La comunicación, la cultura, y las nuevas tecnologías para formar un comunicador

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con facilidad lo que se quiere expresar, no se escribe solamente por complacerlos a ellos, se generan ideas para dar a conocer un mensaje que puede interesar a los lectores porque ningún ensayista obliga a leer sus ensayos.

Eso ocurre con los mensajes en las redes sociales, no se debe escribir sólo para satisfacer a un determinado lector, se debe escribir con pleno conocimiento de la información y publicar algo de forma correcta.

Actualmente trabajo en la Casa de la Cultura del Espinal y pongo en práctica todos los días los conocimientos que he adquirido a los largo de mi profesión, publico información en los diferentes medios, la difundo en los medios de comunicación y propongo estrategias para visibilizar lo que se hace en ese lugar. Nuestro público objetivo son los niños y adolescentes, a los cuales debemos llegar con un mensaje claro y preciso, debemos informales acerca de las escuelas de formación en danza, música, instrumentos musicales para que de esa forma llamen su atención y participen. Es un trabajo que genera satisfacción el aportar para que los niños y los jóvenes desarrollen habilidades positivas es algo que hace que valga la pena tanto esfuerzo.

Eso lo estoy viviendo por estos días por las festividades decembrinas, la sonrisa de los niños al entregarles un regalo, al rezar la novena con ellos, esos es aportar a la formación de nuevos ciudadanos, ciudadanos de bien, que crezcan con tradiciones y amor por las buenas acciones.

Tomo textualmente la siguiente frase del texto

La Regla de San Benito (2000). “Sea, ante todo, humilde, y, cuando no tenga lo que le piden, dé, al menos, una buena palabra por respuesta, porque escrito está: «Una buena palabra vale más que el mejor regalo». Tomará bajo su responsabilidad todo aquello que el abad le confíe, pero no se permita entrometerse en lo que le haya prohibido. Puntualmente y sin altivez ha de proporcionar a los hermanos la ración establecida, para que no se escandalicen, acordándose de lo que dice la Palabra de Dios sobre el castigo de «los que escandalicen a uno de esos pequeños». p. 18

Las palabras que decimos, los actos que llevamos a cabo, esos nos hace diferentes de los demás, porque aunque seamos personas importantes no podemos dejar de lado la humildad, y eso he aprendido en mi trabajo, porque al conocer las comunidades vulnerables y al estar consciente de las necesidades con las que otras personas viven me hacen agradecer mi profesión, mi vida, mis oportunidades, mis espacios y por ello no pienso en perder la humildad, porque arriba está para el que abajo mira.

“Asumir un hacer cultural total. Llevar en serio la cultura que tiene un brazo tradicional de letras y artes, pero ver que el hacer cultural se estetiza en la escuela, en la lucha de los sin muchas cosas en la vida de los niños y niñas en la calle, en los proyectos ecológicos, en el juego, en gimnasia de la tercera edad”, expresa Alves, L.

Así he asumido mi trabajo y mi profesión, no sólo la forma de obtener el sustento diario, sino la manera de ayudar a los demás, como lo expresa el autor ayudar a hacer cultura, ver sonreír a los niños, a los jóvenes, a los adultos mayores es algo que aunque parezca frase de cajón, no tiene precio.

Los comunicadores sociales en muchos casos somos menospreciados porque se tiene la inferencia de que nuestro trabajo es fácil y algunas veces se tilda de facilista. Considero que la investigación periodística no tiene que ser demeritada y menos debe ser considerada como ciencia sui generis.

Se califica la comunicación, como una ciencia única en su tipo y que no puede ser incluida dentro de un concepto más amplio. Estoy en desacuerdo porque aunque en las últimas décadas la comunicación ha sido degradada por algunos que la han utilizado para el bien propio, no comparto que deba ser catalogada como algo que no merece ser tratado con amplitud.

La Comunicación Social es de vital importancia porque mediante la información y la comunicación se maneja el mundo, todo debe transmitirse, aquello que queremos expresar debe ser convertido en mensaje para que llegue a los receptores, es decir, la comunicación se conjuga en palabras.

Cada época de la historia ha sido diferente. Los protagonistas de cada era le han dado el giro a esa historia y así han permitido la evolución. Cada persona que en su momento al vivir en diferentes sociedades se dio cuenta de que se tenían que cambiar muchas cosas, dio el primer paso y generó cambios..

La evolución es importante porque así podremos conocer más de lo que es importante para nosotros, aquello que nos va a generar conocimientos de gran magnitud y que evitarán que nos quedemos atrás. Nada es totalmente cierto, siempre se debe tener en cuenta que el mundo gira y que no se puede quedar estancado porque el pensamiento va obteniendo nuevas expectativas y así se pueden realizar cambios que ayudarán a que rompamos los esquemas, porque no siempre lo que antes se dijo es la verdad absoluta, ella está sometida a alteraciones que se presentan luego de que se hace una crítica que estará fundada en el conocimiento que se ha ido adquiriendo por la experiencia que se obtiene de la sociedad en la que se vive.

Esos somos los comunicadores, agentes de cambio, con nuestras acciones podremos aportar a cambiar los preceptos que se han formado en torno de nuestra profesión, y además trabajando en pro de la cultura y de los verdaderos proyectos sociales, podremos aportar a cambiar momentos difíciles por una sonrisa que llenará el