El cambio constante

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El aumento del valor añadido para los empleados, para los clientes y para la empresa es el aumento de productividad, la reducción de los errores y una rápida recuperación de la inversión.

Los cambios en la reestructuración organizativa de las empresas maximizan los beneficios globales utilizando economías de escala que aportan sinergias en el desarrollo de los productos.

Mediante la mejora de los procesos activos, sentir, pensar y actuar, aportamos a nuestros clientes una mayor confianza en nuestras habilidades y oferta de productos, donde el acceso rápido a los datos ayuda a los clientes a tomar decisiones con mayor rapidez.

Al evolucionar el entorno hay que ofrecer a nuestros empleados las oportunidades necesarias para evolucionar y mejorar.

Existen dos impulsores que mantienen a nuestros empleados motivados: el primero es ver a la empresa como logra un crecimiento rentable que va a permitir invertir en personas, fortaleciendo el capital humano. El crecimiento rentable hace que sea posible la formación y el desarrollo personal.

Ambos impulsores son fundamentales y ninguno de ellos puede existir o progresar sin el otro.

Los cambios se producen muy rápidamente haciendo necesarias habilidades externas adicionales, para así continuar añadiendo valor a los entornos sometidos a un estado de cambio continuo.

Análisis del ciclo Sentir-Pensar-Actuar:

- Conectar la mente y el cuerpo para demostrar que los patrones de comportamiento pueden ser la respuesta a los problemas.

- Los cinco sentidos, vista, oído, tacto, gusto y olfato, bien por separado o bien combinados modelan nuestra percepción del mundo.

- Pensar a lo grande, ya que el cerebro humano tiene un potencial ilimitado de imaginación y pensamiento avanzado (el cerebro pesa menos de 1,5 kg y el 73% de su peso es agua).

- Pasar a la acción, ya que actuar puede descubrir cualquier resultado conductual (movimiento corporal, estallido emocional o cambio de humor).

- Pensamiento activo: la fase de pensamiento se divide en pensamiento consciente y razonamiento, donde los reflejos más instintivos nos ayudan a reaccionar con rapidez ante situaciones, especialmente en respuesta a un peligro.

- El concepto Sentir, Pensar, Actuar, no es un paradigma robótico; los robot solo son capaces de sentir, planificar y actuar, solo si tuvieran la habilidad de pensar representaría la inteligencia artificial