Cual es la Negociacion y sus debilidades

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tipo de proyectos.” (Goleman, 1995, Inteligencia Emocional, Capitulo 2, pág. 56). Con esto puedo ratificar las consecuencias de ser impulsivo, ya que calza mucho con ciertas características de mi vida diaria, por ejemplo, el hecho de estresarme más de la cuenta por temas de la universidad. O cierto momento en el cual en el colegio discutí con un profesor, el cual termino suspendiéndome, por el hecho de no haber pensado lo que decía, este simple ejemplo demuestra las consecuencias que pueden tener nuestros actos si no se piensan antes de realizarlos. Si tan solo no hubiera discutido con el profesor y hubiera aceptado su regaño, no hubiera terminado suspendido y no hubiera recibido un castigo por parte de mis padres.

Otro caso el cual me ayudo a identificar esta falencia, fue el hecho de decidir las tareas a desarrollar para los trabajos de la Universidad, los cuales se ven influenciados por el grupo de trabajo. Para ejemplificar, cuando me toca realizar un trabajo en grupo ocurre la siguiente situación, hay un momento que se reparten las funciones del trabajo, las tareas. Es aquí cuando uno sin pensar mucho opta por una labor más fácil, claramente para hacer más rápido mi parte del trabajo y así tener más tiempo libre. Pero cuál es el problema de esto, que ya se ha repetido bastante, es que finalmente uno no comprende bien el trabajo, no sabe de qué se trata o no sabría cómo realizarlo si fuera individual. Al final cada trabajo en grupo merece ser analizado y entendido porque son herramientas que servirán a futuro. Y son justamente los impulsos los que conllevan a elegir sin pensar en el largo plazo que decisión se está tomando.

Pero la pregunta es ¿Cómo poder mitigar y controlar los impulsos?, para esto el libro de Inteligencia Emocional entrega consejos necesarios: “Hablar con uno mismo: mantener un «diálogo interno» como forma de afrontar un tema, u oponerse o reforzar la propia conducta. Saber leer e interpretar indicadores sociales: reconocer, por ejemplo, las influencias sociales sobre la conducta y verse a uno mismo bajo la perspectiva más amplia de la comunidad. Dividir en pasos el proceso de toma de decisiones y de resolución de problemas: por ejemplo, establecer objetivos, determinar acciones alternativas, anticipar consecuencias, etcétera” (Goleman, 1995, Inteligencia Emocional, Apéndice D, pág. 189). Sin duda, el primer paso es identificar el problema, si uno no tiene claridad de que debilidades posee entonces será mucho más complicado poder mejorar. En mi caso yo puedo tener muchas dificultades y debilidades, pero esta, la impulsividad, es la que más me causa problemas ya que el poseerla trae más disgustos que ninguna otra. Es por eso que tomando en cuenta lo que dice el libro, el poder hablar con uno mismo, reflexionar, comprender que es lo que quiero y que es lo que quiero a futuro, podría hacerme entender cuál es en realidad el camino más correcto a elegir. Ahora si se diseñara un proceso para mitigar los impulsos yo lo definiría asi: primero, comprender que opciones tengo para optar por una decisión, segundo, reflexionar los pros y contra de cada opción. Tercero, pensar como me veo a futuro optando por cada una de las decisiones. Cuarto, concluir cuál de ellas me entrega más satisfacción en el corto y largo plazo. Creo que es algo que nunca he realizado y que sería bueno volver rutinario, aunque tome tiempo ya que es un problema que al ser mitigado traerá multiples beneficios y finalmente, una vida