CUENTOS. LA ESCUELA 27 DE SEPTIEMBRE. LA VIVORA DE LECHE

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Ella al final escribió un libro contando lo sucedido y jamás volvió a aquel lugar ya que se llevo grabada la imagen de lo ocurrido aquella noche.

EL MAÍZ, EL FRIJOL Y LA CALABAZA.

Mucha gente dice que debemos respetar al maíz, muchos no saben la razón y yo se las diré:

Un hombre vivía en una humilde casa fuera de la localidad a unas dos horas, era el que más sembraba y obtenía buenas cosechas. Solo vivía con su esposa la cual le ayudaba en mucho.

Como cada año el salía a vender su cosecha a diferentes localidades, y en esta ocasión era lo mismo solo que ahora su esposa decidió quedarse en casa la cual decía sentirse mal.

Ya eran varias veces que la señora decía lo mismo y el señor comenzó a preocuparse, así que decidió quedarse para saber que pasaba en realidad; se escondió entre los matorrales y cuando cayó la noche vio a un hombre que llegaba y se metía a su casa.

Paso la noche escondido y no dijo nada, al día siguiente regreso a su casa y el hombre que entro ya no estaba. En la noche cuando estaba la luna llena el señor tomo un pollo y unas velas, se fue al centro de su matorral y comenzó a rezar.

Encendió las velas y le saco el cuello al pollo regando la sangre y dijo que todas las personas que quisieran cosechar como el tendrían que realizar ese mismo ritual cada año.

Por eso la gente grande nos dice que las tres cosas no se siembran igual, el maíz y el frijol se siembra junto pero la calabaza a un lado ya que se extiende más. Es por esa razón que la gente realiza esos rituales cada año para obtener una buena costeña.

EL MUCHACHO Y EL RIO

Hace muchos años la gente tenía que ir por agua al rio, asi que casi siempre mandaban a los niños. En una ocasión un muchacho se fue por agua, en el rio se encontró con una mucha bien bonita con la que se quedo a platicar.

Todos los días era lo mismo hasta que un día la muchacha le dijo que revisara la cabeza ya que la gente anteriormente se quitaba las canas, pero eso si le dijo que no le revisara la parte de la nuca por ningún motivo.

La familia del muchacho se preocupaba ya que siempre pedía ir por agua así que se sorprendieron mucho, en una tarde el muchacho volvió al rio y platico con la muchacha pero él tenia curiosidad de saber que pasaba y porque la mucha no quería que le revisaran la nuca.

El poco a poco iba revisando cuando de repente tomos los cabellos de la mucha y los alzo fue cuando vio unos ojos grandes de serpiente, y la muchacha se convirtió en serpiente “te dije que no debías hacer eso dijo”, el muchacho muy asustado se fue corriendo a su casa.

Al llegar les conto lo sucedido y la familia ya sabía que ello era cierto pero jamás pensaron que sucedería de nuevo ya que años anteriores habían matado a la madre de las serpientes según ellos.

El Chapulín y el niño

La mama le dice a su hijo que fueran a buscar chapulines, al llegar a un cerro el niño le dice que ahí no hay ninguno. La mama le dice que tenían que ir a otro cerro para buscar, al tratar de cruzar el niño dijo “mama aquí hay muchos chapulines”, pero la mama no ve nada solo pasto.

El niño le dice al chapulín que lo quiere llevar, pero el chapulín no sabe si ir o no ya que no tienen nada que ir a hacer. La mama del niño aun no lograba verlos, el niño le dijo que tenían que ir porque era lo que le iba a comer, asi que los chapulines aceptaron con una condición que los pusieran en una olla nueva.

Al llegar a la casa el niño no encontró ninguna olla nueva así que agarro una vieja, al momento de echarlos a la olla no había nada, solo apareció una víbora el papa del niño lo mato y dijeron que la víbora se comió a los chapulines; pero el niño sabia que eso no era cierto el sabía que no cumplió con la condición que le hicieron. Por eso dicen que no cualquiera puede atraparlos.