RESUMEN FEDERALISMO CONSTITUCIONAL I
Enviado por Albert • 20 de Febrero de 2018 • 7.697 Palabras (31 Páginas) • 438 Visitas
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Todas las naciones-estado, en un sentido u otro, han tenido que echar mano de mecanismos políticos para convertir determinados segmentos de su población en nacionales. Para ello, utilizaron como método el hecho de proporcionar una ciudadanía común a todos los individuos residentes en el territorio político, eliminando con ello y por sustitución, la mera confianza o alianza con líderes o grupos mediadores. De esta manera, la nación-estado ha devenido en estado de ciudadanos. Este procedimiento es de importancia capital para esclarecer el desarrollo del federalismo moderno, el cual ha servido y sirve para hacer posible el propósito de desarrollo de un sentimiento de ciudadanía común en el seno del país.
En sus manifestaciones jacobinas, la nación-estados ofreció nuevas promesas de gobierno popular y representativo, al mismo tiempo que socavó algunos de los requisitos básicos para que su implantación tuviera el éxito apetecido.
Al concentrar el poder en un único centro resultó imposible, en palabras de The Federalist, aplicar remedios republicanos a las enfermedades republicanas. A pesar de poder haber sido eficaz para enfrentarse a los privilegios de la atrincherada aristocracia, al poco tiempo cayó en una nueva centralización que privó de libertad a los pueblos que pretendían liberar.
La nación- estado moderna aducía que su combinación de territorio, gobierno y pueblo era comprehensiva al menos desde el punto de vista político, siendo a la vez, excluyente en el sentido de que abrazaba un único pueblo y poseía un centro común de poder. El federalismo moderno refleja estos mismo argumentos cuando se esfuerza para crear y mantener unidos aquellos países en los que hay una diversidad que debe ser contemplada y respetada, pero al mismo tiempo es una expresión del esfuerzo e interés por evitar y prevenir la concentración del poder en un único centro y, en algunos casos, la amalgama de varios pueblos en uno solo. Para unir los principios federales con los del estado moderno, los creadores y defensores de la constitución norteamericana de 1787, tuvieron que transformar el término federal tal y como era concebido en ese momento, así como reforzar los lazos bastante débiles que existían entre los distintos territorios, conservando de tal manera su recién estrenada soberanía y formando una liga permanente. Como consecuencia, fue necesario crear algo nuevo, un gobierno que sobrevalorara los distintos territorios, que tuviera carácter nacional y que detentara tanto poder, o más, que cada una de las partes integrantes. The Federalist se apoderó del término federal y le dio este nuevo sentido.
El federalismo moderno se basa en la unión de estados federados para crear uno más amplio en el que la cuestión de la soberanía es crucial en el discurso público.
En vez de aceptar el concepto europeo del siglo XVI, los norteamericanos comprendieron que la soberanía reside en el pueblo. Los diversos centros de gobierno, federal, estatal o local, únicamente podría ejercer el poder por delegación. De esta forma, el pueblo soberano delegó poderes al gobierno general sin dejar de esclarecer quien detentaba la soberanía. Delegaron asuntos exteriores y defensa al gobierno general, federal, evitando hacerlo en cuestiones internas, domésticas, excepto en algunos casos en los que se pretendía obtener capital político.
La creación de un gobierno general fuerte hizo posible aspirar a las metas propuestas por el modelo jacobino: unificación política e integración, arrebatándole la soberanía al estado como tal y traspasándosela al pueblo, lo cual posibilitó el reparto de poder y la limitación de la autoridad gubernamental. A partir de estos cambios se desarrolló el denominado federalismo moderno.
Aparte de lo antedicho, se dan situaciones en las que la voluntad federal que frustrada o restringida por la existencia de otros factores objetivos, culturales, económicos, militares, político o sociales, que interfieren en la implantación de los principios federales.
Disposiciones Federales: Otros 21 países, sin ser formalmente federales, han introducido disposiciones o principios de cariz federal para dar acomodo a su heterogeneidad interna.
La idea de que son estados técnicamente unitarios que utilizan principios federales no debería verse como intento de hacer creer que el federalismo es omnipresente con cualquier forma de poder más o menos descentralizado- Se considera que un estado técnicamente unitario utiliza disposiciones federales cuando hay un acuerdo formal entre las entidades involucradas que adquiere rango constitucional, por figurar en la constitución o en una ley orgánica. Este acuerdo es fruto de una negociación entre las partes y garantiza su respectiva integridad en los términos especificados.
Como resultado, los objetivos de tal estado difieren radicalmente de los de un sistema unitario no diluido, en el que las tendencias históricas apuntan hacia una progresiva centralización, únicamente frenada por la existencia de factores extrapolíticos (locales, sociales, étnicos, religiosos o culturales). En un sistema unitario, la definición de lo que es políticamente bueno coincide con el principio de que cuánto más centralizado sea, mejor. Francia constituye en paradigma de esta condición. Inglaterra (no Reino Unido), es otro ejemplo, en el cual el peso del gobierno local, tal y como los vemos hoy, depende casi exclusivamente de factores extraconstitucionales, gozando de magro soporte formal por parte e las instituciones políticas del país. Allí, donde se practican los principios federales, la definición de lo que es políticamente bueno se relaciona con la existencia de una división de poderes fruto de un acuerdo mutuo. Consecuentemente, en estos países es improbable que las expresiones de bueno y centralización sean consideradas como equivalentes.
Uniones: en estos estados existe también una cierta voluntad federalista claramente subordinada a otras consideraciones. Se trata de países que se crearon consciente y deliberadamente a partir de lo que eran estados y pueblos separados. Dicha unión partió del consenso y su constitución refleja la intención de preservar la integridad de las entidades constitutivas. El caso de Bélgica es un buen ejemplo ya que en los últimos años ha realizado un notable esfuerzo en sentido federalista creando una estructura constitucional viable que permite mantener la unidad entre flamencos y valones manteniendo la distinción entre un grupo y otro.
A pesar de que se suele hacer de ella un uso impreciso, la unión legislativa puede definirse como un estado compuesto en el que las entidades que lo constituyen encuentran su principal expresión constitucional
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