COMENTARIO DE AL PIE DEL ACANTILADO

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Somos como la higuerilla, como esa planta salvaje que brota y se multiplica en los lugares más amargos y escarpados -[…] Ella no pide favores a nadie, pide tan solo un pedazo de espacio para sobrevivir. No le dan tregua el sol ni la sal de los vientos del mar, la pisan los hombres y los tractores, pero la higuerilla sigue creciendo, propagándose (p.).

En el desenlace a pesar del desalojo Don Leandro busca una higuerilla donde vivir, acompañado por su hijo Toribio y su esposa Delia. Esto indica el inicio de un nuevo comienzo.

Por otro lado, la muerte de un hijo en cualquier padre implica un gran vacío. La tristeza que sintió don Leandro al escuchar que el cuerpo de su hijo fue encontrado sin vida fue fatal para él. “Perder un hijo que trabaja es como perder una pierna o como perder un ala para un pájaro. Yo quedé como lisiado durante varios días” (p.).

La perseverancia y la resilencia se aprecia en toda la historia, el superar la muerte de un hijo entre otros hechos que llenaron de tristeza a Don Leandro.

El argumenta se centra en Don Leandro, un migrante. Él y sus 2 hijos llegaron a los viejos baños de Magdalena, construyeron su propia casa en medio de la ruina. Al principio fue difícil, hasta que llego Samuel, él los ayudo a arreglar la playa ya que podía componerlo todo a cambio de comida. En verano Pepe y Don Leandro comenzaron a cobrar por el ingreso a la playa. Ellos estaban viviendo un momento de prosperidad. Hasta que un día, Pepe no volvió más, este murió en el mar al tratar de sacar unos viejos fierros que allí yacían. Las cosas se pusieron después más difíciles, había crecido una barriada de migrantes en aquel acantilado que antes estaba desolado. Las cosas se pusieron peor cuando la municipalidad amenazo con el desalojo de todos ellos. Finalmente sin tener un lugar donde vivir Don Leandro, Toribio y su esposa fueron en busca de un nuevo hogar junto a una higuerilla.

La historia comienza haciendo alusión a una metáfora. Una comparación entre la vida higuerilla y la de la gente del pueblo. Ambas viven pisoteadas, sin pedir nada a nadie en lugar marginales. El cuento es narrado en primera persona con un final abierto, ya que no nos dice que es lo que pasara ahora con los personajes que encontraron donde vivir. Asimismo, la historia es lineal ya que los acontecimientos van sucediendo de manera cronológica.

El personaje principal de esta historia es Don Leandro, un personaje plano y estático, pues su conducta es pasiva y durante toda la historia mantiene las ganas de superación ante las adversidades que se le presentan. Hombre migrante de la sierra, padre soltero de 2 hijos. Durante la historia muere el mayor de sus hijos y el otro lo abandona. Fue un buen padre, pese a los limitados recursos que poseía siempre trabajaba por sus hijos. Además, era perseverante, inteligente y soñador, como todo migrante creía que podría encontrar nuevas oportunidades en la capital. Por último, se rescata la solidaria persona que era, puesto que cuando la gente de la barriada viene a pedirle que los defienda del desalojo, él no se negó; a pesar que esta gente lo haya marginado diciéndole loco y negándoles su amistad.

Como personajes secundarios tenemos a los 2 hijos de Don Leandro. Pepe, El mayor de ellos, de carácter progresista alegre, trabajador. Su padre Don Leandro lo dice: “Perder un hijo que trabaja es como perder una pierna o como perder un ala para un pájaro. Yo quedé como lisiado durante varios días” (p.). La muerte de Pepe significo un golpe muy duro para su padre. Quien quería que lo entierren al pie de las campanillas- las flores que le gustaban a Pepe; flores pobres, las que nadie quiere ni para su entierro. Demostrando con esto la humildad de Pepe. Toribio, personaje redondo