Tema: La escuela inquieta

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“Los cambios en las configuraciones familiares (o el mayor reconocimiento de ellas), la temprana asunción de responsabilidades, los procesos de juvenilización, las alteraciones generacionales con adultos infantilizados, niños adultizados o adulterados, las conquistas de niños y jóvenes como sujetos de derechos, entre otras muchas variables impactan y conmueven dicha asimetría. Somos protagonistas de un vertiginoso proceso de cambios que inexorablemente a destituido a la autoridad adulta de ciertos rasgos sagrados y superiores, que fueron resortes identitarios de la escuela moderna”.

Esta comparación puede realizarse debido a que en el texto los autores hacen mención a los cambios de culturas pretéritas en donde no había tanta exposición en los medios de comunicación, ni tanta tecnología a su alcance; esto se debe a que tienen un entorno expuesto a una revolución en la cultura digital y audiovisual por el descuido de las generaciones adultas hacía las generaciones más jóvenes. Esto ha provocado una sobrestimulación temprana en niños y jóvenes, descuidando sus obligaciones y fijando su atención en cuestiones ajenas al contexto escolar.

Esto conlleva un cambio de roles entre adultos y niños, produciendo adolescencia tardía en adultos y niños adultizados en los jóvenes.

“Los padres no acuerdan formas de crianza”, “en la escuela las reglas no son claras y por eso no se obedecen” y “en las escuelas hay reglas pero no siempre se cumple”. Esto se lo podemos comparar con lo que formula el autor Zygmunt Bauman (2004).

“(…) parece, empero, que hay demasiadas reglas para sentirnos cómodos: hablan en diferentes voces, una ensalza lo que la otra condena. Chocan y se contradicen, y cada una reclama la autoridad que las otras le niegan. Tarde o temprano percibimos que seguir las reglas, por escrupulosamente que lo hagamos, no nos salva de la responsabilidad. A fin de cuenta, cada uno de nosotros debe decidir cuáles de las reglas en conflicto obedecer y cuales desechar. La elección no radica entre seguirlas o romperlas, ya que no hay un solo grupo de reglas que deban obedecerse o romperse. Más bien consiste en decidir entre diferentes grupos de reglas y diferentes autoridades que la predican (…)

Lo expresado por Bauman lo podemos interpretar con lo que sucede actualmente en la sociedad en cuanto a la forma de enseñanza y la forma de crianza que implementan los tutores de los adolescentes, los cuales desvalorizan a los sujetos que deberían percibirse como figuras de autoridad y que deberían impartir reglas, las cuales estos jóvenes deciden si obedecerlas o no según su parecer. Esto se debe a que no surgen acuerdos por parte de la autoridades correspondientes; lo que implica múltiples normas que acatar y muchas veces se contradicen entre si provocando un confuso mensajes.