Trabajo Social con Grupos
Enviado por John0099 • 24 de Diciembre de 2018 • 1.408 Palabras (6 Páginas) • 560 Visitas
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Fase transición: Despegue del Trabajo Social con grupos. Se pretende que las reticencias se disipen y una vez revisados los objetivos, se afiancen.
Fase trabajo y correspondencia: El trabajo debe salir por lo que en este momento todos los objetivos y dudas han de solucionarse. Todos tienen que poner su granito de arena, dando apoyo a quien lo pueda necesitar.
Fase final: Es la parte emotiva por la disolución del grupo y los afectos que se han podido desarrollar. Se produce la evaluación de consecución de metas valorando los progresos de cada participante y la consecución de objetivos
Fase crítica para el grupo la inicial, pues los participantes pueden no mostrar interés dificultando su participación en el proyecto y desconfianza en lo que se quiere hacer. En este momento, hay que manejar la situación de manera que los participantes se identifiquen, además de potenciar sus habilidades.
La fase crítica para el Trabajador Social es la de transición ha de mantener motivados a todos los participantes, solucionar dudas o problemas que la interactuación pueda plantear. Ser empático para que se sientan identificados con él y asertivo pues en ocasiones, ha de limitar a los participantes cómo y qué hacen, sin que esto resulte molesto o dé lugar a malas interpretaciones.
El Trabajador Social ha de ser neutral en la participación no dejándose llevar por encasillamiento de las personas por su origen, creencia etc. Y tener en cuenta que no siempre funcionan todos los métodos igual con todo el mundo, fundamental saber adaptarse a cada participante. Actuar de forma normalizada y coherente.
4- Diferencias modelo sistémico y el cognitivo:
El modelo sistémico se enfoca a las relaciones entre familia de forma individual o de pareja caracterizándose por el uso de herramientas para favorecer la intervención en los problemas del núcleo. Este modelo estudia las relaciones que se dan entre sus miembros particularmente aquellas que se repiten en el tiempo y son nocivas para la interrelación de sus miembros. El papel del Trabajador Social es el de supervisión para ello debe hacer una entrevista inicial y un diagnóstico. Con ello, se consigue entender a cada miembro y facilitar pautas para poder afrontar las situaciones que se dan en el conflicto o convivencia, además de modificar las formas de comunicación erróneas, bien por no saber comunicarse entre ellos o por comportarse de manera inadecuada.
Por el contrario, el modelo cognitivo conductual abarca más las relaciones sociales del día a día, sin centrarse en el núcleo familiar. A diferencia del modelo sistémico, éste intenta reestructurar las conductas desadaptadas que se pueden dar en cualquier contexto, enseñándole a modificarlas. En este modelo, el Trabajador Social no es un mero observador ya que está presente en la aplicación del modelo de conducta por parte del usuario además de no focalizar en un solo hábitat, por lo que se ha de practicar en dichos hábitats o bien por medio de role-playing.
En comparación con el otro modelo, el Trabajador Social no solo observa sino que también actúa reforzando positiva e inmediatamente para poder perpetuar y afianzar las conductas adaptadas y modificar de manera inmediata las conductas desadaptadas utilizando los métodos que sean adecuados.
El Trabajador Social no debe ser juez ni parte, sino medio para subsanar los problemas que como humanos se pueden plantear. Intentar no ser el superhéroe que todo lo soluciona, sino cualificar a las personas para ser autosuficientes en su día a día. Sabemos que hay colectivos que por sus características pueden estar supeditados a intervenciones constantes, como trabajadores sociales debemos intentar que no sea la excusa para que trabajen por ellos mismos de forma independiente. Para eso debemos de enseñarles las herramientas adecuadas por medio de las dinámicas grupales.
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