CRITICA DE EDUCACIÓN EN NUTRICIÓN CONVENCIONAL
Enviado por Ninoka • 26 de Marzo de 2018 • 2.029 Palabras (9 Páginas) • 393 Visitas
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La puesta en marcha de una intervención educativa en nutrición debería estar siempre precedida de un análisis de los determinantes del estado de nutrición, análisis que revelaría los comportamientos en cuestión.
La educación nutricional puede muy bien incluir, según el contexto, una educación para la higiene personal, para la rehidratación oral, para la vacunación o para cualquier otro comportamiento implicado en la causalidad compleja de la desnutrición; es un estímulo a la utilización más eficiente de los servicios de salud, etc. Puede todavía extenderse a dominios como la seguridad alimentaria, los de la atención de niños o a las personas de edad avanzada.
La educación en nutrición moderna puede así concebirse como un conjunto de actividades de comunicación, actuando para niveles muy diferentes del modelo causal y con contenidos muy diferentes según el contexto y el tipo de sociedad. En los países conservadores, con rígidas estructuras sociales y con diferencias socioeconómicas marcadas, la ausencia de educación se considera regularmente como una causa (o la causa) de la desnutrición.
4.3. EL ENFOQUE CAUSAL EN LA EDUCACIÓN EN NUTRICIÓN
El objeto de la educación en nutrición es modificar los comportamientos en un sentido favorable hacia una buena nutrición. Para planificar las acciones de la educación nutricional, es esencial identificar primeramente las prácticas inadecuadas y conocer los determinantes comportamentales de la desnutrición. Pero estos comportamientos son solamente algunos de los numerosos factores que influyen en el estado de nutrición. Estos factores no son independientes. Actúan frecuentemente los unos sobre los otros, y ellos son a su vez afectados por causas comunes: están de hecho relacionados con el contexto social, económico y cultural. La educación en nutrición no puede entonces más que actuar sobre una parte delos determinantes del problema nutricional. Ella tendrá mucho más oportunidades de ser eficaz cuando, simultáneamente, otros determinantes sean atacados por otro tipo de intervenciones. Un ejemplo común de la atención primaria a la saludes aquél en donde el mejoramiento nutricional se obtiene por una combinación de acciones de salud (tratamiento de desnutridos; prevención de enfermedades que contribuyen a alterar el estado de nutrición, por ejemplo, la vacunación; tratamiento de estas enfermedades; vigilancia prenatal, etc.) y de acciones dirigidas a modificar las prácticas de atención de los niños por el entorno inmediato. Lo que se denomina enfoque causal admite dos premisas:
-no se puede combatir eficazmente la desnutrición en una población dada, a menos que uno conozca las causas y comprenda los mecanismos de éstas;
-el papel preciso de la educación en nutrición no puede estar definido sino que hasta los comportamientos que uno desea modificar hayan sido percibidos en su contexto, es decir, tomando explícitamente en consideración los determinantes de la desnutrición. En otros términos, antes de elegir los temas, los mensajes y la población objetivo de toda educación en nutrición, se debe proceder a un análisis de las causas de la desnutrición y de los mecanismos de que sostienen a ésta. La experiencia muestra que un equipo, que conoce bien la situación puede, en un tiempo bastante corto, construir una imagen del conjunto de factores de la desnutrición que sea global, fiel y útil en práctica. Es decir, puede proponer un modelo causal (o modelo explicativo) de la desnutrición válido para la población considerada. El conjunto del enfoque puede resumirse en tres grandes etapas: 1º El establecimiento de una lista completa de todos los factores conocidos o que se presumen conocidos, que afectan el estado de nutrición del grupo objetivoelegido.2º El reagrupamiento de estos factores o determinantes en un conjunto ordenado y jerarquizado de cadenas causales. Este conjunto constituye el modelo causal de la desnutrición en el grupo de población implicada. 3º La identificación en este modelo de: los determinantes comportamentales del problema nutricional, los otros determinantes que juegan un papel importante en la causalidad de la desnutrición.
La educación en nutrición “convencional” parece no ser pertinente en la medida que reposa sobre un análisis superficial de las causas de la desnutrición en el contexto referido. Ella se funda, la mayoría de las veces, en una concepción teórica (mal asimilada por los agentes de trabajo de campo) de las necesidades nutricionales del hombre y sobre una desmesurada confianza en la información científica como medio privilegiado para modificar los comportamientos humanos relacionados con la nutrición. Su estrategia se apoya en la utilización de un canal de comunicación aislado: en nuestro ejemplo, se trata del cara a cara del promotor de salud y del grupo de madres en el hospital. Los mensajes transmitidos en este espacio compiten con los mensajes de otras fuentes, los cuales fluyen por otros canales, principalmente por los canales tradicionales de la comunicación humana. Ajenos a la población objetivo, mal formulados, transmitidos de una manera dogmática, los mensajes de la educación en nutrición no llegan más que escasamente a traducirse en comportamientos observables en la vida cotidiana. La educación en nutrición aparece entonces como un desperdicio de los pocos recursos de que dispone una colectividad para encarar sus problemas de salud: desperdicio de tiempo y de recursos materiales de los servicios concernidos, pero también desperdicio para las personas invitadas a participar en estas actividades.
Esta situación educativa, de la cual D.B. Jeliffe establecía ya una severa crítica en 1954 (citado por Jelliffe, 1974), en la actualidad se presenta con algunas variaciones:
- El lugar no es siempre un centro de salud: “la lección de nutrición” se ejerce también en los centros sociales, en las escuelas (ella se dirige entonces a los niños) o en el marco de actividades de divulgación agrícola, de promoción femenina, etc.
- La utilización de apoyos visuales, como el cartel, la caja de imágenes, el franelógrafo, la diapositiva, sirven a veces para reforzar el discurso del “educador”. La construcción de apoyos ha tomado una tal importancia en ciertos casos, que ha podido llegar a ser un fin en sí mismo más que un medio.
- Muchos educadores han introducido la demostración culinaria entre las actividades de aprendizaje: el grupo reunido alrededor del promotor de salud presencia o participa de vez en cuando en la preparación de una comida que después será distribuida a los niños presentes. A pesar de las mejoras sucesivas, estas tentativas
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