Resumen del libro "Los cínicos no sirven para este oficio"

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Explicar un continente: la historia de su desarrollo

Andrea Semplici nos lleva ahora a África, a ese escenario llamado anteriormente un hueco negro, Kapuscisnsky ve en aquellos habitantes las ansias de libertad, de independencia, una independencia que poco a poco fue dándose, pero parece no haber ocurrido nunca, porque hasta ahora su realidad los exclaviza.

La cumbre Addis Abeba fue un hecho tan importante para el África Contemporánea y Kapuscisnsky estuvo presente para apreciarlo. Recuerda como un personaje tan carismático llamado Nkrumah, hizo regresar a los asistentes a sus lugares cuando ya parecían estar cansados y retirándose hacia un bar o a hablar con los periodistas.

Sin embargo, Andrea Semplici hace ver la preferencia de Kapuscisnsky por Haile Selassie, de quien escribió un libro: El Emperador. Trata duramente al que preside el país Etíope, por su mano dura con todos, incluso recuerda sobre la matanza de 1960 a todos los rebeldes e incluso a sus más cercanos. Realiza también una valoración de otros personajes africanos que estuvieron presentes en el evento.

De pronto entre las líneas te encuentras con un África pintada tan hermosa en una hoja de papel que poco va arrugándose con el tiempo. África enfrenta una sequía, sumado a una explosión demográfica, las personas mueren de hambre porque hay muchas personas y nada para comer, la miseria se hace presente y el escenario se vuelve dramático.

El sueño de la unidad de Nkrumah desaparece por completo, pocos fueron los lugares que consiguieron salir a flote de este charco de lodo, pero la división existente es innegable para las futuras generaciones que vendrían, todo estaba pasando como una película de terror montada en los años setenta y ochenta.

La Guerra Fría trajo tanta depresión y causó muchos daños, los cuales fueron difíciles de subsanar después de concluida. África para 1989, todavía tenía importancia para las potencias, pero después de la caída del muro de Berlín es como si de pronto hubiese sido una prostituta, usada y ahora olvidada.

La salud y educación, quizá sea lo más importante para algunos, pero parece que la mayoría a olvidado que en África también hay humanos y que estos, tienen derechos como todos en el mundo. No son meros proveedores de petróleo, ¿es que acaso el ser humano se ha convertido en un monstruo sin sensibilidad hacia el dolor ajeno?

Sabe, Kapuscisnsky tuvo una tarea difícil, porque las tecnologías de su tiempo no son las de ahora, pero aun así hizo un buen trabajo, él se llama esclavo porque dice que estaba obsesionado con el trabajo que realizaba. El télex fue quizá su mejor herramienta en físico, pero todas las cualidades anteriormente descritas le fueron perfilando en su ardua tarea como periodista.

Da un paso por Argelia, un país con mucha fuerza, tuvo que luchar mucho contra el dominio francés. Para culminar esta parte del libro resalta entre todos el más esperado nombre que buscaba oír: Nelson Mandela. Y aun por el duro esfuerzo de este hombre, con el paso de los años, la criminalidad aumenta en Sudáfrica, unos viven cómodos, mientras que otros treinta tienen que acomodarse en un pequeño salón para dormir.

El relato en un diente de ajo

John Berger tiene mucha experiencia en esto y junto a Kapuscisnsky nos enseñarán enriquecedoras lecciones. Desde cómo definir un relato y diferenciarlo de una historia hasta el silencio que es una complicidad entre el escritor y el lector.

Primero empiezan con una conversación apasionante sobre lo que en realidad es el relato, es un cuerpo hablando sobre otros cuerpos que no se podría escribir si es que al menos no existe una pizca de creatividad y John lo sabe.

Para Kapuscisnsky las cosas resultan de distinta manera él vive la historia, y como más adelante María Nadotti diferencia, Kapuscisnsky es el marinero o mercader que viaja en busca de aventuras. No es mera redacción informativa, es transmitir hechos reales.

Y dando un paso por la fotografía, María arremete con sus palabras para situar a ambos escritores en la realidad. Donde los Medios de Comunicación deciden por contar la verdad o crear la verdad, más la segunda opción es la que gana muchas veces, y como consecuencia de ello llegan a destruir un futuro.

El relato de un diente de ajo, es un sueño que tuvo John, luego de su primer encuentro con Kapuscisnsky, y va más allá de un mero sueño, él le da un significado a ese sueño, donde se abre una tienda para su compañero, esa es la habitación del relato.

Hay que ser creativo para escribir como John, pero esto que no signifique distorsionar los hechos para crear una realidad que no es. Hay que estar en el lugar de los hechos como Kapuscisnsky, para saber si esto o aquello es verdad o no. Hay que verificar, hay que interpretar, pero sobre todo amar lo que hacemos, porque solo con el amor podremos ofrecer al mundo un buen oficio.