Práctica 1: PERMEABILIDAD DE MEMBRANAS CELULARES
Enviado por monto2435 • 12 de Diciembre de 2017 • 1.175 Palabras (5 Páginas) • 682 Visitas
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- Actividad Osmótica de sustancias difusibles.
Tubo 1. Sacarosa: La solución es turbia por lo que no hubo una difusión.
Tubo 2. Glicerol: La solución es clara casi cristalina por lo que sí hubo una difusión y se produjo la hemólisis.
- Velocidad de difusión.
Tubo 1
Alcohol metílico
22.7 segundos
Tubo 2
Alcohol etílico
17.29 segundos
Tubo 3
Alcohol propílico
7 segundos
Gráfica 1. Tiempo vs Coeficiente de partición
[pic 6]
Análisis y discusión.
En el primer caso podemos observar que en el tubo con agua la mezcla se volvió cristalina esto se debe a que el agua tiene una presión osmótica más baja que el líquido intracelular, como resultado ocurre ósmosis del agua hacia los eritrocitos colocados en el tubo, lo que hace que se hinchen e incluso estallen, este proceso se llama hemólisis ( Ira , 2013).
En el segundo tubo, la presión osmótica y la osmolaridad de la disolución de NaCl (0.3 osm) es igual que la de los eritrocitos (0.3 osm) por lo que se considera una solución isoosmótica. Cuando una solución isoosmótica está separada del plasma por una membrana que es permeable al agua pero no al NaCl , no hay efecto de osmosis (Ira, 2013) por lo que tenemos una disolución isotónica, y esta al estar en contacto con el eritrocito no perderá ni ganará agua, por lo que en el tubo no se observa ningún cambio.
Así mismo, con el cálculo de las osmolaridades y la observación de los diferentes tubos utilizados se pudo observar que en las disoluciones que no contenían agua, la hemólisis no se presentaba a pesar de tener la mayor concentración, sin embargo en las que sí se agregó agua, la hemólisis se presentaba puesto que era el agua la que penetraba a los eritrocitos provocando la rotura de la membrana.
De igual manera, se notó una ligera “tendencia” respecto a la velocidad con la que fue ocurriendo la hemólisis, pues entre menor era la concentración de los iones, la hemólisis era más factible, debido a la mayor permeabilidad de la membrana al agua que a los iones.
En el tercer caso podemos observar las soluciones de sacarosa y glicerol, en donde se pudo notar la facilidad de difusión que tiene cada solución al entrar en contacto con la suspensión de glóbulos rojos.
La difusión se caracteriza por el equilibrio de ambos lados de la célula, tomando en cuenta que algunos solutos no pueden salir para compensar la entrada de otros, formando éste un gradiente osmótico hacia el interior de la célula.
Con esto se pudo observar que en el glicerol si hubo difusión , porque el equilibrio se alcanzó dando a esto una solución cristalina, también se puede mencionar que se observa hemólisis en esa solución.
Por otro lado en la sacarosa no hubo difusión tomando en cuenta que la solución se torno un poco turbia , al basarnos en la literatura la membrana no alcanza un equilibrio en ambos lados, dentro y fuera de la misma.
La velocidad relativa de difusión de cualquier sustancia a través de una bicapa fosfolipídica pura es proporcional a su gradiente de concentración a través de la capa, a su hidrofobicidad y tamaño. La hidrofobicidad de una sustancia se mide por su coeficiente de partición, por lo tanto, si el coeficiente es más alto, será más soluble.
Conclusiones
En la realización de la práctica se pretendía comprender y comprobar el fenómeno de la hemólisis causado por la diferencia de concentraciones en el interior y exterior de la célula, a lo cual se llegó a los resultados esperados teóricamente, observando hemólisis en la solución más diluida.
Así pues, también se vió que la osmolaridad depende únicamente del número de partículas “osmóticamente activas” pues se puede apreciar una tendencia en cuanto a la osmolaridad calculada y el número de partículas: a mayor número de partículas, mayor es la osmolaridad, aún cuando su concentración sea la misma. La presión osmótica es inversamente proporcional a la concentración del soluto a temperatura constante.
Bibliografía
- Ira Fox Stuart. Fisiología humana. Mc Graw Hill. 12a edición. (2008). pp 136-141.
- Thews Gerhard, Mutschler Ernst, et-al. Anatomía, fisiología y patofisiología del hombre. Manual para farmacéuticos y biólogos. Reverté. (1983) pp 129-130.
- Ganong F. William. Fisiología Médica. El manual moderno. México 13a ed (1992) pp (480-481)
- Guyton C. Arthur. Tratado de Fisiología Médica. Mc Graw Hill. México 6a ed (1989) pp (94-96)
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