RELACIÓN ENTRE APRENDIZAJE, INNOVACIÓN Y PROCESOS

RELACIÓN ENTRE APRENDIZAJE, INNOVACIÓN Y PROCESOS

Según FUERTE (2016), hoy en día no basta solamente adquirir información, tenemos que buscar la manera eficiente y adecuad de darle uso; está claro si no hay aprendizaje la innovación nunca ocurrirá. Además se conoce si un aprendizaje es profundo cuando las personas deben de aceptar que de alguna manera habrá momento de frustración y fracaso, es ahí donde entra la confianza de cada persona para asumir estos errores naturales de toda personas que busca asimilar mejor, una determinada información, lo que generara cambios y mejores procesos en una determinada organización.

Por su parte, MUÑOZ NAJAR (2007), sostiene que “una empresa es innovadora en la medida que aporta novedades a su mercado de referencia”; es decir, innovar no es imitar sino proponer algo nuevo, pero está propuesta puede realizarse siempre que se tenga conocimientos sobre lo que se propone y sobre la organización, dado que como señala el mismo autor “las iniciativas innovadoras tienen un alto grado de incertidumbre. Sin embargo, existe una base amplia de conocimientos que permite reducir el riesgo a niveles asumibles.”

JIMENEZ (2016) indica que “El aprendizaje organizacional es un proceso dinámico que involucra a los individuos, a los grupos y a las organizaciones, en un proceso de mejoramiento continuo; …juega un papel importante en la innovación, la estrategia, la productividad, la toma de decisiones...”, del mismo modo, el aprendizaje se vincula al conocimiento que se pueda adquirir dentro de una organización o en su entorno, lo cual le permitirá identificar aquellas cosas que están cambiando y seguidamente se pueda innovar para la adaptación a estos cambios. Hay otro factor importante en la innovación, que es su dimensión.   Una de las preguntas que más interés tiene es ¿Por qué innovamos? ¿Dónde aparecen los impulsos que suscitan el cambio?, entonces cabe decir que la innovación organizacional es encontrar oportunidades internas en una empresa, es decir, es descubrir todas esas debilidades que tiene el negocio en sus relaciones internas, en creatividad y apertura de información para que estas puedan ser convertidas en oportunidades para que exista una verdadera cultura de innovación en todos los niveles de la empresa, podemos decir que el alma de las empresas competitivas está hecha de motivación para el cambio. Equipos dispuestos a incorporar nuevas maneras de hacer, de replantearse su estructura y funcionamiento una y otra vez, de tener la actitud de mejora y reinvención continua.  

Ahora bien, tanto el aprendizaje como la innovación se realizan y adquieren en función a la ejecución de procesos, el proceso ha sido definido como “…cualquier secuencia repetitiva de actividades que una o varias personas (Intervinientes) desarrollan para hacer llegar una Salida a un Destinatario a partir de unos recursos que se utilizan…o bien se consumen...”, esa secuencia repetitiva es un proceso, el mismo que puede ser medible a través de indicadores y además puede ser cambiable – innovar- cuando no sea ni eficiente ni eficaz, este cambio implica que se involucren los trabajadores de una organización, que haya liderazgo y además que exista una adecuada formación.