Reporte de Investigación.
Enviado por Albert • 9 de Abril de 2018 • 6.239 Palabras (25 Páginas) • 264 Visitas
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El avance de México en la ampliación de la cobertura educativa es muy evidente. Hoy en día, prácticamente todos los niños de entre 5 y 14 años van a la escuela, y se trabaja para aumentar el número de quienes terminan la enseñanza media y superior. Sin embargo, los estudiantes mexicanos siguen teniendo un desempeño bajo. Si bien la prueba PISA de la OCDE muestra que el desempeño de los estudiantes mexicanos mejoró entre 2006 y 2009, aún está muy por debajo del de otros países de la Organización. Un problema adicional es que la cuarta parte de los jóvenes de entre 15 y 29 años no estudian ni trabajan. De ahí que sea fundamental mejorar aún más el sistema educativo, tanto para sustentar el crecimiento de largo plazo con un capital humano más preparado, como para reducir las desigualdades.
La educación es uno de los factores que más influye en el avance y progreso de personas y sociedades. Además de proveer conocimientos, la educación enriquece la cultura, el espíritu, los valores y todo aquello que nos caracteriza como seres humanos. La educación es necesaria en todos los sentidos. Para alcanzar mejores niveles de bienestar social y de crecimiento económico; para nivelar las desigualdades económicas y sociales; para propiciar la movilidad social de las personas; para acceder a mejores niveles de empleo; para elevar las condiciones culturales de la población; para ampliar las oportunidades de los jóvenes; para vigorizar los valores cívicos y laicos que fortalecen las relaciones de las sociedades; para el avance democrático y el fortalecimiento del Estado de derecho; para el impulso de la ciencia, la tecnología y la innovación. La educación siempre ha sido importante para el desarrollo, pero ha adquirido mayor relevancia en el mundo de hoy que vive profundas transformaciones, motivadas en parte por el vertiginoso avance de la ciencia y sus aplicaciones, así como por el no menos acelerado desarrollo de los medios y las tecnologías de la información. En las economías modernas el conocimiento se ha convertido en uno de los factores más importantes de la producción. Las sociedades que más han avanzado en lo económico y en lo social son las que han logrado cimentar su progreso en el conocimiento, tanto el que se transmite con la escolarización, como el que se genera a través de la investigación. De la educación, la ciencia y la innovación tecnológica dependen, cada vez más, la productividad y la competitividad económicas, así como buena parte del desarrollo social y cultural de las naciones. La experiencia mundial muestra la existencia de una estrecha correlación entre el nivel de desarrollo de los países, en su sentido amplio, con la fortaleza de sus sistemas educativos y de investigación científica y tecnológica. Según estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (ocde), un año adicional de escolaridad incrementa el pib per cápita de un país entre 4 y 7%.1 Atrás quedaron los tiempos en que se consideraba a las erogaciones en educación como un gasto. En la actualidad, el conocimiento constituye una inversión muy productiva, estratégica en lo económico y prioritaria en lo social. En suma, la educación contribuye a lograr sociedades más justas, productivas y equitativas. Es un bien social que hace más libres a los seres humanos.
La inversión en una mejor educación, en efecto, puede ser altamente redituable. La OCDE estima que incluso una mejora relativamente modesta de 25 puntos en la puntuación media de la prueba PISA durante los próximos 20 años podría incrementar el PIB de México en 4.8 billones de dólares durante la vida de la generación nacida en 2010 (cifra expresada en valor presente neto del aumento previsto del PIB real). Los países que tuvieron los mejores desempeños en la prueba PISA y que han puesto en marcha reformas exitosas pueden aportar valiosas experiencias a México. El sistema educativo más eficiente en la prueba PISA de 2009 fue el de Shanghai, cuyo PIB per cápita es muy inferior al promedio de la OCDE; ello demuestra que un promedio bajo de ingreso no es incompatible con buenos resultados en educación. Por su parte, Brasil y Polonia, que tienen un PIB per cápita similar al de México, mostraron avances considerables en la prueba PISA durante los últimos 10 años.
México ha contado con educadores que destacaron por su visión y porque lograron traducirla en proyectos, en derechos, en programas y en resultados evaluables. Hombres de Estado que se caracterizaron tanto por sus logros, como por su conocimiento y sabiduría. Benito Juárez fue uno de ellos. Él designó a Gabino Barreda para presidir una comisión encargada de elaborar un Plan General de Instrucción Pública que incluyera todos los niveles. Esa comisión dio al país las leyes Orgánicas de Instrucción Pública de 1867 y de 1869. En esos ordenamientos se hizo de la educación una responsabilidad pública, se suprimió la enseñanza religiosa y se incorporaron los atributos de obligatoriedad, laicidad y gratuidad.2 En la Ley de 1867 también se estableció uno de los más importantes acontecimientos para la educación pública en México, la organización de la Escuela Nacional Preparatoria. Esta institución, 43 años después, sería parte del basamento sobre el cual Justo Sierra organizaría el proyecto educativo, cultural y científico más importante de nuestro país: la apertura de la Universidad Nacional de México. Justo Sierra, quien fuera designado “Maestro de América” a instancias de varias universidades de América Latina, había ideado ese proyecto a los 33 años de edad, cuando era diputado de la República. También fue suya la idea de separar la Secretaría de Instrucción de la de Justicia. Otro personaje notable de la historia de la educación en nuestro país fue José Vasconcelos, designado rector de la Universidad Nacional de México en 1920. Ese mismo año presentó una propuesta para la creación de la Secretaría de Educación Pública. El proyecto fue aprobado hace más de 90 años, en 1921, con Vasconcelos como primer secretario de la dependencia. Vasconcelos era un convencido de la necesidad de que el Estado se hiciera cargo de la educación de la sociedad. Por ello desde su administración como secretario se lanzó una gran campaña contra el analfabetismo, se promovieron las escuelas rurales, se realizó una difusión importante de las bibliotecas, se contó con un proyecto editorial y se promovió la educación media. Otros secretarios, en especial Jaime Torres Bodet, quien lo fue en dos ocasiones, al igual que Agustín Yáñez, dieron continuidad a los esfuerzos de alfabetización y de ampliación de la cobertura, con grandes logros en favor de la educación pública de nuestro país. Estos educadores y muchos más, desde las aulas y desde diversas trincheras,
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