Escases de oportunidades de jóvenes profesionistas

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Escasez de oportunidades laborales para los jóvenes profesionistas.

José Ángel Gutiérrez Pérez * Ricardo Antonio Morales

                                                          Universidad Autónoma de Guerrero. IIEPA IMA

RESUMEN

Tener una Carrera Profesional no siempre asegura que tendrás una oportunidad laboral, poco a poco esto se refleja en una desmotivación de las personas que termina en un abandono de la búsqueda de trabajo, optando por empleos informales que muchas veces no tienen que ver con su perfil profesional pero que cumplen con su aspiración salarial. Esto tiene como consecuencia que las personas muy calificadas son cada vez más escasas.

INTRODUCCIÓN

El objetivo de este trabajo es dar a conocer desde un marco teórico las problemáticas que hoy en día pueden ser insignificantes para algunos, pero para los que se esfuerzan en estudiar es sumamente preocupante y triste.  A lo largo de estos años México ha sido una de los países con problemas sociales adversos tal como el desempleo, el tema que se aborda en este trabajo trata de hacer conciencia (como la futura generación adulta que somos de nuestro país) para no desalentarnos al entrar en el ámbito laboral profesional y encontrarnos con estas situaciones al finalizar nuestra licenciatura y/o estudios profesionales y encontrar las soluciones que podemos tomar para enfrentar estás cuestiones. Sin duda la idea principal que debemos tener cada uno de nosotros para sobresalir puede ser la eficacia y la eficiencia en cada uno de los trabajos que desempeñemos para lograr así una gran satisfacción laboral.

MARCO TEÓRICO DEL PROBLEMA.

            En México, terminar una carrera no garantiza un trabajo. Según datos del INEGI para el primer trimestre de 2015, existen en nuestro país 884,237 personas con título de educación superior que se encuentran desempleadas y sin posibilidades inmediatas de encontrar un empleo. Ser graduado universitario, al menos para el empleo y los ingresos, no es muy importante, y uno de los desafíos que enfrentan los nuevos graduados universitarios mexicanos es encontrar un trabajo en un mercado laboral competitivo. La realidad en México es clara, los graduados universitarios tienen una tasa de desempleo más alta que los jóvenes con solo un título de secundaria. De acuerdo con el Instituto Mexicano de la Juventud, el 30.7% de los jóvenes encuentran trabajo. De este porcentaje, un tercio logra realizar actividades relacionadas con su perfil profesional. (HERNÁNDEZ, 2015)

Desafortunadamente, existe un desequilibrio entre las habilidades que pueden ofrecer los profesionales recién graduados y las necesidades de la fuerza laboral, que es lo que los empleadores dicen que los jóvenes recién egresados ​​de la universidad no están equipados para resolver problemas. Pensar y actuar críticamente. En promedio, 65 de cada 100 egresados, por desesperación y frustración de no encontrar trabajo, deciden trabajar fuera de su campo de estudio, tomando trabajos como choferes de transporte público, empleados en restaurantes mexicanos, etc. Insuficientes o comprometidos con el comercio ambulante.  Las tres principales causas por las que un recién egresado de la universidad no encuentra trabajo en México son la falta de experiencia (44.4%), la falta de vacantes en su campo de estudio (21.1%) y vacantes que ofrecen salarios bajos (15.8%), de acuerdo con la Encuesta Nacional de Egresados 2021 de la UVM. (MEXICO, 2017)

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El panorama que ofrece nuestro país a los estudiantes que se gradúan es deprimente, porque los universitarios llenos de fantasías y sueños sabrán que esto no es suficiente, y los conocimientos adquiridos no son suficientes para justificar su contratación.  Las principales razones por las que los jóvenes profesionales pierden su trabajo son la inexperiencia, la búsqueda de salarios dignos que muchos empleadores no están dispuestos a pagar, la falta de dominio de su campo o disciplina y la formación ineficiente. Un tercio de los profesionales en el mercado laboral se dedican a actividades que no están académicamente relacionadas con su formación. Quienes logran insertarse cobran menos de las expectativas personales y profesionales. La tasa de paro de los profesionales triplica a la de la población general. Ante esta situación, representantes de organismos internacionales advirtieron que esta tendencia no cambiará a menos que las instituciones de educación superior asuman una apuesta decidida por incluir al sector privado en el diseño de sus estrategias educativas.