TALLER DE ARTROPODOS DESARROLLO DEL TALLER
Enviado por klimbo3445 • 14 de Octubre de 2018 • 1.911 Palabras (8 Páginas) • 426 Visitas
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Poseen metamorfosis complete (3)
[pic 11](a)
Dípteros
(moscas y mosquitos)
Solo poseen un par de alas por que las otras se han transformado en unos balacines llamados halterios, que usan como estabilizadores durante el vuelo.
Algunos transmiten enfermedades como malaria, paludismo o enfermedad del sueño.(4)
[pic 12](b)
Ortópteros
(saltamontes, grillos ,langostas y alacrán cebollero)
Su tercer par de patas están adapadas para el salto
Cuando tienen alas solo conservan el segundo par ya que el primero es coriáceo (duro) y recubre las alas posteriores.
Los machos poseen órganos auditivos y estribuladores capaces de producir sonido
Metamorfosis simple (5)
[pic 13]
(c)
Dictiópteros
(cucarachas y mantis)
Sufren metamorfosis simple
Las cucarachas tienen las alas atrofiadas y no pueden volar, son omnivoras
Las mantis utilizan su primer par de patas como prensoras para capturar a sus presas (6).
[pic 14]
(d)
Himenópteros
(insectos sociales)
Avejas avispas y hormigas
Poseen dos pares de alas membranosas (las hormigas no en todos los casos)
Al igual que los coleópteros y los lepidópteros poseen una metamorfosis compleja
Las hembras presentan en el final del abdomen una estructura para la puesta de huevos(7)
[pic 15](e)
Lepidópteros
(mariposas y polillas)
Poseen dos pares de alas membranosas con escamas coloreadas que permiten identificar a las especies
Se alimentan chupando el néctar de las flores y además la polinizan
Poseen metamorfosis compleja, pasando de larva a oruga pupa hasta llegar a mariposa adulta (8)
[pic 16](f)
V. ARTRÓPODOS COMO INDICADORES AMBIENTALES
Representan un eslabón importante en la cadena trófica ayudando a mantener la estabilidad del ecosistema, los insectos son organismos abundantes que están presentes en todos los ecosistemas.Se consideran elementos biológicos ideales en los estudios sobre biodiversidad y biología de la conservación. (Salamanca & Chamorro, 1994). La preferencia de los insectos como bioindicadores reside fundamentalmente en aspectos como la alta riqueza de especies, fácil manipulación, fidelidad ecológica, corta temporalidad generacional y fragilidad frente a mínimas observaciones. (González & Lozano, 2004).
Los artrópodos terrestres han sido reconocidos, recientemente, como eficientes indicadores del funcionamiento de los ecosistemas, y de allí su utilidad en programas de inventarios de biodiversidad o evaluación de recuperación de áreas degradadas (King, Andersen, & Cutter, 1998)(Kremen, Cowell, Erwin, Murphy, Noss, & Sanjayan, 1993) (Longcore, 1999). Entre algunos atributos de los artrópodos terrestres destacan su amplia diversidad y capacidad de ocupar microhábitats y nichos específicos, además de jugar múltiples roles ecológicos. En general, son altamente sensibles a variaciones climáticas, cambios en la cobertura vegetal, elementos contaminantes, prácticas de manejo, etc (Barros, Pashanasi, Constantino, & Lavelle, 2002) (Jasen, 1997) (Rodríguez, Pearson, & Barrera, 1998) (Levings & Windsor, 1996). Esta capacidad de respuesta ha sido relacionada con múltiples características de los artrópodos como lo son; el tamaño corporal, las tasas de crecimiento, la capacidad de dispersión, las adaptaciones a condiciones microclimáticas, sus cortos ciclos reproductivos, y su importancia en las cadenas tróficas y flujo de nutrimentos del sistema (Kremen, Cowell, Erwin, Murphy, Noss, & Sanjayan, 1993).
Desde el punto de vista metodológico, los artrópodos terrestres han sido frecuentemente utilizados por la facilidad de mantener colecciones de referencias indefinidamente y a un bajo costo; esto permite tanto el estudio retrospectivo del material (e.g. en genética molecular, sistemática, biogeografía, etc.), como el análisis parataxonómico que permite a posteriori confirmar la clasificación de los organismos por parte de especialistas, actividad que no puede realizarse con indicadores basados en observaciones. Debido a la riqueza de caracteres morfológicos, cuando no se dispone del conocimiento taxonómico, se prestan para una identificación preliminar hasta morfoespecies (ampliamente utilizada en conservación y planes de manejo). Esta aproximación es fácilmente transferible a estudiantes y asistentes de campo, en particular con los taxa con morfología distintiva (Kremen et al. 1993). Finalmente, la colección de artrópodos reviste menos consideraciones morales y ecológicas -en comparación con vertebrados- debido a sus mayores abundancias y densidades, lo que ha favorecido un cuantioso número de colecciones privadas y públicas.
En la literatura están ampliamente discutidas las ventajas de utilizar artrópodos terrestres como bioindicadores de cambio ambientales, en relación al uso de vertebrados y especies vegetales (Kremen et al. 1993) (Laurance & Bierregaard, 1997) (Pearson, 1994). En muchos casos, la selección de vertebrados como indicadores ha estado relacionada al interés público (especies raras o amenazadas), sin considerar la idoneidad de la o las especies para tal fin. Entre los argumentos que recaen en contra del uso de los vertebrados como indicadores están sus largos ciclos de vida, baja tasa de generación y crecimiento poblacional y, de manera comparativa, su baja especificidad de hábitat y densidad
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