CUENTO NUESTRO ARRECIFE CORALINO

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Necesitábamos hacer algo que llame la atención de la prensa para salir en las noticias y tal vez de esa manera llegaría al presidente nuestro mensaje. Hicimos un movimiento llamado “Nuestro arrecifes coralinos”, nos distribuimos en tres zonas claves de la ciudad y le avisamos a la prensa que realizaríamos una marcha en nombre de los arrecifes.

Nos transmitieron por unos cinco canales locales y recibimos muchas llamadas de personas que querían apoyarnos. Paso una semana y al parecer el presidente no había escuchado nuestras quejas. El grupo estuvo a punto de darse por vencido, pero se me ocurrió una idea excelente al instante.

En una de las visitas sorpresas del presidente, el sorprendido iba a ser él. Los familiares de una integrante del grupo le habían informado de una supuesta visita sorpresa del presidente en Villa Fundación, Baní. Como todos los integrantes del grupo tenían sus compromisos y sus vidas aparte de ese proyecto, yo misma fui a Baní y esperé a la visita sorpresa del presidente. Cuando ya había llegado el día, no me sentía nerviosa inclusive estaba ansiosa. El presidente llego hizo su discurso y espera a que acabara, cuando llego la hora de las preguntas levante mi mano y espere a que me dé la oportunidad de hablar, le hice preguntas del tema de los arrecifes y contesto que eso no llegaba al tema, continué con mis preguntas y me mandaron a callarme y sentarme, pero como ya estaba tan cansada de que me ignoraran seguí hablando y no pare, hasta que finalmente la seguridad me saco del evento.

Me sentí tan mal que ya no me quedaban fuerzas, finalmente me rendí y ya no tenía ganas de continuar. Estaba ahí sentada en la acera cuando llega alguien y me entrega una nota que decía que me presentara en el Palacio Nacional el lunes a primera hora y fue como si hubiese caído de un precipicio y antes de estrellarme de repente vuelo.

Volví a Santo Domingo y el lunes a primera hora estaba ahí en la sala de espera de la oficina del presidente y todavía no me lo podía creer. Cuando le conté absolutamente todo por lo que había pasado y le deje un informe con mis propuestas, me miró y me pregunto si eso era todo, le dije que sí y me dijo que podía retirarme. En ese momento no sabía que pensar. Pasaron unos días y decidí volver a casa ya que todas mis opciones se habían agotado, todo parecía haber sido solo una pérdida de tiempo.

¿Es que acaso fui tan tonta?, como no me di cuenta que a una pobre pescadora como yo nunca le harían caso.

Luego de una semana, conseguí trabajo como buzo para turistas en las terrenas, vendí mi antigua casa y rente un departamento con lo que ganaba trabajando. Un lunes temprano estaba a punto de salir con una pareja de recién casados a bucear, fui un momento al área de empleados donde había olvidado mi traje, y de pronto aparece en las noticias que habían cerrado la compañía de pesca en la trabajaba por violación a las leyes de la pesca marítima y que se había puesto más seguridad en las costas y arrecifes coralinos dominicanos, prohibiendo la pesca de las especies más importantes y poco vistas en Latinoamérica, me di cuenta que esas eran mis propuestas y que si se pudieron llevar a cabo. Me sentí muy feliz y me di cuenta de que en la vida nada es fácil, y para conseguir lo que se quiere hay que esforzarse y darlo todo porque nada llega solo.

Había escuchado una vez que el éxito en la vida no se mide por lo que logras, sino por los obstáculos que superas. Si es así me considero totalmente una persona exitosa.

LilaH