Taller Microeconomía

...

Es importante entender o dejar claro que el monopolio no podrá decidir independientemente el precio del producto que vende y la cantidad que colocará en el mercado, porque una variable y la otra existen en una relación inseparable. Esto se debe a que si la organización comercial determina el precio de manera arbitraria, hay que esperar que la producción se adecúe a lo que los consumidores estén dispuestos a consumir; también si la empresa determina qué cantidad producir, entonces, el precio será aquel que los consumidores se encuentren dispuestos a pagar por él. Así pues, si el monopolio decide el precio, la producción dependerá del consumo esperado; pero si decide cuanto producir y vender en el mercado, el precio será el resultado de lo que se espera sea consumido.

[pic 2][pic 3]

Competencia imperfecta

La competencia imperfecta se caracteriza por exponer una situación de fallo de mercado, en el sentido de experimentar una ausencia de competencia perfecta debido a que un solo agente o unos cuantos que dominan la producción imponen los precios de los productos que llevan al mercado.

El hecho de que una o unas cuantas empresas determinen el comportamiento del mercado con relación a ciertos productos no homogéneos provoca un marcado poder de mercado, según el cual hay dos consecuencias importantes, a saber: la pérdida de eficiencia con respecto a la satisfacción de la demanda y el declive en el nivel de bienestar de los consumidores. Sin embargo, existen circunstancias especiales que no llevan a la pérdida de dicho bienestar, lo que no es común, ya que es en la competencia perfecta donde es más viable satisfacer el bienestar de los destinatarios finales de los productos, es decir, los consumidores.

Se puede decir, entonces, que la competencia imperfecta es una situación resultante de la no consecución de una competencia perfecta. La situación se puede presentar bajo tres posibles circunstancias de mercado, una de ellas el monopolio, ya expuesta antes, que también va acompañada por la competición monopolística y el oligopolio.

En la competencia monopolística, por ejemplo, existen varias empresas compitiendo, pero téngase en cuenta que estas varias, son demasiado pocas comparadas con las existentes en la competencia perfecta, aunque la entrada en este tipo de mercado también sea libre, pero haciendo énfasis que el carácter de los productos es aquí diferenciado y no homogéneo. En lo que respecta al oligopolio, se trata de una situación de mercado no competitiva debido a la existencia de muy pocas empresas productoras de un producto determinado, lo que les da ventajas al momento de imponer el precio o por lo menos presentar la capacidad de hacerlo, porque no hay lugar en este entorno a los precios aceptantes gracias a cierto poder de mercado, con la diferencia en relación a la competencia monopolística en lo que tiene que ver con los productos, porque los del oligopolio son homogéneos, además tal entorno presenta restricciones para acceder a él.

Un aspecto importante que influye directamente en la toma de decisiones en la competencia imperfecta consiste en que las empresas inmersas en este entorno de mercado llevan a cabo acciones que no pasan desapercibidas por las demás empresas, es decir, provocan interrelación o interdependencia, hecho que se ve reflejado en el esfuerzo de ciertas organizaciones por implementar respuestas que neutralicen las acciones de las primeras, porque en general, las decisiones de las empresas afectan a sus rivales y viceversa.

Estas circunstancias provocan el surgimiento de estrategias para evitar la neutralización nombrada, lo que se ha dado en llamar teoría de los juegos oligopólicos. Cabe aclarar que una estrategia siempre eficiente es la denominada estrategia dominante, según la cual es posible ir hacia adelante independientemente de lo que esté planeando o haciendo el rival. Esto puede crear una situación especial en la que existe un equilibrio dominante que se constituye cuando dos jugadores poseen estrategias dominantes. Una de las teorías de los juegos oligopólicos es la ley del talión, consistente en hacer lo mismo que el rival ya ha hecho, lo que por experiencia ha resultado un buen plan siempre que el juego se repita un número indeterminado de veces.

[pic 4]