“Es responsabilidad del educador provocar el deseo de aprender”

...

En primera instancia el educando debe saberse a sí mismo como sujeto de la producción del saber, no un simple objeto al que le son transmitidos todos los conocimientos, sino alguien que crea las posibilidades para su construcción. Porque al aprender se enseña, y al enseñar se aprende. Esto es algo que podemos ver en nuestra práctica en el preescolar, encontrarnos en situaciones en las que nunca nos hubiéramos imaginado, haciendo cosas que escapan de nuestra zona de confort, escuchando a los niños hablar, dialogar, todo esto nos hace crecer, aprendemos una pequeña parte de todo lo que nos falta por saber.

Otro punto importante que toca Freire es que no existe la enseñanza sin aprendizaje, este proceso es complejo, pero desde el punto de vista de este autor, el mismo concepto de enseñanza deja claro que necesita del aprendizaje, de la aprehensión y comprensión de un contenido.

- Enseñar exige rigor metódico: Esto porque el docente debe de enseñar a pensar correctamente, lo que implica el uso de una metodología y un cierto rigor, ya que el enseñar no se agota en el tratamiento del objeto o del contenido sino que se extiende a la producción de condiciones en las que es posible aprender críticamente. Cuando el profesor piensa acertadamente le muestra a los educandos lo que es intervenir y conocer el mundo.

- Enseñar exige investigación: Enseño porque busco, porque indagué, porque indago y me indago. Incluso Freire menciona la gnoseología, parte dela filosofía que estudia el conocimiento como un ciclo, que lleva a la curiosidad a volverse metódica y rigurosa.

- Enseñar exige respeto a los saberes del educando: el educador debe de respetar no sólo los saberes con los que llegan los educando y aprovecharlos para darle sentido a su práctica.

- Enseñar exige crítica: este punto va ligado a la investigación, ya que la curiosidad se convierte en crítica, se vuelve metódica y rígida.

- Enseñar exige estética y ética: Se piensa correctamente al margen de principios éticos; esto demanda profundidad, la disponibilidad para la revisión de los hallazgos, la posibilidad de cambiar de opinión.

- Enseñar exige la corporificación de las palabras con el ejemplo: como se dice comúnmente “hay que predicar con el ejemplo” no sólo para que los alumnos lo aprendan de nosotros, sino por la congruencia que implica el pensar acertadamente.

- Enseñar exige riesgo, asunción de lo nuevo y rechazo de cualquier forma de discriminación: Para enseñar a pensar acertadamente no hay que negar las nuevas prácticas sólo por su carácter de “nuevo”, hay que ser críticos en su aplicación, pero tomar riesgos.

- Enseñar exige reflexión crítica sobre la práctica. El hacer y el pensar sobre el hacer nos permite modificar nuestra práctica para hacerla mejor, más funcional, permitiendo así que responda a las necesidades de los educandos.

- Enseñar exige el reconocimiento y la asunción de la identidad cultural. Esto implica no sólo asumirse como un ser histórico y transformador, sino favorecer que los alumnos se sientan y piensen de esta manera.