Ensayo líder 360 grados

Lider de 360° John C. Maxwell

En el tema del liderazgo, una verdad fundamental se destaca con claridad: la influencia no está reservada exclusivamente para aquellos en la cúspide jerárquica, cualquier individuo puede aprender a cultivar y expandir su influencia en cualquier rincón de una organización. Convertirse en un líder de 360 grados implica comprender y dominar el arte de influir no solo sobre aquellos a quienes reportamos, sino también sobre nuestros pares y quienes están bajo nuestra supervisión A través de este ensayo, se abordarán tres preguntas cruciales: ¿Cuáles son los mitos arraigados en torno a dirigir desde la zona intermedia de una organización?, ¿Cuáles son los desafíos que enfrentan los líderes de 360 grados? y ¿Cuáles son los principios que estos líderes aplican para dirigir de manera efectiva a los lideres que los supervisan?  Estas interrogantes servirán como brújula para comprender el potencial y la aplicación del liderazgo en todos los niveles de una organización.

John C. Maxwell en su obra transmite una perspicaz visión del liderazgo que trasciende las barreras jerárquicas tradicionales y desafía algunos mitos comunes arraigados en la mente de quienes lideran los mandos intermedios de una organización. Estos mitos a menudo actúan como obstáculos para el desarrollo de líderes efectivos en todos los niveles de una empresa. El primero de ellos es la posición, el cual sugiere erróneamente que solo aquellos en los niveles más altos de la jerarquía organizacional tienen la capacidad de ejercer un liderazgo efectivo, no obstante, la influencia no está intrínsecamente vinculada a una posición en la cima, sino a la habilidad de inspirar y motivar a otros independientemente de su ubicación en el organigrama. El destino, se basa en que el liderazgo es una habilidad que solo se adquiere una vez que se alcanza una posición de alto rango. Sin embargo, la realidad es que el liderazgo es una destreza que se cultiva con el tiempo y la práctica, independientemente de la posición actual, es decir el aprendizaje y el crecimiento en el liderazgo son un viaje continuo.

La influencia es una creencia arraigada que sugiere que una posición jerárquica otorga automáticamente influencia sobre los demás. La capacidad para influir en los demás no es un regalo inherente a la posición; esta debe ser ganada con el tiempo a través de acciones y demostraciones constantes de liderazgo efectivo. La inexperiencia supone que alcanzar una posición de liderazgo en la cima implica automáticamente tener el control total de la situación, pero el control es una ilusión, ya que todas las organizaciones están sujetas a una variedad de factores internos y externos, para abordar este mito es necesario reconocer que, incluso en la cima, un líder debe adaptarse, colaborar e influir en otros para lograr resultados efectivos.

La libertad plantea que en el momento en que se alcanza una posición alta de liderazgo en una organización elimina todos los límites y permite un ejercicio de liderazgo sin restricciones. No obstante, el liderazgo efectivo implica operar de manera estratégica y creativa dentro de estos límites, reconociendo que la verdadera libertad se encuentra en la habilidad para liderar con éxito a través de las responsabilidades y desafíos inherentes al liderazgo de alto nivel. Las limitaciones en la percepción del potencial personal pueden variar según el nivel jerárquico alcanzado; sin embargo, es esencial comprender que el liderazgo va más allá de una posición en la escala organizativa. Como se ha destacado previamente, implica la habilidad de influir y respaldar el crecimiento de otros. La esencia del liderazgo radica en la búsqueda constante de desplegar el potencial máximo de cada individuo, sin importar dónde se encuentren en la estructura organizacional.

Se debe desmitificar la convicción de que el liderazgo es una propuesta de "todo o nada", pues sugiere que, si no se puede alcanzar la posición más alta en una organización, no vale la pena esforzarse por liderar, por lo que para convertirse en un en líder de 360 grados implica adquirir principios y habilidades para liderar a aquellos que están por encima, a la par y por debajo de nosotros. Una vez que se superen estos mitos, existen una serie de desafíos que pueden ser particularmente pronunciados para los líderes de nivel medio como ser la tensión, este desafío emerge por la falta de control total sobre recursos y decisiones, generando impotencia, además se debe tomar la iniciativa, seguir directrices superiores, trabajar en dinámicas de equipo complejas y cumplir con expectativas laborales ambiguas. Para superarlo es necesario sentirse cómodo con la posición en que se encuentra, discernir la influencia que ejerce y establecer sistemas para obtener información de manera efectiva, manteniendo la integridad y ética.

De igual forma trabajar con un líder ineficiente puede resultar en una experiencia altamente frustrante en cualquier ambiente laboral, al no estar a la altura de las expectativas ya sea por inseguridad, falta de visión, incompetencia, egoísmo, falta de autenticidad, un control excesivo, o una combinación de estas características. Para abordar este desafío implica iniciar por establecer una relación solida con el líder donde se reconozcan las fortalezas y debilidades lo que beneficia a toda la organización al contribuir al crecimiento del líder.

Enfrentar el desafío de liderar en múltiples direcciones dentro de una organización es como dirigir una compleja orquesta, donde cada miembro es un instrumento diferente y debe tocar en armonía para lograr un rendimiento excepcional, la clave para manejarlo con éxito radica en desarrollar habilidades excepcionales de comunicación y coordinación, un líder debe aprender a escuchar y comprender las necesidades de cada miembro del equipo, al tiempo que mantiene una visión global de los objetivos organizacionales. El ego se manifiesta en la necesidad de reconocimiento y en el deseo de destacar individualmente dentro de la jerarquía de la organización, sin embargo, superar este obstáculo requiere un enfoque en el bienestar colectivo sobre la validación personal y esto puede ayudar a mantener una perspectiva equilibrada.