LA PARADOJA. Un relato sobre la verdadera esencia del liderazgo

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Finalmente podemos decir que la clave del liderazgo es llevar a cabo las tareas asignadas fomentando las relaciones humanas. Y podemos lograrlo si somos capaces de satisfacer las necesidades legítimas de "nuestros clientes", y si somos dignos de la confianza de esas personas. La confianza nos permite cimentar los distintos elementos de una relación.

-Comentarios Personales-

Me impacto la frase: “Escuchar es una de las capacidades más importantes que un líder puede decidir desarrollar”. Oír y escuchar no es lo mismo, son pocos los que tienen desarrollada esa capacidad. Yo misma necesito desarrollarla, pues me sentí totalmente identificada. Con el ajetreo del día a día estamos en un modo automático, podría decirse que estamos y no estamos presentes, olvidamos el nombre de aquella persona que acabamos de conocer, nos perdimos a la mitad de una plática porque nuestra mente está en otro lado. Y eso manda señales negativas a la gente con la que nos relacionamos. He decido aprender a escuchar, he decidido desarrollar esa habilidad en todos los aspectos de mi vida.

Respecto a las definiciones sobre liderazgo, autoridad y poder, éstas son aplicables en todo tipo de organizaciones y en la vida personal. Entender la diferencia entre los diferentes conceptos es primordial, muchas veces consideramos líder a un jefe que solo utiliza el poder para conseguir los logros laborales, pero no consigue tener el respeto, el entusiasmo y el apoyo de la gente con la que trabaja. La diferencia la hacen los que son capaces de desarrollar liderazgo o autoridad, ese arte de influenciar, que la gente haga tu voluntad voluntariamente en pro del bien común.

Me puse a reflexionar e hice mi lista personal sobre las cualidades que tiene la persona que tiene más influencia en mi vida, mi padre, y curiosamente coincido con las características mencionadas en el libro, es un hombre honrado, siempre animando a la gente, atento, comprometido, respetuoso, siempre trata de superase y busca la superación de los demás. Él se ha convertido en un verdadero líder para la familia.

El tema de fomentar las relaciones humanas, tiene mucho sentido con la definición de liderazgo, cómo podemos influir en las personas si no las conocemos. La vida es de relaciones, relaciones con uno mismo, con nuestra familia, amigos, compañeros de trabajo, clientes, etc. Es indispensable reconocer que relacionarnos con personas es complejo pues no todos pensamos y actuamos de la misma manera, ahí es donde radica la importancia de cultivar las relaciones. Y la confianza es la clave para que cualquier relación funcione.

Me gusta la sencillez con la que el autor presenta el tema y que podemos ponerlo en práctica inmediatamente, con la familia, el noviazgo, los amigos, compañeros de trabajo, aprender a escuchar y cultivar las relaciones humanas no solo nos ayudará a mejorar nuestras habilidades como líderes sino que también traerá innumerables beneficios a nuestra vida, ser mejores personas para poder ser mejores líderes.

Capítulo 2

El paradigma antiguo

Durante el segundo día John se encuentra con Simeón y este le hace notar su mala costumbre de interrumpir a la gente. Cuando se corta a la gente, dejándola con la palabra en la boca los mensajes no verbales que estamos emitiendo son poco positivos. Damos a notar que no estamos escuchando con atención, puesto que nuestra mente estaba ocupada en dar una rápida respuesta, también se da a notar que no valoramos mucho la opinión de quien está hablando al hacer sentir que lo que nosotros tenemos que decir es más importante. Todos estos son mensajes de que indican una falta de respeto, que como líder no nos podemos permitir; la clave es que nuestros sentimientos de respeto sean acordes con nuestros actos de respeto.

Al llegar la hora de la clase el tema principal fue el cambio de paradigmas. Los paradigmas son patrones psicológicos que nos orientan en la vida. Son muy útiles si hacemos uso apropiado de ellos, pero también pueden, si estos son antiguos, paralizarnos mientras el mundo avanza. Al filtrar la información nueva, nos impiden ver lo que no encaja con nuestros modelos. Por lo tanto, es importante que reconsideremos continuamente nuestras creencias y paradigmas para poder adaptarnos a las condiciones cambiantes del mundo actual.

“No vemos el mundo tal y como es, vemos el mundo tal y como somos.”

El cambio nos hace salir de un ámbito que nos resulta cómodo y nos obliga a hacer las cosas de modo diferente. Referente al cambio, en la actualidad se menciona mucho el tema de la mejora continua, la cual es crucial tanto para las personas como para las empresas. Pero no es posible mejorar sin cambiar. Allí es donde surge el problema, porque a la gente le cuesta mucho cambiar.

Uno de los actuales paradigmas en el mundo empresarial es el del modelo piramidal, “Manda el que tiene el sartén por el mango”. En el cual arriba de todo, en la punta de la pirámide, está el presidente, seguido por el vicepresidente, los mandos intermedios, los supervisores, los empleados o asociados. Las personas de los puestos inferiores miran desde abajo hacia la casilla de arriba, a su jefe, y no hacia el cliente. Todos se esfuerzan en satisfacer al jefe más que al cliente.

El nuevo paradigma que plantea Simeón consiste en invertir la pirámide, para que el cliente esté en lo más alto. Donde los empleados de primera línea estén realmente dando servicio a los clientes y asegurándose de que de que se están satisfaciendo sus legítimas necesidades. Los superiores, que estarían paradójicamente más abajo en la pirámide, considerarían a sus empleados como clientes, por lo cual también los servirían satisfaciendo sus necesidades. Este nuevo paradigma obliga a todos los mandos a asumir una nueva mentalidad. El papel del líder no es mandar, es servir.

Es muy importante dejar en claro que esto no implica hacer todo lo que la gente desea, sino estar pendiente de lo que realmente necesita para llegar a dar lo mejor de sí y hacer lo mejor posible, considerando siempre por supuesto los límites y las responsabilidades de las respectivas ocupaciones.

Para entender la diferencia entre deseo y necesidad se explicó que un deseo es simplemente un apetito que no se para a considerar las consecuencias físicas o psicológicas. En cambio una necesidad es un requisito físico o psicológico para el bienestar de un ser humano.

Según la pirámide de Maslow, hay distintos niveles. El nivel más bajo tiene que estar satisfecho antes de que las necesidades