Instituciones educativas, cara y ceca.

...

Los contratos entre el sistema educativo y la sociedad sean el encuadre y el marco del contrato pedagógico-didáctico que en cada aula, re-significa entre cada docente y cada grupo de alumnos el sentido del parco fundacional.

Pareciera que los acuerdos entre escuela y la sociedad han perdido vigencia ya que ninguna de las partes puede dar satisfacción a los compromisos asumidos. Cuando se habla de divorcio entre escuela y sociedad o de crisis en la educación, se está haciendo alusión a esta ruptura contractual.

La escuela rompe el contrato si no transmite los saberes que el desarrollo científico y tecnológico indican como adecuados, para que los jóvenes puedan entender e intervenir el en mundo actual.

El estado tiene inconvenientes para cumplir el contrato ya que ha dejado de cumplir muchas de sus obligaciones como la desatención económica a las instituciones y a los docentes.

Pero también existe faltas graves como la indefinición respecto a los saberes que debe ser transmitidos y las relaciones concretas que deben existir entre lo que se enseña y el mundo del trabajo, etc. Nos encontramos ante una situación de mutuo incumplimiento del contrato fundacional.

Para para reestructurar las relaciones entre sociedad y escuela y recrear las clausulas contracturales que las comprometen mediante la prescripción de deberes y obligaciones, es una tarea de construcción social que no puede ser abordado unilateralmente.

Las instituciones escolares y los agentes no podrán sostener un proceso de recomposición de las articulaciones, entonces no diluye la responsabilidad que les cabe en la recuperación de funciones relevantes para las escuelas.

Ante la crisis económica que sufren los países y el desplazamiento del estado ante las prestaciones sociales, coloca a las instituciones escolares ante la necesidad de responder múltiples demandas.

Para la recuperación para la escuela de las prácticas de enseñanza y aprendizaje, y la reformulación de los contratos internos para posibilitar que todos los actores confluyan al objetivo. Por lo que para analizar se debería redefinir: roles y tareas, derechos, obligaciones, el estilo de gestión pedagógica, y atender algunas demandas y desoír otras.

Entre las demandas, la democratización es un tema recurrente. Pero para algunos, esa democratización es como entender la cobertura de la matrícula, es decir asegurar el ingreso de los chicos a la escuela. Además de esto, los niños debían permanecer en la escuela, es decir intentar disminuir el fracaso escolar bajo la forma de desgranamiento.

También la escuela debe cumplir con su función social y distribuir saberes socialmente significativos. Además debe facilitar que todos los alumnos obtengan igual capital cultural a igual inversión temporal.

Si falta alguno de ellos (cobertura, retención, aprendizaje y compensación) no podemos hablar de escuela democrática. Y es responsabilidad de las políticas públicas de cada escuela y de cada educador de que la escuela sea democrática.

Por lo tanto, la escuela debería redefinir su contrato contemplando:

- La lógica cívica: que requiere la construcción de un orden democrático.

- La lógica domestica: que demanda equidad para que el destino biográficas antipáticas.

- La lógica económica: son que esta aliene a las otras

- La lógica de la construcción: de nuevos conocimientos que reclama la distribución del saber ya acumulado.