir que acepten el sueño y dejen de luchar contra él consiste en adquirir la costumbre de dejar pasar el tiempo hasta que esten realmente cansados para acostarse. Todos los bebes deben tener sus respectivas cunas para dormir cada dia. A veces, un niño que no va a jugar puede quedarse tranquilo en su cuna jugando, mienrtas que a otros les gusta tener algo mientras duermen, por ejemplo una manta. Según van creciendo la siesta de la mañana se va acortando y puede llegar a desaparecer. Hay que sacar a los niños de la cuna lo antes posible una vez que se hayan despertado, porque si se los deja, solo se conseguira convertir la siesta en algo desagradable y que se resistan a ella. Algunos se despiertan despacio y necesitan una reintroducción gradual a la luz y a la act de la habitcion.
Sueño- ficha 23- cap 9:
Dormir es un sistema por excelencia para recuperar energias, para no es el unico.
Para reposar estando despiertos podemos valernos de recursos como cambiar de actividad, postura y espacio. Es conveniente que, en el periodo inmediatamente anterior al adormecimiento, la actividad no haya sido muy excitante. La decision de pasar bruscamente de una act vivaz al sueño, no facilita el transito de la vigilancia al sueño. Las acts reposadas mentalizan y preparan al cuerpo para la subsiguiente conciliación del sueño.
Los ritmos en la escuela infantil: la inmadurez del sistema nervioso de los pequeños no les permite ejercer un control voluntario sobre la excitación e inhibición cortical. Con lo cual no previenen el cansancio antes de que acontezca. En la infancia el reposo y el sueño son necesidades de primer orden que ademas de contribuir a la recuperacion de energias, participan en el proceso de maduracion y desarrollo de sus sistemas funcionales. Es el adulto a quien corresponde ayudar al pequeño a encontrar, o reencontrar, el espacio, la postura, el estado en que va a ser posible relajarse o dormir. los ritmos de vida de cada niño confluyen en la escuela infantil. Estos ritmos personales se establecen en relacion con los adultos y pequeños en el medio familiar donde vive: ritmo dia/noche, actividad/reposo, ruido/silencio, luz/oscuridad, alimentación/ayuno. A los factores personales y socioculturales, hay que añadir factores especificos de la escuela que pueden incidir de un modo y otro en los ritmos de actividad/descanso y vigilia/sueño de los pequeños. Entre ellos cabe destacar: el nº de niños que pertenecen a cada grupo o unidad de vida; las condiciones espaciales y materiales de los edificios de las escuelas y el nº de hrs de permanencia en la misma. Si los niños no se hallan en condiciones favorable durante los periodos de actividad, tampoco lo estaran en los periodos de reposo; ya que la movilidad y el sueño se hallan estrechamente relacionados.
Dormir en la escuela: independientemente de las atenciones especificas que la escuela infantil debera procurar a los pequeños en relacion al nivel madurativo alcanzado por su sist de regulación cerebral del sueño, y en relacion a factores cognoscitivos y afectivo-emocionales, la escuela debe tomar en cuenta algunos criterior genericos en relacion al sueño y sus puntos de contacto acon la actividad en vigilia. El momento y el lugar destinados a dormir deben cumplir unos requisitos que garanticen que seran saludable, agradable, reconoscible, adaptados y adaptables a las necesidades. El primer elemento a tener en cuenta para garantizar la salubridad es que sean respetados los ritmos de sueño de cada cual, previendo las condiciones para que los pequeños duerman tantas veces al dia como sea preciso, que su sueño no sea perturbado y que su despertar se produzca de forma espontanea. Para los mas chiquitos es imprescindible contar con un dormitorio, aunque sea cercano, separado del lugar de donde realizan las actividades los niños que estan despiertos. La ambientacion debe responder a criterios de tranquilidad y relajación. Debe estar condicionado de tal forma que los ruidos externos no molesten a los que duermen. Dormir en la propia clase supone que ésta esté resguardada de los ruidos que se producen en otras dependencias de la escuela y en la calle y dormir en la propia clase supone prepararla para ello. El lugar donde se duerme debe ser ventilado, sea cual sea la estacion del
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