Alimentacion bovina EL SABOR AMARGO Y DULCE DE LAS REGALIAS COLOMBIANAS

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- Teoría de formulación de proyectos

La teoría de formulación de proyectos, aunque no constituye una corriente teórica del pensamiento, es una herramienta fundamental de tipo conceptual que es transversal al Sistema General de Regalías. Tras la reforma que empezó a legislar a partir del 1 de enero de 2013, el Sistema General de Regalías, exigió que el 100% de los recursos que serían distribuidos en las entidades territoriales se invirtieran en proyectos de inversión pública de acuerdo con la naturaleza del fondo al que pertenecían los recursos. Los proyectos de desarrollo o compensación regional son los que dan impulso a los planes territoriales de desarrollo tales como los proyectos de impacto local o aquellos financiados a través de las asignaciones directas. Esto hizo que se diera especial preponderancia al mejoramiento de las capacidades en la formulación de proyectos de inversión, por ende, esta teoría si es la principal herramienta para el adecuado funcionamiento del SGR.

- Concepciones de responsabilidad social empresarial

La Responsabilidad Social Corporativa (RSC), también llamada Responsabilidad Social Empresarial (RSE), puede definirse como el tributo activo y voluntario de las empresas al mejoramiento social, económico y ambiental con el objetivo de mejorar su situación competitiva, valorativa y su valor añadido (Vélez Pareja, 2001). La responsabilidad social empresarial va más allá del cumplimiento de las leyes y las normas, dando por supuesto su respeto y su estricto cumplimiento. Busca la excelencia en el núcleo de la empresa, atendiendo especialmente al capital humano y sus condiciones de trabajo, así como a la calidad de sus procesos productivos y el bienestar de la comunidad que la rodea. “La responsabilidad social no se trata de producir y acumular riqueza para después repartirla, se trata de generar riqueza y, al mismo tiempo, remunerar con equidad a todos los factores o actores que intervienen en esa producción de riqueza” (Vélez Pareja, 2001, p. 22). Por consiguiente, es necesario contar tanto con el interés propio (de los accionistas) como con el de los otros interesados: trabajadores, clientes, acreedores, proveedores, incluida la sociedad en general. Ante esta situación, las organizaciones deberán tomar estas responsabilidades como vía al desarrollo y éxito empresarial, teniendo en cuenta que deberán ser estructuradas desde un “capital humano que ha evolucionado desde un concepto administrativo hasta la consideración del trabajador como un recurso estratégico de tal importancia que, sin su participación, creatividad o entusiasmo, difícilmente podrían desarrollarse las otras funciones básicas de la empresa”. (Córdoba, 2005, p. 96)