La cultura escrita.

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La escritura amplía nuestra percepción de las cosas, acrecienta nuestra conciencia ya que nos permite circunscribir lo que sabemos y comprendemos, al plasmar nuestro monólogo interior en una forma de lenguaje que podemos inspeccionar. La escritura nos hace reflexiona, la escritura nunca parece algo fácil ya que nos vamos haciendo cada vez más seguros pero nos exigimos cada vez más.

Los escritores de éxito admiten que escribir es una tarea difícil que exige práctica y paciencia, revisiones y reescritura.

Examinar la lectura equivale a leer pero también podemos examinar textos para saber de qué tipo de escritura se trata. La interacción entre escritura y lectura es un hecho primario de la cultura escrita que ahora tenemos que aprender.

Leer parece ser una actividad natural sin duda más fácil que la escritura, aprendimos a leer siendo niños como respuesta a la expectación y estímulo de los adultos. Los aspectos de lectura más significativos de la lectura son de carácter educativo, en las escuelas es donde se fijan los parámetros del éxito.

El hábito de la lectura queda establecido desde temprana edad pero también se puede adquirir cuando se comprende lo que la lectura permite.

Cuando leemos en silencio no sólo omitimos el sonido de las palabras sino que también transformamos el monólogo del texto en un reducido diálogo en el que al mismo tiempo somos el que relata y el que escucha. Leer en silencio y no obstante tener la idea de una voz en la página no es un logro moderno, aunque algunos estudiosos aseguran lo contrario así como tampoco la lectura en voz alta es un signo de madurez. Detrás de las palabras visibles en cada texto escrito se esconde el contexto del escritor, su vida en el mundo y en el interior de su mente, en acciones y lenguaje.

La era de nuestra moderna cultura escrita se inició con la invención de la imprenta, cada vez que aparece una nueva tecnología que modifica las herramientas o las formas de representación de lo que se escribe para ser leído, se reactiva la discusión sobre si la cultura escrita trae consigo innovaciones sociales o si es transformada por éstas.

Leer es el proceso de convertir el lenguaje escrito en significado, cuando leemos esperamos descubrir lo que el escritos quiere comunicarnos. Las ventajas de la lectura parecen ser de índole práctica como leer una carta, un periódico o un aviso aunque sean las más usuales. Los usos instrumentales y organizativos de la lectura hoy en día no están confinados a los libros de tal modo que lo que hace la lectura posible actualmente tiene que ver con señales, imágenes, pantallas, diagramas y luces intermitentes.

Poder leer y ser un lector no es exactamente lo mismo ya que la habilidad de leer con fines prácticos por muy importante que sea difiere de la lectura que complace a los que son lectores lo que los vuelve adictos a leer.

Cuando se conoce a plenitud la lectura podemos ponerla al servicio de otros fines como ordenar información, distinguir retóricas de temas diferentes, usarla como herramienta de investigación o medio para averiguar cómo queremos escribir.

Ser usuario de la cultura escrita es el resultado de conocer los beneficios de la lectura, de entregarnos a ella de tal forma que podamos extender nuestra comprensión. Leer y escribir contribuyen a fomentar en ciertos sentidos estos tipos de pensamiento como volver sobre las cosas, preguntarse el porqué de ellas, planear y revisar.

Cuando la cultura escrita era menos común que ahora, parecía que los que sabían leer y escribir tenían acceso a los tipos de conocimiento particulares que se encontraban dentro de los libros. Todavía hoy en día con la escolaridad universal a los que leen y escriben para ganarse la vida se les reconocen talentos intelectuales.

Al pensamiento lógico se le considera poderoso y con frecuencia incontrovertible pero por muy poderoso que sea el pensamiento lógico es sólo una forma de pensamiento. Los niños empiezan a pensar tan pronto como se hacen conscientes de los demás y del mundo que los rodea y se incorporan al pensamiento incluso de aprender a hablar.

El mejor complemento que la escritura puede brindarle al pensamiento es el de hacer visible en qué forma transforma al mundo y éste transforma al pensamiento.

La relación entre lenguaje y pensamiento es un tema fascinante ya que pone de manifiesto que el lenguaje es algo que se aprende socialmente.

Finalmente leer es pensar sobre el significado, escribir es hacer visible el pensamiento como lenguaje y hacer ambas cosas es aprender a ser el narrador y el que escucha en diálogo de la imaginación.

ARANZA BERLANGA GUERRERO

SEGUNDO SEMESTRE LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PREESCOLAR

PRÁCTICAS SOCIALES DEL LENGUAJE

RESÚMEN

RÚBRICA DE EVALUACIÓN

Valoración

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Profundización del tema.

Aclaración del tema.

Alta calidad de diseño.

Elementos propios del resumen.

Presentación del resumen.