SEMESTRE: IV BARRERAS INTERPERSONALES EN LA TOMA DE DECISIONES
Enviado por Mikki • 21 de Abril de 2018 • 1.706 Palabras (7 Páginas) • 479 Visitas
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3. EL TIEMPO COMO BARRERA
La presión del tiempo en la toma de decisiones es un factor
primordial que afecta la calidad del proceso que se atraviesa para
tomarla. Los plazos perentorios para decidir, impulsa a quienes
deben participar de la decisión a priorizar los tiempos y minimizar
el proceso por el que deben transitar. Este hecho genera
principalmente, una baja confiabilidad en la decisión tomada.
Los datos e información que la sustentan también estarán afectados por la
presión del tiempo. De la misma forma en que una cadena es tan fuerte como su
eslabón más débil, una decisión es tan buena como la calidad de la información
en la que se apoya.
Por otra parte, la realidad en nuestros días cambia a velocidades vertiginosas.
Los datos que pudieron haber ofrecido un sustento sólido a una decisión en un
momento determinado, al momento de ejecutarla pueden ser insuficientes o
haber cambiado total o parcialmente.
La presión del tiempo es un factor altamente desestabilizante. Aun cuando los
plazos sean exiguos, es aconsejable analizar todo el espectro que rodea a la
decisión que se está por adoptar o ejecutar.
4. LA RESISTENCIA AL CAMBIO
Vale la pena hacer algunos comentarios sobre la más popular de todas las causas
de fracaso mencionadas en el proceso de toma de decisiones: la resistencia al
cambio. Douglas Smith, en su obra Taking Charge of Change menciona que "...la
ignorancia sobre la intima naturaleza de nuestra resistencia a cambiar es lo que
mata el cambio, y no la resistencia en sí misma...".
La resistencia al cambio es un síntoma absolutamente natural. Ahora bien,
¿cuales son los motivos que pueden ocasionarla?
En primer lugar, en la base de la pirámide, nos encontramos con que las
personas que no conocen lo suficiente, tienden a demorar el cambio, lo que es
percibido como cierta forma de resistencia. Esta ignorancia esta generalmente
ocasionada por:
La falta de comunicación sobre el proyecto de cambio. En general se resiste
cualquier tipo de cambio si no se conoce en que consiste, para que se lleve a
cabo y cual es su impacto en términos personales;
La visión demasiado parcializada del cambio. En numerosas ocasiones las
personas juzgan negativamente al cambio exclusivamente por lo que sucede en su ámbito de influencia (su grupo de trabajo, su sector, su gerencia), sin
considerar los beneficios globales que obtiene la empresa en su conjunto.
Si las personas tienen suficiente información sobre el cambio, pueden ofrecer
cierta resistencia simplemente porque perciben que no pueden cambiar. Sucede
que se sienten condicionadas por la organización, no saben como hacer lo que
deben hacer o no tienen las habilidades requeridas por la nueva situación. Esta
sensación provoca cierta inmovilidad que es percibida como resistencia a
cambiar.
Algunos factores que contribuyen a esto son:
• El tipo de cultura organizacional que castiga excesivamente el error.
• La falta de capacidad individual, que limita el accionar concreto.
• Las dificultades para el trabajo en equipo.
• La percepción de la falta de recursos, ya sea en medios económicos o humanos.
• La sensación de que el verdadero cambio no puede producirse.
Los agentes del cambio perciben que están atados de pies y manos para encarar las
iniciativas realmente necesarias.
Por último, si las personas conocen lo suficiente sobre el cambio a encarar y se
sienten capaces de realizarlo, empieza a tener mucha importancia la verdadera
voluntad de cambiar.
En algunos casos, el cambio despierta sentimientos negativos en las personas y
éstas sencillamente no quieren cambiar; ya que consideran que no les conviene o
que las obliga a moverse fuera de su zona de comodidad. Estas reacciones
pueden partir de sentimientos tales como:
El desacuerdo: Los individuos pueden estar simplemente en desacuerdo en
cuanto a las premisas o los razonamientos sobre los que se sustenta el
cambio. En algunos casos basan sus juicios en modelos mentales muy
cerrados o tienen dificultades para abandonar hábitos muy arraigados.
La incertidumbre: Los efectos del nuevo sistema no son totalmente
predecibles y esto genera temor por falta de confianza en sus resultados.
La pérdida de identidad: A veces, las personas edifican su identidad sobre lo
que hacen. En este marco de referencia, los cambios califican y ofenden.
Aparecen las actitudes defensivas.
La necesidad de trabajar más: Normalmente se percibe que deben encararse
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