RESUMEN NOTAS SOBRE LA DIFICULTAD DE ESTUDIAR EL ESTADO, PHILIP ABRAMS (1977)

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como si el estado fuera en realidad una cosa que como tal existe. Obviamente Marx, Engels y Lenin respaldaron esta ambigüedad asegurándonos que el estado desde alguna manera una ilusión y al mismo tiempo un “órgano sobreimpuesto a la sociedad “, en un sentido para nada ilusorio, una simple máscara para el pode de clase y a la vez una fuerza política organizada por derecho propio.

Sin embargo antes de continuar un recuento de los tratos de Poutlanzas con el estado, vale la pena tener en cuenta porqué el Marxismo ha demostrado ser tan propenso a esta clase de ambigüedad. Creo que se debe a una tensión sin resolver entre la teoría y la práctica marxista. La teoría marxista necesita al estado como objeto abstracto formal con el fin de explicar la integración de las sociedades de clase. En este sentido menciona Abrams puedo ver muy poca discontinuidad real entre el Marx joven y el maduro o entre Marx y los marxistas: pues todos están hipnotizados con el hecho de haber colocado a Hegel en la posición correcta y haber descubierto al estado como la concentración política de las relaciones de clase. Al mismo tiempo la práctica marxista necesita la estado como objeto concreto real, objeto inmediato de la lucha política. La práctica marxista es, sobre todo, la generación de una lucha política de clases sobrepuesta a la lucha económica hasta el punto de presuponer la separación de lo económico y lo político.

Miliband: dice que la afirmación de que, en conjunto, estas agencias y actores constituyen el estado, es una proposición analítica sensata y sirve para diferenciar con toda claridad el estado como objeto abstracto del sistema político como totalidad; sin embargo la hay otras preguntas cruciales acerca de la naturaleza y función de ese objeto en relación con las cuales el enfoque de Miliband es menos útil. Esta dificultad se expresa cuando al final de TheState in capitalistSocietyMiliband nos dice que “ el estado ha sido el agente principal” que ha “ayudado a atenuar la forma y el contenido de la dominación de clase” ya que así el autor atribuye al estado una unidad y voluntad que al comienzo se había esforzado en negar que existían.

El objetivo particular de estudio acerca del estado es pues de esclarecer las contradicciones de un sistema dado, que en ninguna otra parte son tan discernibles como en este lugar en particular. Y en segundo lugar el de comprender cómo el sistema en cuestión adquiere cohesión a pesar de sus contradicciones.

La dificultad se complica por el hecho de que Poutlanzas reconoce claramente que el proceso de cohesión y condensación de contradicciones no se lleva a cabo dentro delas estructuras políticas de sentido común, sino que hace insostenible cualquier simple equivalencia entre el estado y las estructuras políticas del tipo propuesto por Miliband. El peligro consiste, entonces en que la noción de funcionalidad global del estado lo lleva a uno al reconocimiento forzoso de la existencia estructural global del estado.

EL Desvanecimiento del estado.

En el prefacio de AfricanPoliticlaSystem, A.R. Radclife- Brown propuso la idea de que el estado debería ser eliminado del análisis social. Encontró que era una fuente de mistificaciones y argumentó que los conceptos de gobierno y de política eran todo lo que necesitaba para la comprensión conceptual adecuada de lo político.

El estado es entonces, en todos los sentidos del término, un triunfo del ocultamiento. Oculta la historia real y las relaciones de sometimiento tras una máscara ahistórica de ilusión legitimadora; se las ingenia para negar la existencia de conexiones y conflictos que , si se reconocieran, serian incompatibles con las proclamadas autonomía e integración del estado. El verdadero secreto oficial, sin embargo, es el secreto de la inexistencia del estado.

Hacia una recuperación de la historia

La manera obvia de escapar de la reificación, rechazada por Putlanzas y despreciada por Miliband, es histórica, la única alternativa plausible que veo para dar por sentado al estado es atenderlo como históricamente construido. El Argumento de Lineages of theAbsoluteState muestra con claridad una presentaciónparticular del estado como reconstitución de las modalidades políticas del poder de clase. No es simplemente una cuestión de semántica.

El tratamiento de Anderson revela dos procesos de construcción política. El primero es la centralización y coordinación de la dominación feudal, “el desplazamiento hacia arriba de la coerción”, como la llama él de una manera extraña, frente a la declinante efectividad del control y de la explotación locales. El segundo: la construcción ideológica del “estado Absolutista” como panoplia de doctrina y legitimación bajo la cual procedió la reorganización de la dominación feudal y en cuyos términos fue presentada.

Podemos decir que Anderson no le hace suficiente justicia a la naturaleza turbulenta de estos procesos de construcción política. Así mismo podría agregar al análisis que hace Anderson de la persistente polarización feudal de estos regímenes en los tratos con los agrupamientos burgueses,; la crisis de la aristocracia fue resuelta por medio de la creación de marco jurídicos, políticos e ideológicos que iba la vez que salvaron a la misma aristocracia.

Entonces podemos decir que el estado no es la realidad tras la máscara de la práctica política. El mismo es la máscara que nos impide ver la práctica política tal como es. Es más podría decirse, la mente de un mundo sin mente, el propósito de condiciones sin propósito, el opio de los ciudadanos.

Solo estamos generando dificultades al suponer que también tenemos que estudiar al estado como una entidad, agente, función o relación superior y por encima del sistema de estado o de la idea de estado. El estado logra existir como una estructura dentro de la práctica política.