INFORME DE CASO Nº1: Samsung Electronics

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Lograr una ventaja competitiva con la integridad en los productos y la satisfacción de los clientes, estuvo de la mano con una conciliación entre las estrategias internas y externas de la empresa. Interna debido a que existieron objetivos y valores comunes: se creó el concepto de “cultura de empresa” y el “grupo de estrategia global”, el cual integraba a varios profesionales con el fin de ayudar a resolver problemas. También se buscó la motivación y participación, con tres tipos de incentivos enfocados en los resultados, generando de esta forma un compromiso voluntario con la misión de la empresa. Esto ayudó a crear un ambiente de debate y proactividad dentro del equipo. Externo, por la obtención de distinciones debido a su fiabilidad y resultados entre 1995 y 2003, los cuales demostraron una gestión efectiva de los recursos dentro de la industria.

Sin embargo, no basta con tener la ventaja competitiva, hay que sostenerla[1]. Dicho esto, frente a China, Samsung debería seguir potenciando sus inversiones en productos de memoria “vanguardista” que es el valor añadido que tiene la empresa, ya que conservar la iniciativa con un liderazgo coordinado y comprometido han sido sus factores estructurales más eficaces. China eventualmente puede abarcar grandes inversiones, pero la calidad e integridad en los productos es lo que estaría en duda. Es por esto que Samsung podría ceder el segmento más bajo del mercado mientras potencia su inversión en I+D para conservar la iniciativa en la industria.

En pocas palabras, Samsung es una empresa que ha podido desarrollar bien sus desafíos y metas logrando una ventaja por sobre sus competidores lo que se ha reflejado a través de los años.

Anexo 1*:

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Anexo 2*:[pic 2]

* Los datos de los anexos fueron obtenidos a través del caso Samsung Electronics, Harvard Business School

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