Mi etapa educativa

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Como formo parte de un grupo muy unido y alegre, porque no formar parte de una escuela unida y alegre, al final de cuentas lo dijo un maestro “La alegría y la emoción son las mejores formas de aprender” (Cervantes, Pablo. 2016) y a eso venimos, a aprender, porque somos parte de los estudiantes que en un futuro seremos maestros y para eso tenemos que tener una buena actitud, conocimientos y valores, para poder llegar a ser maestros de calidad, porque el maestro Rodarte nos dijo en una clase: “Las personas de calidad, Poseen visión amplia y adelantada del futuro. Son creativos, promueven el surgimiento de grandes hombres, y de cambios históricos que impactan en la vida de los demás” (Autor desconocido, 2016)

Pero desafortunadamente no todo es felicidad, detrás de la felicidad se esconde una gran verdad. Llego un punto en el ciclo escolar donde esa primera impresión que me lleve al entrar aquí, era más clara de comprender cuando me di cuenta de alguno de los motivos del porque esas caras depresivas, quizá era por las formas de enseñanza o actitudes de algunos maestros. Lo digo así porque fue mi caso, en mi segundo semestre donde una maestra nos impartió una de las asignaturas que como grupo esperábamos con tanta felicidad, porque estaba relacionada a nuestra asignatura; sin embargo no fue así, la maestra que había sido nuestra tutora durante el primer semestre, se portaba muy apática con el grupo, pero hasta cierto punto la tolerábamos porque solo era la tutora, pero al percatarnos que sería la maestra de la asignatura tan esperada, la mayoría de los compañeros, sino es que todos, se quedaron sorprendidos porque poco a poco esta persona, comenzó a mostrarnos su apatía con más fuerza, la falta de entendimiento en sus clases, la amargura que desprendía de su ser, era trasmitida a las emociones de mis compañeros y poco a poco era más decepcionante su forma de ser y enseñar. En mi caso fue un gran tropiezo para mi etapa de desarrollo, me llegue a deprimir mucho, inclusive llegue a pensar cambiarme de escuela, claro a otra relacionada con la preparación para ser maestro, porque mi deseo seguía, pero esta maestra a pesar de ser muy indiferente conmigo, se notaba que había un gran desprecio hacia mi persona, por su forma de actuar y verme, al punto que me tuve que cambiar al final de las filas porque no quería que su mala vibra me alcanzará, fue muy difícil para mí superar este reto, este gran desprecio que sentía por la maestra, el hacerme gestos, el sentir que no era de su agrado y sobre todo, tratar de buscar la manera para hacerme sentir mal. Creo que fue uno de los retos más difíciles que tuve durante mi proceso de formación en este ciclo.

Pero esto no es todo, existieron durante mi formación otros factores que contribuyeron a hacerme dudar sobre si lo que elegía para mi futuro profesional era correcto o no. Ambos tuvieron que ver con maestros, el primero de ellos fue la forma en la que un maestro nos comentaba que ser maestro ya no era lo correcto, porque no ganarías bien, tendrías muchos problemas en fin, llego a repetirlo tanto que no solo a mi sino a varios, nos puso a pensar en si seguir o darnos de baja. El segundo factor fue cuando un maestro que le encanta la lectura y sabe mucho sobre aspectos de la diversidad, me dijo que era muy mal lo que estaba haciendo, eso de portarme mal no era bueno y me traería muchos problemas, el hecho era de que como soy homosexual todas mis acciones eran malas, y entre todo lo que me dijo, me deprimió hasta hacerme pensar que quizá debería salirme e intentar otra carrera.

Pero en fin, creo que a veces cuando uno es maestro no se da cuenta lo que las palabras o las formas de de expresarse, pueden impactar de manera negativa en los estudiantes, tal como lo fue en mi caso, sin embargo yo estoy muy bien preparado para enfrentarme a situaciones de esta índole, que aunque me llegasen a hacer sentir mal, pasan unos días y sigo con mi actitud de alegría que me distingue.

Por otro lado no solo mis contratiempos se han presentado en el aspecto académico sino también en lo económico.

Durante mi 2° semestre deje de trabajar entonces, para mí fue una noticia agradable porque así tendría más tiempo para descansar, hacer tarea, tratar de hacer mejores trabajos y mejorar mis calificaciones, que aunque no eran bajas porque tenía un promedio de 9.7, pero quería llegar al 10, quería superarlas y así fue, en la mayoría de mis asignaturas saque 10, solo un 8.2 en la asignatura de la maestra de la que hable textos atrás, que quizá ese había sido si plan darme una calificación bajísima para dejar de brillar o solo por el hecho de su desprecio hacia conmigo, pero no fue así, volví a obtener 9.7 en mi promedio. Así que mi felicidad sigue. Pero bueno volviendo al tema, creo que el ser desempleado era positivo para mi proceso educativo, sin embargo no pensé en otros factores que ocasionarían una posible problemática para mis estudios, tal es el caso de que había unos días que no tenía ni un cinco para acudir a la escuela, pero no podía faltar, porque aparte de que no me gusta, perdería clases con mis maestros, buenos o malos, se merecían que yo estuviese presente. Pues me las tenía que arreglar como pudiera para llegar a la escuela, a veces me salía de casa más temprano y pedía raid, o caminaba hasta la expo y ya en la expo podía subirme al metro porque tenía muchos boletitos de acceso al metro. Pero de que llegaba, llegaba y pues en cuestión de faltas eso fue lo que me perjudico, ya que en la mayoría de las materias, a veces no alcanzaba a llegar en las primeras horas, o llegaba después de que pasarán lista y aunque no alcance el límite de faltas, me sentí mal, porque pues si tuve entre 3 y 7 faltas en todas mis asignaturas y pues eso no fue tan agradable para mí.

A parte de eso, también en las cuestiones de impresión o sacar copias y todo lo relacionado a gastos en las actividades, me las vi muy complicado, porque lo poco o mucho que lograba conseguir de dinero tenía que ocuparlo en eso y en ocasiones, me volvía a quedar sin dinero para el transporte, no fueron muchas veces porque estoy en un grupo muy bueno, que ellos me apoyaban, prestándome para las copias, o me las traían, o inclusive una vez una compañera me regalo 100 pesos para mis transportes de la semana y eso siempre se lo voy a agradecer, anqué ya intente pagárselos, no los quiso aceptar. Pero la ayude en un proyecto final y le fue muy bien. Creo que sin duda no hubiera podido salir de este tropiezo sin el apoyo del grupo, de tal forma que es parte importante mantener una buena comunicación, confianza y unidad, para ser solidarios unos con otros, apoyarnos en las buenas y en las malas y así lograr mejores resultados tanto en lo académico