Recursos Humanos.

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La realidad es que la demografía les ayuda: todos los estudios de población mundial reflejan una carencia de profesionales cualificados en todos los países desarrollados. Solo India y China se salvan y por los pelos. La desaparición de los Baby boomers del mercado laboral dejará un vacío que no va a llenarse completamente, ya que hay menos trabajadores cualificados disponibles ( 13 % menos de trabajadores cualificados, 15 % menos de trabajadores de cualificación media). En las dos próxima décadas habrá un déficit importante de profesionales de alta cualificación ( titulados superiores y masters) y de titulados medios ( profesionales técnicos, con estudios de enseñanza secundaria finalizados). Es decir, el millennial que desee moverse y cambiar regularmente de trabajo va a poder hacerlo.

Estos cambios implican un gran reto en la gestión de profesionales de la generación Y. Las empresas van a tener dificultades para atraer y retener el talento, por lo que va a ser imprescindible ofrecer entornos de trabajo flexibles que favorezcan el equilibrio trabajo-vida personal, permitan y alienten el uso de tecnologías en el puesto de trabajo, y un liderazgo muy diferente basado en el respeto, la confianza y el apoyo al crecimiento del empleado (mentoring y coaching son palabras recurrentes en los entornos que cuidan a la generación Y).

Los millennials buscan jefes respetuosos que faciliten su conciliación y les ayuden a crecer y desarrollarse a través de un feedback muy frecuente y sistemático. Al ser fanáticos de todas las tecnologías, no conciben un trabajo en el que no puedan usar libremente sus dispositivos móviles e internet.

Son muchos los expertos que opinan que estas tendencias se suavizarán conforme la generación Y madure y tenga que asumir mayores responsabilidades y cargas familiares, pero también son muchos los que opinan que la cultura millennial no va a cambiar sustancialmente. Los valores de la generación Y no van a modificarse sustancialmente con el paso de los años.

Es decir, mejor vamos olvidándonos de ese jefe de otras épocas que regaña a los colaboradores y exige que los móviles y tablets se desconecten antes de comenzar cada reunión. Si se mantiene en sus trece corre el riesgo de quedarse solo en la reunión. ¿ Van a poder las empresas continuar gestionando personas de la misma manera? Rotundamente no.