Factores internos que afectan la inversión

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tomarse en cuenta los distintos tipos de regionalización, no solamente por actividad económica, ya que de hacerlo de esta manera, sería más estricto el análisis y desencadenaría en una mejor igualdad de oportunidades que si solo se segmenta entre zonas rurales y urbanas. Por este mismo camino, en lugar de segmentar por nivel de desarrollo de condado, se debería realizar una especie de índice donde se realice dicha segmentación por los diferentes tipos de regionalización, es decir, asignar un porcentaje de influencia a la regionalización por actividad económica a cada condado, otro porcentaje a la regionalización por localización geográfica y así subsecuentemente. Esto daría pie a un mejor enfoque de distribución de los incentivos fiscales por empleo y se cuidaría mucho el desarrollo económico de la región, no solamente su crecimiento económico dispar. El esquema recomendado actualmente por el Consejo de Desarrollo Económico podría incluso estar truncando el mismo desarrollo económico de los condados, motivando solamente el crecimiento de la economía del estado de Carolina del Norte y motivando así la dispersión entre los distintos estratos socioeconómicos. Por lo anterior, se recomienda realizar el esquema recomendado en un inicio por el Consejo de Desarrollo Económico, tomando en consideración el ajuste por el índice de distintos tipos de regionalización.

3. Expansión de créditos fiscales para entrenamiento laboral. En el periodo de 1994 a 1996, la economía de Carolina del Norte mantenía como base de la fuerza laboral a trabajadores considerados como mano de obra no calificada, es decir, de bajo costo y de bajos ingresos. Las innovaciones que venían cambiando el rumbo de la economía del país estaban por entrar a Carolina del Norte y una transición de la base de la fuerza laboral de mano de obra no calificada a mano de obra calificada ya no solamente se tornaba conveniente, sino necesaria para no ser víctima del riesgo de rezago en el que se podía incurrir de no tomar lugar dicha transición. Asimismo, una transición a tiempo, como consecuencia del acaparamiento que la tecnología estaba tomando, podía desembocar en una importante ventaja comparativa para el estado cuyo nombre se identifica por Carolina del Norte. En este contexto, el gobierno del estado tiene que tomar cartas en el asunto tan pronto como sea posible, por lo que la recomendación es expandir los créditos fiscales para que los empleados de tiempo completos y considerados permanentes sean entrenados para que participen en la transición a mano de obra calificada, lo que a su vez implica la inversión en equipo y maquinaria para ser operada por este tipo de mano de obra. De esta forma, Carolina del Norte sería partícipe de un nuevo tipo de revolución industrial, ya que la tecnología abre paso al desarrollo de nuevas técnicas de producción y automatización de procesos, que también necesita de mano de obra calificada que pueda operarla, por lo que este tipo de incentivos fiscales resulta altamente conveniente, pero sobre todo, rentable a mediano y largo plazo. Asimismo, el ‘spillover’ económico se ve presente a través de esta estrategia en materia de política fiscal, ya que las entidades correspondientes para impartir dichos cursos de aprendizaje o de entrenamiento son universidades de la comunidad local, compañías del mismo estado o proveedores locales del mismo servicio, desarrollando de esta forma gran parte de la economía de Carolina del Norte. Deben establecerse bien los lineamientos de aplicación para la licitación de este servicio de entrenamiento, ya que de realizarse bien, el impacto económico local sería mucho mayor.

4. Expansión de créditos fiscales para la inversión. Dada la transición mencionada anteriormente, es importante la inversión en equipo y maquinaria para mantenerse a la par de la transición en mano de obra. Esto requiere la implementación de nueva tecnología y nuevos procesos de automatización a la par de mano de obra calificada que pueda operarla. Es importante tomar en cuenta la regionalización en las distintas ramificaciones, como regionalización por actividad económica, regionalización por tipo de mano de obra, calificada o no calificada, regionalización por localización geográfica, entre otros tipo de similar relevancia. Si bien la tasa de retorno por inversión sería mucho mayor en las zonas urbanas con alto grado de desarrollo, resulta importante no descuidar a las zonas rurales, que típicamente cuentan con un desarrollo económico muy bajo, lo que también motivaría una creciente desigualdad que terminaría por potencializarse en el mediano y largo plazo, presentando finalmente una distinción significativa entre zonas. Si logra establecerse bien un esquema adecuado de incentivos fiscales para la inversión por regionalización correspondiente a los distintos tipos de industria, se lograría un crecimiento económico importante acompañado por un desarrollo económico del estado de Carolina del Norte. Lo anterior debido a que en estos años, las industrias se podían definir muy bien tipo de regionalización geográfica. La industria de la agricultura y la ganadería estaba concentrada en las zonas rurales, así como muchas fábricas de manufactura, mientras que otra parte importante de esta última industria y del sector de servicios estaba focalizado en las zonas urbanas con alto grado de desarrollo. Por ello esta última recomendación, de incentivar la expansión de créditos fiscales para inversión a las compañías, siempre y cuando cumplan con los lineamientos primeramente definidos, que estarían otorgados dependiendo de la tasa de retorno por inversión en equipo y maquinaria dependiendo, a su vez, de la regionalización por tipo de industria, lo que además de generar un crecimiento económico realmente significativo, motivaría también un cierre de la brecha de desigualdad económica entre condados que desembocaría en un impacto para el desarrollo económico igualmente de gran significancia.