Creación valor compartido

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La búsqueda de oportunidades en la creación de valor compartido debe ser una actividad recurrente y regular en la compañía, lo cual requiere un objetivo social claro que se conozca de manera interna y externa, así mismo que se incruste en los procesos básicos tales como la planificación estratégica y el presupuesto.

Determinación de las necesidades sociales

Las empresas reconocen la importancia de tener claridad sobre la dirección a seguir, es por ello que realizan investigaciones profundas acerca de la problemática social y la mejor manera de cambiarla, esta información, es base para determinar los recursos necesarios, para desarrollar el modelo de negocio y así mismo para identificar la capacidad de ejecución de la empresa.

Para lograr lo anterior, la compañía debe dedicar el tiempo suficiente y los recursos necesarios, evitando que se busquen soluciones ineficaces antes la problemática social a abordar.

Medición del valor compartido

Las empresas que buscan ofrecer beneficios sociales y empresariales sostenibles y escalables necesitan ser capaces de supervisar su progreso. Aunque no exista un sistema que mida el valor compartido de las empresas, se pueden desarrollar un proceso que consta de tres pasos, logrado del estudio de más de una docena de grandes empresas:

Paso 1 – Estimar el valor del negocio y el valor social: Este paso consiste en como un grado de cambio en una condición social impulsará las ganancias para la compañía, ya sea a través de ventas incrementales o reducción de costos.

Paso 2 – Establecer medidas intermedias y seguir el progreso: El plan de negocios puede ser utilizado como una guía para monitorear el progreso de la iniciativa en la consecución de beneficios sociales y empresariales. Debido a que los resultados pueden tardarse, las compañías pueden establecer métodos de medición para el seguimiento de los avances intermedios.

Paso 3 – Evaluar el valor compartido producido: La medición de los beneficios sociales y del negocio al final del ejercicio, ayuda a las empresas a expandirse en nuevas áreas de mejora, lo cual justificará inversiones adicionales.

La creación de la estructura optima de innovación

La realización de iniciativas de valor compartido en las organizaciones supone un grado de riesgo, el cual debe tenerse en cuenta en el momento de fijar el presupuesto, la gestión y el alcance; es por ello que los autores proponen una estructura óptima para estas iniciativas.

Integración con el legado del negocio: se debe contar con un propósito social claro, entender las problemáticas sociales objetivas y tener las competencias necesarias para resolverlas.

Crear una unidad semiautónoma: se deben crear alianzas para cumplir requisitos financieros.

Obtener apoyo filantrópico: se permite tener apoyo filantrópico cuando una empresa tiene la oportunidad de resolver necesidades sociales, pero no tiene la claridad de lograr a su vez rentabilidad para su negocio.

Financiar empresarios externos: se permite financiar empresarios independientes para solucionar problemáticas sociales, donde se logre con ello la experiencia y el conocimiento.

Co-creación con los interesados externos: implica la identificación de todos los interesados en una problemática social y así poder diseñar e implementar soluciones para el mismo de manera conjunta.

Contar con una amplia gama de grupos de interés: crear valor compartido donde se incluyan todas las parten interesadas.

Capacidad de apalancamiento de los demás: expone la capacidad de una empresa para requerir los servicios de otra en función de lograr valor social y ganancia para el negocio, en donde se benefician todos.