EL MAESTRO QUE NO SÓLO JUGABA CON LAS MATEMATICAS.
Enviado por mondoro • 5 de Enero de 2019 • 1.305 Palabras (6 Páginas) • 332 Visitas
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Siempre nos daba clase al final de cada semana, y como bien es sabido, un bloque de dos horas el último día de la semana en la última clase, puede llegar a desesperar a cualquiera, este no era el caso, Alejandro estaba preparado para estas ocasiones, ya que, sus orejas no tan grandes y planas con toques punzantes, escuchaban quejas y lamentos, su respuesta a esto fue presentarnos la idea de jugar con los números en lo que él llamaba El Juego Matemático, consistía en que, mediante una secuencia de números y operaciones pudieras saber algunas características de alguien, como su cumpleaños, edad, número favorito, e incluso adivinar lo que está pensando. Fugazmente los gritos de quejas un viernes a última hora se habían acabado, eran risas y sonrisas lo que abundaba en el aula.
La idea de jugar con las matemáticas me impactó, no había concebido en siquiera ver los números más allá de unas operaciones arbitrarias. Me acerqué al apartamento donde los profesores solían pasar el tiempo mientras no daban clase, quería descubrir más acerca de ver los números como un juego, alcé la cabeza, concentré la vista, finalmente vi ese cabello liso, brillaba gracias a los pequeños rayos de sol que entraban por la ventana, era de un color negro, que, sin alcanzar una gran cabellera, tampoco se quedaba corto, estaba sentado bebiéndose un café, tenía la mirada perdida.
En el momento en que lo reconocí, la concepción que tenía de los maestros tradicionales con traje y corbata, cambió, Alejandro no sólo jugaba con las matemáticas, jugaba con su estilo de vestir, era muy irregular al momento combinar sus prendas, bien podrías verlo vestido con colores cálidos y de una forma más libre, una camiseta tipo polo naranja, una bermuda, la cual daba paso a la imagen de sus piernas largas, peludas, y no tan volumétricas, las cuales acompañaba con unas deportivas blancas, me pregunto si esa era una de sus maneras de acoplarse con el ambiente, después de todo, trataba con adolescentes. También existía la posibilidad de observarlo con un estilo de colores fríos, oscuros, un poco más cerrado, una camisa negra que acompañaba con un saco, regularmente carmesí, lo cual hacía resaltar su enorme torso, sus anchos brazos, y orgulloso de ellas, sus pequeñas manos, a estas prendas las complementaba con un pantalón ajustado, y unas zapatillas oscuras, con las cuales era fácil notar que su pie era de una alta talla, en concreto, 43.
Su estilo te sorprendía, eso era indudable, pero era más impactante aún, cuando te hablaba, de tú a tú, como iguales. Aquel día hablamos un largo rato, me sentía anonadado, mientras contaba sus experiencias más memorables que estuvieran relacionadas con las matemáticas, yo intentaba adelantarme a él, leer sus labios, los cuales eran más bien pequeños, tenían un color rojizo, estaban complementados con sus dientes, estos eran blancos, se veían saludables y firmes, he de mencionar que fue un intento pobre, terminé entrelazándolo con el suave sonido de la respiración procedente de su nariz, esta era un poco más grande de lo común, en la cual tenía un lunar pequeño en el lateral izquierdo. Cuando terminé de charlar con él, sabía que estaba frente a un interesante camino por delante, en el cual los números tomarían un papel significativo.
¿Qué quiero hacer con las matemáticas? Los números y problemas lógicos han sido importantes para mi desarrollo como persona, me divierte pensar de una manera más enrevesada, los diferentes caminos en los cuales puedo usar una hipótesis para llegar a una misma tesis. Es exactamente esa diversión de jugar con los problemas y soluciones, la que hace que quiera aprender matemáticas, con el fin de transmitir exactamente lo mismo que sentí con cada vez que participaba en El Juego Matemático. Si ser maestro puede ser concebido como un transmisor de sentimientos entonces quiero ser maestro.
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