“Enlodado en la corrupción: Kellogg Brown & Root en Nigeria.”

...

- ¿Kellogg debió abandonar el proyecto de GLN de Nigeria en cuanto quedó claro que para asegurar el contrato tenía que pagar sobornos?

Moralmente sí, pero considerando las dimensiones de la inversión que representó poner las plantas extractoras de GNL, desde un punto de vista empresarial no sería razonable abandonar las operaciones por razones políticas y económicas para la empresa, el problema radica en la violación de principios éticos que implicaría. Por tanto, inmediatamente Kellogg se percatara que para poder adquirir el contrato del proyecto debía realizar diversos sobornos, ante la imposibilidad de algún acuerdo más transparente y diplomático, debió abandonar sin pensarlo dos veces dicho proyecto y tomar las medidas necesarias de lugar para no dejar impune dichas actividades ilícitas, puesto que no hay cantidad de dinero alguno que justifique un acto de corrupción, ya que tarde o temprano todo sale a la luz, nunca se debe aceptar la corrupción, por atractivos que parezcan sus beneficios. Si la empresa hubiese actuado con precaución, todo este escándalo, pérdida de recursos y tiempo, se hubiesen evitado y quien sabe cual hubiese sido el futuro de la empresa si hubiese actuado correctamente como mandan los principios éticos.

- Hay pruebas de que Jack Stanley, ex director de M.W. Kellogg y KBR, recibió triangulaciones de pagos por parte de Tesler. Por lo menos otro empleado de Kellogg, Wojciech Chodan, recibió también estas comisiones. ¿Qué revela ello acerca de la posible situación ética en Kellogg y luego en KBR?

Esta misma situación nos releva que la corrupción se originó desde adentro y por altos ejecutivos de la empresa, donde vemos claramente que el código ético de la empresa, de existir, no era mas que un simple pedazo de papel, y que las acciones que llevo a cabo el aboga Tesler era apoyada discretamente por altos funcionarios de la empresa que solo veían su interés personal y por tal razón de cierta forma no debemos sorprendernos ante lo ocurrido con esta empresa, que sin dudas estaba permeada de corrupción desde adentro.

Por tanto, hay una carencia de una ética empresarial y personal de los altos ejecutivos, donde la misma cultura organizacional de la empresa presta poca o ninguna importancia a todo lo que referencia a éticas en los negocios se refiere y solo se enfoca desde el punto de vista económico lo que pueda conseguir. Al final, lo que sucedió no fue más que un reflejo de lo que era la empresa desde adentro, la cual ni siquiera tiene una estrategia ética eficiente y siquiera pone empeño en cuidar el valor de su marca a nivel internacional. Por tanto, el ambiente de la empresa no estimula la reflexión personal sobre las consecuencias éticas de las decisiones comerciales, donde la cultura organizacional de la misma resta importancia a la ética comercial y reduce todas las decisiones a lo puramente económico, en otras palabras, no hay una cultura de ética definida que se refleje en el comportamiento organizacional de los miembros de la empresa. Podríamos decir también que existe una incapacidad de incorporar los temas éticos a la toma de decisiones estratégicas y operativas de la empresa, la cual posee cultura disfuncional en todos los sentidos.

- ¿Debe llamarse a cuentas a Halliburton si se prueba que su unidad KBR entregó sobornos para conseguir negocios en Nigeria? ¿En qué medida la corporación y sus funcionarios son responsables de actividades sospechosas de inmoralidad realizadas por administradores de una subsidiaria, en particular cuando muchas de esas actividades se iniciaron antes de que Halliburton comprara la subsidiaria?

Por supuesto que sí, ya que esas actividades son ilícitas y no va acorde al código ético de una empresa, es más bien considerando como un acto de corrupción que debería ser penalizado inmediatamente, ya que al final la corrupción nos afecta de una manera u otra. Se pueda apreciar que la unidad KBR restó importancia a la ética comercial y redujo todas las decisiones a lo puramente económico.

Sin dudas, cualquier directivo de alguna empresa tiene la responsabilidad de velar porque la empresa o las unidades operarias de la empresa, en este caso KBR, realicen sus operaciones bajo el marco ético y legal que les corresponda, ya que si no fuera así cualquier empresa podría hacer todo tipo de actividades ilícitas e inmorales a través de una unidad operaria afiliada para recibir enormes beneficios hasta que se descubra el crimen y luego alegar ignorancia. Es precisamente por este tipo de escenarios que la omisión llega a ser tan deplorable como los actos inmorales. Halliburton y sus funcionarios comparten la responsabilidad, aunque tal vez no tanto como los reales perpetradores de las actividades sospechosas, porque no es verdad que hicieron la fusión de las compañías sin antes hacer una depuración de la manera en la que efectuaban sus operaciones. Sin embargo, habría que confirmar que no hubiera algún tipo de comunicación donde se evidencie si todas estas actividades fueron llevadas a cabo a escondidas o si hubo algún tipo de participación de Halliburton.

Por otro lado, la corporación y sus funcionarios son de cierta forma tan culpables como los administradores de la subsidiaria, puesto que si antes de una empresa adsorber otra, esta debe indagar profundamente sobre las actividades que se realizan dentro de esa organización que se pretende adquirir, ya que de por si, al comprarla estamos aceptando. Prácticamente, Halliburton continuo un legado de corrupción que ya existía, sin embargo esto no lo exonera de ninguna culpa ya que ni siquiera optó por detener la practica desleal que se estaba llevando a cabo, ya que al fin y al cabo era la cabeza de todas las operaciones que se llevaban acabo y prácticamente se hacia de la vista gorda. Tal y como dice un famoso dicho “Aquel que no castiga la maldad ordena que se haga”.

Mi Opinión

El caso de Kellogg Brown & Root en Nigeria es un ejemplo perfecto de la importancia que tiene la ética en los negocios, donde a pesar de que muchas empresas perciben a la ética como una obstrucción en cuanto a fuente de beneficio económico se refiere, que limita la oportunidades de la empresa en cuanto al incremento de dinero y poder, resulta ser completamente todo lo contrario. Al final, todo se descubre, si como empresa realizamos malas operaciones, violentamos los principios y normas que establece el código ético, es solo cuestión de tiempo para que tarde o temprano lo perdamos todo, y no solo el aspecto económico, sino la integridad, prestigio y reconocimiento como marca, una pérdida invaluable. Es importante destacar que, la ética no solo se va a limitar