TESIS ACTITUD DOCENTE ANTE LA REBELDIA DE LOS ESTUDIANTES

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…los maestros o profesores deben de tener siempre una actitud positiva hacia sus alumnos, ya que para muchos de ellos, la figura del maestro representa algo más, es un modelo a imitar, y por lo tanto se debe de dar ejemplo, y nunca bajar los brazos ante cualquier problema o adversidad que se encuentre en el camino, sino involucrarse y trabajar a favor de los alumnos, ya sea buscando información, leyendo libros, consultando diferentes opiniones, entre otros, para conseguir que los alumnos alcancen la meta perseguida (p. 45)

En lo dicho por el autor, en el proceso de enseñanza aprendizaje de los estudiantes, el docente representa una figura de primer orden, el cual desempeña un papel importante en el desenvolvimiento escolar de éstos, resultando determinante la forma como asumen los estilos de conducta en la convivencia diaria. En este sentido, las leyes y las políticas educativas de hoy le exigen al docente como profesional ser capaz de atender las necesidades de estos estudiantes. Es por eso que la colectividad pide una atención educativa adecuada y la institución también espera que el educador asuma una buena actitud y un papel proactivo en este proceso.

En esta expresión, el docente con su trabajo pedagógico, y bajo la condición de humano que lo caracteriza se ve enfrentado a diferentes sucesos y circunstancias que le hacen adoptar diferentes posturas y/o actitudes, las cuales serán negativas o positivas de acuerdo como afecten al desarrollo de la clase, a los estudiantes o a los demás miembros de la comunidad educativa. Ontoria y Molina (2000) explican: “…las actitudes y conductas del profesor, sus expectativas, su propia valoración como persona y como profesor, la forma como organiza el aula, su manera personal de estar en el aula, son algunos de los aspectos que influyen más directa y eficazmente en la formación de las conductas del alumno o alumna” (p.36). Desde este punto de vista, generalmente las actitudes asumidas por el docente dependen o van acompañadas del modelo formativo en que esta identificado. Por lo tanto el educador debe desarrollar en los estudiantes valores más responsables y solidarios, traducido en dialógo y tolerancia con la idea de solucionar problemas y mejorar la calidad de los que educa a la vez que los sensibilice para que se impliquen y se comprometan en la lucha por la defensa de sus ideales pero de una manera asertiva. En este sentido Wells (2006) explica que:

Las actitudes que adopta el maestro dentro de la clase, deberían estar encaminadas a mejorar las conductas no operativas del estudiante, y hacer de la escuela un espacio de paz, armonía y felicidad para éste, permitir que ellos sientan y vivan en la escuela algo muy distinto de lo que viven en algunos hogares. (p.65)

Según lo expresado por el autor, las actitudes de los docentes deben ir orientadas a mejorar las conductas no operativas del estudiante para ello es esencial que entre el maestro y el alumno la comunicación operativa cuando surga algún problema o cuando se requiere intercambiar información o concepciones de la realidad, o cuando se desea dar algo de sí, la clave es una buena relación comunicativa maestro alumno que determine por que se sienten perturbados de una conducta en particular. Para ello, el maestro debe comenzar preguntando de quién es el problema, si de su actitud o de la conducta del alumno.

Con respecto a lo anterior, en las aulas de clase existe un alto porcentaje de estudiantes que por diferentes causas opone resistencia y que no obedece, como se espera que lo haga, y son tipificados de rebeldes por lo que es muy probable que el docente tenga dentro de su aula a más de un estudiante con estas características y es una realidad que estos estudiantes estarán siempre dentro del aula y pareciera que cada vez en mayor cantidad. Sánchez (2009) expresa que la conducta rebelde es:

…una Conducta oposicionista de la infancia o de la adolescencia que se caracteriza por una oposición constante a todas las personas que ocupan posiciones de autoridad, sin tomar en cuenta el interés propio. Es una tendencia continua a la discusión y una falta de voluntad de atender a la persuasión razonable. El comportamiento oposicionista lo provoca cualquier exigencia, norma, sugerencia, petición o amonestación impuesta. (p. 48)

En este aspecto, muchos educadores debe enfrentarse todos los días a estudiantes con tendencia continua a la discusión y una falta de voluntad de atender a la persuasión razonable y a los problemas que estas dificultades causan en él y que de alguna forma, intervienen en el trabajo con el resto del grupo, pero el docente le conviene tener en cuenta que para modificar esta conducta, la aceptación es el primer paso para la intervención.En efecto, Dada la naturaleza de la interacción docente alumno, es fácil comprender que en ella no sólo se transmiten conocimientos, ideas y conceptos, sino que más allá de ello hay un posicionamiento educativo y una intencionalidad actitudinal por parte del docente, que puede afectar la conducta, motivaciones e intereses de los estudiantes. El que el docente asuma una actitud positiva hacia las conductas de rebeldía, lleva implícito el posesionamiento de esta conducta desde las dimensiones cognitiva, afectiva y conductual.

En este punto de vista, es importante que el docente conozca qué son y qué implicaciones tienen las conductas rebeldes para determinar qué hacer. Para ello es elemental no etiquetar, ni pretender colocar a todos los estudiantes con conductas similares dentro de un mismo patrón, pues cada uno de ellos es diferente y el apoyo que requieren va a estar determinado por las necesidades y posibilidades con que se cuenten. Esto facilita la posibilidad de identificar la conducta rebelde del estudiante en el entorno escolar, para aceptar que existe una necesidad de atención y asumir una actitud que favorezca el desarrollo integral del estudiante.

Sin embargo, muchos docentes, encuentra desagradables, inaceptables las problemáticas relacionadas con conductas rebeldes de los estudiantes. Pues siente que casi nunca pueden alejarse de estos problemas, y en este punto no pueden tener una visión objetiva, para dar la respuesta apropiada. Guitart, (2002) expresa que:

…Muchas veces las actitudes y conductas de los estudiantes perturban al maestro, lo detienen en sus clases, incluso lo cuestionan sobre su papel de docente. Cuando esto sucede, el problema es del propio docente y es su responsabilidad afrontar al estudiante y buscar una solución. (p.78)

Con relación a la cita, el educador siempre se va a enfrentar al reto de tener uno o más estudiantes con conductas rebeldes dentro del aula, estudiantes que confunden al docente, porque sus manifestaciones