TRABAJO FINAL DEL CURSO FUNDAMENTOS DE INVESTIGACIÓN.

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Referenciando un caso particular y según datos obtenidos en la página web de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional (sede Bogotá), el plan de estudios para el programa de contaduría pública para el semestre I del 2016, únicamente incluía en este, una asignatura relacionada con la ética y la responsabilidad social, dictada en el lejano séptimo semestre, lo cual es una clara muestra del efímero interés que las formadoras de profesionales le prestan a este tema.

Otro ejemplo para destacar es el de la Pontificia Universidad Javeriana, la cual según datos obtenidos de su página web, y revisando el núcleo de formación fundamental de la carrera de Contaduría Pública para el semestre II del 2016, notamos que esta solo cuenta dentro de sus componentes curriculares con una asignatura llamada “Ética de los negocios” y es la única de su tipo, desarrollada durante todo el ciclo de formación

Siendo así, se podría culpar inicialmente de alguna manera a aquellas entidades, por ser responsables de la formación de los estudiantes en primera medida, al no hacer énfasis en áreas de formación de principios éticos, así como la reservación de un amplio espacio a la ética profesional en los pensum y componentes de la carrera de Contaduría Pública, siendo el Contador Público, como lo expresa Contreras y Arango (2010):

una persona que desarrolla un papel fundamental en la sociedad como agente de cambio, es decir, las funciones que desarrolla deben ser dinámicas frente a las necesidades de los usuarios, pero ese dinamismo debe permanecer constituido bajo la ética y conciencia moral. (pp. 203).

Sin embargo encontramos que hay mucho por hacer y no todo está perdido. El mundo actual tiene aún la posibilidad de generar un cambio en la forma como se educa al profesional de hoy en día. “Estamos en un momento de repensar el papel que la universidad del siglo XXI debe tener en la formación de buenos profesionales”. Bolívar (2015).

Por consiguiente nos encontramos a la expectativa de lo que cada universidad, como principal responsable en la formación de los estudiantes, se vea abocada a mejorar en el campo académico, para contribuir al restablecimiento de los valores éticos y por ende contribuir a la disminución de la tasa de contadores sancionados por faltas a la ética profesional. Es así como se debe trabajar la ética profesional desde el campo académico, haciendo un desgaste extracurricular en la ética profesional que según Cortina y Conill (2000), citados por Fuentes (2006), se caracteriza por:

a. Una actividad humana social, por cuanto es un bien específico indispensable.

b. Es exigida por la sociedad.

c. Además de incluir las normas internas del colectivo, tiene en cuenta una perspectiva más amplia.

d. Su contenido ético dimana del sentido ético que proporciona su fin, el bien que aportan o procuran.

e. Exige la utilización adecuada de la competencia: formación teórica (conocimientos-saber, aprender-cultura, tecnológica y lenguas extranjeras). Formación práctica (destrezas, técnicas y sociales: confianza, independencia, tolerancia, descubrimiento del otro, participación en proyectos comunes, e enriquecimiento intercultural).

f. La pertenencia de un individuo a una profesión significa entonces, que además de la competencia propia de dicha profesión, comparte sus principios éticos inherentes de actuación.

g. Coloca el acento en lo que es bueno hacer; aquello que es propio de cada profesión en el plano del comportamiento moral.

h. Trata las diversas posibilidades de actuar bien en varias actividades profesionales.

Y es que el Contador Público está llamado a ser un generador de testimonios, en el manejo de las normas éticas que deben llevar los profesionales, esto dado, según el Congreso de la Republica (1990), quien declara como una obligación del Contador Público, el hecho de “observar las normas de ética profesional” (Cap. 2, Art. 8), en el ejercicio de su profesión, queriendo salvaguardar el buen nombre de esta, de acuerdo a la susceptibilidad en la comisión de faltas, por distintos factores que no se abordarán en este contenido.

Por consiguiente, y mostrado el acto relevante, en el cual la inmensa mayoría de Contadores Públicos sancionados incurrió, atentando contra la ética profesional, se hace imprescindible abordar este tema, dándole una importancia significativa, que sugiera un cambio profundo en la forma en cómo se entregan profesionales de esta área al campo laboral. Es así como Bolívar (2015) sugiere que:

Las instituciones de educación superior deben contribuir a que los futuros profesionales desarrollen una visión y sentido ético, que pueda guiar su práctica y refleje en sus acciones un conjunto de valores (responsabilidad, solidaridad, sentido de la justicia, servicio a otros). (pp. 97).

Puesto que los practicantes de esta profesión están obligados a emplear sus conocimientos teóricos y habilidades prácticas dentro de una matriz de comprensión moral. De esta manera se trata de llevar el ejercicio de la profesión con fines no personales, sino buscando poner en práctica los conocimientos para el servicio de las personas, para lo cual la ética y la moral inculcadas desde tempranas etapas académicas, jugara un papel importante en el desarrollo de esta labor.

Y es que los entes de formación profesional podrían librarse de responsabilidades, pero les compete en gran parte lo sucedido, y es así como Contreras y Arango (2010) argumentan: “El buen ejercicio profesional obedece en gran medida a la formación honorable en el hogar, pero la Universidad, como institución delegada para esta función, debe continuar con ese proceso, logrando así, formar personas puestas al servicio de la sociedad”. (pp.208).

Por ende están llamadas ellas, a continuar la formación ética de los prospectos, y no hacerlo de una forma superficial, sino prestando la importancia que la misma requiere por su importancia en el ejercicio profesional.

- OTROS FACTORES QUE INTERVIENEN EN LA ETICA PROFESIONAL

Sin embargo existen otros componentes que intervienen en este tema, y no solo hay que hacer mella en lo que les compete a las entidades de educación superior en la formación académica de los profesionales, sino que hay que resaltar otros factores que también deben de ser tenidos en cuenta, para darle un alcance más amplio a las