Informe El Jefe que no contaba chistes
Enviado por Sara • 2 de Marzo de 2018 • 3.276 Palabras (14 Páginas) • 447 Visitas
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La importancia del salario emocional
¿Quiere atraer a los mejores? ¿Quiere fidelidad de los profesionales más cualificados?
- Trabaje la justicia y la coherencia en salarios, recompensas y ascensos.
- Garantice que haya buenas relaciones en la empresa y que no se cuelen personas que generan conflictos donde quiera que llegan.
- Haga que todos sientan el proyecto de la empresa como una apuesta ganadora, en la que todos participan y son tomados en cuenta.
- Cuide la calidad de dirección de personas en todos los mandos de la empresa.
- Demuestre lealtad a los que cumplen y dan lo mejor de sí, especialmente en los momentos difíciles.
“La lealtad y la fidelidad no se pueden exigir; uno solo puede darla y actuar para tratar de merecerla”.
Los jefes, a juicio: El buen liderazgo
Ni buenos ni malos, sino todo lo contrario
Ha quedado claro que el buen liderazgo es clave en cualquier organización que quiera ser más fuerte, capaz, ágil, y que desee ofrecer un entorno mejor para trabajar, vivir y entregar el talento.
“El liderazgo no lo dan los galones, que tan solo aportan cierto poder. El liderazgo, la verdadera autoridad la dan los empleados a sus jefes. Es algo que hay que ganarse a diario con cada gesto y cada buena gestión”.
“El puesto de jefe es uno de esos que no permite mucho margen de error. Hay demasiados puestos de trabajo y resultados en juego”.
Como todos sabemos por propia experiencia, hay jefes malos, regulares, válidos, buenos y muy buenos. Aun estando de acuerdo en que esto de dirigir personas es muy complicado y que sería un exceso pedir la perfección, la mediocridad en la dirección de un equipo no es admisible, aunque, desgraciadamente, vemos que abunda en demasía.
¿Cuánta energía, productividad, motivación o rendimiento se pierden a causa de una mala dirección?
Los puntos más flojos de los jefes:
- No se reconocen ni se valora lo suficiente a los miembros del equipo.
- No se gestionan adecuadamente las emociones propias y se pierden las formas con el equipo.
“Innovar sin arriesgar no es verdadera innovación. Innovar es para los que están dispuestos a que alguna de sus propuestas al final sea fallida”.
- No dar un buen trato ni orientación al colaborador.
- Las reuniones: ¡qué desastre!
- No dirigir ni dar seguimiento al equipo.
“Tan valioso es saber lo que funciona como descubrir lo que no sirve o no acaba bien. Y eso es imposible averiguarlo hasta que no se falla alguna vez”.
- No transmitir optimismo, valores y entusiasmo.
“Los valores de una empresa no existen porque se peguen cartelitos inspiradores en las paredes, sino porque esos valores se ejercen entre esas mismas paredes”.
Yo mismo me pongo las medallas… ¡Que para eso soy jefe!
“Muchos directivos no se dan cuenta de la relación entre los pequeños momentos del día a día y el grado de calidad como jefe que se obtiene”.
El reto en 7 pasos de la Calidad Directiva
- Cree un sistema formal en el que cada grupo de colaboradores mida la calidad de los comportamientos directivos de sus jefes directos.
- En función de los datos obtenidos reconozca y premie a los buenos jefes.
- Dé la oportunidad de mejorar a los mandos que estén por debajo del nivel óptimo con los que le gustaría seguir contando.
- Mida el progreso de los que salieron mal y así garantizará que se implante en la empresa el “Derecho a ser bien dirigido”.
- Aparte del equipo, sin dudar, a los mandos que tras los pasos anteriores hayan demostrado que no están a la altura.
“No todo el mundo vale y encaja en todas las organizaciones. Eso no cuestiona la valía de nadie, simplemente hay valores de empresa y estilos personales que no son compatibles”.
- Cree un sistema que cuide con mucho rigor las incorporaciones en la empresa, y especialmente en puestos de mando.
- Disfrute con todo el equipo de los resultados y de una impresionante potencia y capacidad de trabajo, de liderazgo, delegación, movilización, entusiasmo, cambio, compromiso, productividad, evolución e incremento de resultados en la compañía.
“Hasta el más torpe puede mandar, pero hacerlo bien requiere alta calidad de dirección”.
“Una gran mayoría de jefes no controlan para aportar valor; lo que hacen es solo ver lo que se ha hecho, y eso no tiene nada que ver con el liderazgo”.
“Para liderar correctamente hay que dominar muy bien lo sencillo para gestionar con destreza lo complejo”.
“Liderar es estar a la altura de lo que el equipo y la empresa esperan y necesitan de cada jefe”.
Los 13 comportamientos más irritantes de los jefes
“A menudo los profesionales que se marchan no buscan cambiar de empresa, sino de jefe”.
- Falta de respeto
- Prepotencia
- No escuchar
- Incompetencia directiva
- Falta de apoyo
- Falta de trato humano
“Liderar bien es incompatible con tratar a los miembros de un equipo como si fueran simples instrumentos”.
- Falta de implicación
- Controlar mal
- Autoritarismo
- Incumplimiento de compromiso
- No comunicar bien y a tiempo
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