REFLEXIÓN ACERCA DE LOS MEDIOS ALTERNOS DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS, EN PARTICULAR SOBRE LA MEDIACION CIVIL Y MERCANTIL

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Richard E. Walton, en su libro “Conciliación de Conflictos Interpersonales; Confrontaciones y Consultoría de Mediadores” [2] maneja la siguiente técnica:

Si suponemos una disputa entre dos miembros de una unidad social establecida, existen varios procedimientos contrastantes que las dos partes y un tercero neutral pueden adoptar para resolver la disputa. En primer lugar, invocando un mecanismo de Justicia legal, pueden preguntar; ¿Cuáles son las reglas que rigen esta unidad social? Y, aplicando estas reglas a los hechos de la disputa, ¿Cuál es la resolución más justa? En segundo lugar, dentro de una negociación de acuerdos preguntaría ¿Quién tiene más poder o fuerza en esta situación? ¿Quién podría realmente forzar a que se tomara una decisión a su favor o, por lo menos, hacer sumamente costoso para el otro el persistir en su actitud? ¿Cuál es la solución más acorde con la verdadera relación de fuerzas de las dos partes? De acuerdo con el procedimiento, análisis e intervención basados en las ciencias sociales, se tomarían en cuenta muchas facetas adicionales del sistema social y se intentaría encontrar una solución de la disputa acorde con el objetivo de mantener o cambiar ciertas características de éste sistema.

La naturaleza de las cuestiones que forman el conflicto, así como las predisposiciones personales de los participantes, ayudan apropiadamente a determinar el mecanismo de resolución de conflictos que se va a emplear. Por esto, en el campo de las relaciones obrero-patronales, se presta atención especial a la posibilidad de que las cuestiones que dividían a las dos instituciones, fueran genuinos conflictos de intereses, que finalmente serían resueltos por negociación de acuerdos, o genuinas cuestiones substanciales sobre derechos

El autor citado ve una ventaja en la estrategia de investigación consistente en unir los papeles de Mediador y observador, lo cual tiene los siguientes efectos en la calidad de las observaciones y la interpretación en la utilización del “Mediador participante-observador”

a).- El mediador participante- observador tiene completo conocimiento de las intenciones en que se basan los actos del Mediador.

b).- El participante observador es mejor instrumento para conocer el conjunto peculiar y numeroso de todas las señales de la situación a las que responde el mediador y para saber cómo forma un diagnóstico con estas señales;

c).- El participante – observador puede revivir los comportamientos y acciones que el mediador consideró y descartó;

d).- pero el mediador participante-observador hace inferencias menos confiables sobre los muchos efectos posibles de sus acciones. Tiende a seleccionar más lo que observa. Por razones de responsabilidad en la situación, tiene esperanzas y temores que pueden hacerle evaluar en exceso o en defecto os resultados esperados y también puede tender a estar menos preparado para los resultados inesperados;

e).- El participante observador es por lo general, menos fiable con respecto a la descripción precisa de su comportamiento manifiesto.

Las ventajas de unir los papeles de participante y observador, superan en importancia a las desventajas de tal unión.

El sistema en mención se aplica en la actualidad en materia penal en los juicios orales, en los cuales, en la etapa de calificación de testigos, declaraciones y pruebas, en el podium participan tres jueces, de los cuales, uno tiene la tarea exclusiva de ser observador, principalmente de la conducta de las partes con el fin de apreciar señales, titubeos, falsedad, calificación, etc. Otro Juez preside la sesión y uno más hace las funciones de Secretario.

El autor en mención, hace una serie de investigaciones probando diversos métodos para la mediación del conflicto, con los siguientes resultados:

…En el ejemplo señalado sobre la participación mediador-observador, como esta investigación tenía por objeto elaborar ideas teóricas y darles significación operacional, más que probar la relativa fuerza de particulares relaciones casuales, era algo más importantes tener una base para inferir las intenciones, reconstruir el proceso del diagnóstico y conocer las alternativas, que tener estricta objetividad en el registro o inferencia de efectos y una exacta descripción objetiva del comportamiento. Tomar una decisión lleva tiempo, el “archivar” distrajo la atención y el apoyo o seguridad que se debía dar, se convirtió en sutiles señales no verbales o con comentarios telegráficos incapaces de aislar para el análisis posterior. Se corre el peligro de que la calidad de la información resulte deteriorada cuando están unidos los papeles de participante y observador.[3]

Los resultados ideales de una confrontación, en una situación en que es posible que aumente la tensión, se debe ayudar a las partes para aclarar cuestiones existentes entre ellos (Ej. “Yo te facilité de buena fe el dinero que me pediste porque te urgía para cubrir un compromiso y me prometiste pagarlo en determinada fecha y si fallabas, me pagarías intereses, sin embargo te escondes y te niegas a reconocer tu responsabilidad, eres un mal amigo”) (No te he pagado porque no he podido, pero no estoy dispuesto a pagar la enorme suma que me cobras por intereses, eres un usurero…). El mediador debe lograr que las partes reconozcan y acepten su responsabilidad y hagan una propuesta (Reconozco que debo dicha cantidad, pero necesito un plazo de 30 días y que me reduzcas los intereses) (Te puedo ayudar, pero dame una garantía de cumplimiento de tu compromiso y reconsideraré el porcentaje de los intereses, de otra manera no puedo hacerlo). Ante estas aclaraciones de comprensión, las partes hacen progresos en la negociación para la eliminación del conflicto interpersonal.

En el texto en comento, se proponen los temas de CONFRONTACIÓN Y FUNCIONES ESTRATÉGICAS DEL MEDIADOR.

Para el autor, tienen importancia estratégica para una confrontación productiva los siguientes ingredientes de un medio o situación interpersonal:

1).- Mutua motivación positiva.

2).- Equilibrio entre los poderes situacionales de los dos protagonistas.

3).- Sincronización de sus esfuerzos de confrontación.

4).- Apropiado ritmo de las fases de diferenciación y unificación de un diálogo.

5).-