La Motivación Docente”

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- Fenoglio, Mariana Cecilia (1980).”Tener en cuenta la motivación de los estudiantes: miradas que aportan en la construcción del aprendizaje. Aprendizaje hoy: revista de actualidad psicopedagógica. Volumen (79) .8 páginas.

La revista plantea que la motivación no se considera como algo que se manifiesta por sí misma en una realidad perceptiva, sino que depende de una construcción de conocimientos más elaborados. Aquí los autores esbozan que la motivación es: Huertas (2009) “Un proceso psicológico que supone la activación de procesos cognitivos, afectivos y emocionales, los cuales dirigen y orientan la acción y forma deliberada o intencional” (p.53).

Huertas y Moneo (1997) “La motivación es un proceso dinámico que se aprende; los motivos que guían la acción evolucionan y cambian a medida que el sujeto se desarrolla y según los contextos en los que participa” (p.53).

Se escoge para la presente investigación, debido a que brinda información necesaria para comprender qué es la motivación, para así relacionarla con el interés del docente por enseñar considerada como algo fundamental dentro del contexto áulico.

- Márquez, Ramiro (2006). “Saber educar. Un arte y una vocación”-Narcea-España.

Supone la acción del docente como un arte, como una técnica que también se aprende, los cuales poseen objetivos específicos que cumplir, tratando de iluminar la acción pedagógica con ponderación y realismo, tratando todos los aspectos relevantes en la práctica docente.

Es relevante para nuestra investigación debido a que nos aporta datos sobre qué es educar y la función primordial que debe cumplir un docente en su proceso de enseñanza.

- Fuentes, Teresa (2001) “La vocación docente: una experiencia vital” - Ars Brevis.

Plantea un acercamiento a lo que se refiere el fenómeno de la vocación en el cual la autora llama a una reflexión filosófica sobre la práctica.

“Se habla mucho de los problemas de la docencia en el mundo actual pero raramente se encuentran textos en los que se haga referencia a la dimensión vocacional de nuestra tarea. Es como si hubiéramos decidido que se trata de una cuestión que afecta a un ámbito excesivamente privado o personal, del que no cabe decir nada importante o digno de ser considerado objeto de una reflexión más amplia y rigurosa”.

Estas palabras son las que utiliza la autora de manera introductora para luego continuar con respectivo desarrollo.

“La Motivación”

I.I. Definición del concepto de Motivación

“La educación consiste en hacer desear lo deseable”, según Platón. Es así que los docentes quieren que los estudiantes aprecien cosas y realicen actividades que son imprescindibles para su progreso. ¿Cómo se puede conseguir? La respuesta es la Motivación Docente.

Motivación deriva del latín “motivus o motus”, que significa ‘causa del movimiento’. La motivación se define como el señalamiento o énfasis que se descubre en una persona hacia un determinado medio de satisfacer una necesidad, creando o aumentando con ello el impulso necesario para que ponga en obra ese medio o esa acción, o bien para que deje de hacerlo. Se plantea como el proceso que provoca cierto comportamiento, mantiene la actividad o la modifica.

Otros autores definen la motivación como la raíz dinámica del comportamiento; es decir, los factores o determinantes internos que incitan a una acción. Un estado interno que activa, dirige y mantiene la conducta.

Según Arias Heredia (2004) hablar de motivación es hablar de una gran cantidad de definiciones en términos generales, se puede considerar que la motivación está constituida por todos aquellos factores capaces de provocar, mantener y dirigir la conducta hacia un objetivo. Por otra parte, son todos aquellos factores que originan conductas considerándose los de tipo biológicos, psicológicos, sociales y culturales.

La motivación en cada docente es diferente, debido a que las necesidades varían de individuo a individuo y provocan diversos patrones de comportamiento. La capacidad individual para alcanzar los objetivos y los valores sociales también son diferentes, donde estos últimos varían con el tiempo lo cual provoca un proceso dinámico en el comportamiento de las personas que en esencia es semejante.

Según Chiavenato (2001) existen tres premisas que explican el comportamiento humano:

- El comportamiento es causado: existe una causalidad del comportamiento. Tanto la herencia como el ambiente influyen de manera decisiva en el comportamiento de las personas.

- El comportamiento es motivado: en todo comportamiento humano existe una finalidad. El comportamiento no es casual ni aleatorio; siempre está dirigido u orientado hacia algún objetivo.

- El comportamiento está orientado hacia objetivos: en todo comportamiento existe un “impulso”, “un deseo”, una “necesidad”, expresiones que sirven para indicar los motivos del comportamiento.

Según el autor el comportamiento no es espontáneo, ni está exento de una finalidad, siempre habrá un objetivo implícito o visible que lo explique. Sin olvidar que el resultado puede variar indefinidamente, ya que depende de la forma en la cual se perciba el estímulo de las necesidades y del conocimiento que posee cada persona.

Motivar[1] es predisponer al estudiante hacia lo que se quiere enseñar, es llevarlo a participar activamente en los trabajos escolares, es conducirlo a empeñarse por aprender ya sea por ensayo y error, por imitación o por reflexión.

La motivación consiste en despertar el interés, estimular el deseo por enseñar, aprender y dirigir los esfuerzos para alcanzar metas definidas. Tiene por objeto establecer una relación entre lo que el docente pretende que el estudiante realice y los intereses de este.

Si bien el estudio de la motivación ha avanzado y cada vez se comprenden más sus aportes teóricos para definir y conocer su objeto de estudio, la motivación la predisposición o la ausencia de ésta no solo en el estudiante sino también en el docente, continúan siendo un tema no resuelto en las instituciones. Analizarlo puede valer no solo para tener un conocimiento más profundo acerca de cómo afecta la motivación en la enseñanza, sino para no caer en explicaciones o escusas que justifiquen ciertos errores.

Es sumamente importante no perder de vista