Resumen primer parcial de Teoría Política.

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El poder como recurso es algo que se posee, algo exclusivo controlada por individuos o instituciones. Aquí el poder se identifica con la capacidad de poner límites sobre la capacidad de decisión de los demás obligándoles a que acepten conductas no queridas por ellos.

El poder como efecto de una relación, concibe el poder como algo que no se poder, sino que va inherente a la situación que disfruta una persona, por eso si se quiere alcanzar el poder no hay que apoderarse de nada, sino “situarse”. El poder es visto como la probabilidad de que se produzcan ciertos resultados favorables para un determinado actor, sin perder de vista que la imposición de unos acompaña a la aceptación de otros.

En base a estas dos visiones del poder (recursos y situación) que están relacionadas podemos definir el PODER POLÍTICO como aquel que tiene la capacidad de intervención en la regulación coactiva del conflicto social, y por tanto el que toma todo tipo de decisiones.

No es únicamente el poder político el único que interviene en los conflictos sociales sino que hay una serie de actores que se esfuerza por intentar orientar las decisiones en beneficio propio.

2.1 Formas de manifestar el poder político Fuerza Influencia Autoridad

FUERZA Entendida como coacción es cuando existe capacidad para negar o limitar a otros el acceso a determinados bienes u oportunidades. Así ocurre con las instituciones políticas cuando por ejemplo encarcelan o multan a algún ciudadano. Además de la coacción de las instituciones políticas está también la coacción de algunos actores financieros que condicionan la libertad de acción de otros.

INFLUENCIA Es cuando el poder político se basa en la capacidad para persuadir a otros de que conviene o no el que se tome algún tipo de decisión dando datos y argumentos o bien despertando emociones. Con la influencia propia del poder político se intenta convencer y, con ello movilizar el mayor apoyo de la gente para alguna propuesta. Se ejerce principalmente mediante la propaganda y la organización con los cuales se difunden ideas para captar apoyos y la organización para tener movilizador permanentemente a un grupo estable de trabajo.

AUTORIDAD Se manifiesta así cuando el poder político tiene la pertinente legitimidad o crédito para hacerlo. Puede prescindir de todo tipo de argumento racional o del estímulo de emociones, ya que aquí no se tiene que persuadir. Hay muchas formas de que se reconozca la autoridad de una persona o institución, por ejemplo cuando la trayectoria histórica de esa figura ha generado una confianza muy grande ya sea la acción de un partido político o de un dirigente social y esta autoridad nos lleva a poder dar credibilidad a sus advertencias y recomendaciones.

El poder político ha de recurrir a la combinación de las tres formas para intervenir en la gestión del conflicto.

2.2 ¿Cómo se manifiesta el poder político?

El ejercicio del poder político lo podemos observar en multitud de actos de carácter individual o colectivo como una manifestación que protesta por algunas medidas o la declaración que hace el líder de la oposición. Hay 3 niveles de intervención política que van de lo más visibles a lo menos visible.

En el primer nivel, el poder se manifiesta abiertamente cuando los diferentes actores se esfuerzan por incidir sobre la decisión final de un conflicto abierto.

En un segundo nivel el poder político ya adopta formas menos visibles. En este nivel se sitúan aquellas actuaciones destinadas a evitar que un determinado conflicto se “politice”, es decir, que sea incluido entre las cuestiones sometidas a una decisión vinculante por mediación de la política. Esto lo ejercen aquellos que tienen el poder suficiente para determinar qué es y qué no es lo que se trata en política.

Por último y de forma más encubierta todavía otra forma de manifestar el poder político es cuando un actor consigue que una situación de desigualdad o desequilibrio no sea vista como problemática, se procura que pase socialmente desapercibida la existencia del problema y así que estas situaciones sean socialmente aceptables o simplemente que dichas situaciones sean vistas como efecto inevitable de la naturaleza.

2.3 La otra cara del poder: la legitimidad

Obviamente quien ejercer el poder impone ciertos límites a la voluntad de otros actores y así ocurre cuando el parlamento aprueba determinados tributos que los ciudadanos deberán asumir. Cualquier actor que interviene en un conflicto aspira a que se admitan sus propuestas sin necesidad de acudir a la coacción por eso siempre pretende justificar su intervención, es decir presentarla como “justa” y merecedora de la aceptación voluntaria de todos los actores.

Esta capacidad para conseguir que sean aceptados los límites que el poder impone suele conocerse como legitimidad. El poder político por tanto tiene dos caras una es la de la coacción y otra la de legitimidad.

2.4 de donde nace la legitimidad

Se admite que las decisiones de alguien son legítimas cuando se ajusten a los valores y a las creencias que dominan en una sociedad, pero en cambio, cuanto más lejos están de las ideas y valores dominantes, sólo la aplicación de una mayor dosis de coacción podrá hacerlas efectivas de verdad. La noción de legitimidad vincula el poder con el mundo de las ideas y de los valores. Hay 3 funtes de legitimidad.

La tradición: Es cuando lo que justifica las propuestas del poder es su adaptación a los usos y costumbre del pasado. El precedente de : “siempre se ha hecho así” se convierte en un argumento decisivo para obtener la aceptación de una decisión.

La racionalidad (legalidad): El fundamento de una orden o de una demanda es aquí la adecuación entre los fines que pretende y los medios que propone. Es decir cuando parece lógico que haciendo “esto” se consiga “esto otro”.

El carisma: También puede conferir legitimidad a un propuesta ya que el carisma que acompaña a un personaje puede producir tal admiración y confianza que sus opiniones y mandatos son acatados sin necesidad de recurrir a un precedente tradicional o a un razonamiento legal.

El rendimiento: El poder también puede fundar su legitimidad en el resultado de sus propias actuaciones. Si este resultado es percibido como satisfactorio su legitimidad se reforzará, por el contrario si el resultado es insatisfactorio le harán perder credibilidad.

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