SOBRE EL PORVENIR DE NUESTRAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS

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El problema social lo podemos ver como el resultado de como las personas no le dan importancia a lo antiguo, porque se tiende a pensar que lo perteneciente al pasado carece de validez y no es necesario tenerlo en cuenta[a].

Cuando Nietzsche utiliza el término “nuestras instituciones”, entiendo sólo las instituciones alemanas -es decir la escuela primaria, la escuela técnica, el instituto de bachillerato y la universidad alemana- con lo cual, en vez de dar lugar a comparaciones y valoraciones con otros pueblos civilizados en cuanto a la modalidad de sus reglamentos, busca centrar la atención del público en el vínculo que ellos tienen como pueblo con el legado de su pasado.

La segunda conferencia nos habla de los ejercicios educativos de los institutos de bachillerato las escuelas poseen la estructura y forma de concebir el mundo y el conocimiento de hace más de cien años.

El autor hace referencia a que las personas que se acerquen al porvenir de nuestras escuelas no encontrarán proyectos, no van a ver en él nuevos métodos y metodologías, simplemente, encontrarán la real y la triste actualidad. en la actualidad las instalaciones se encamina a la triste especialización del[b] conocimiento para la producción económica y administrativa. Sostiene, que debido a la necesidad actual de ser cada vez más productivos, las instituciones se ven sometidas a acoplarse a los requisitos que se les imponen. Como el ambiente y los enseres como el mobiliario se les da una importancia mayor que a la propia construcción de conocimiento.

Pareciese que las instituciones educativas hubieran muerto y dejado de respirar el aire del conocimiento y del saber, congeladas en el tiempo, en gran parte las instituciones de educación son una caja de cristal, donde se introduce al niño y al joven para que desarrolle sus “ dimensiones” de la forma en que el obierno lo considere pertinente. Esto, lo único que provoca es una limitación a su curiosidad por conocer el mundo y la naturaleza.

Así como existe una tendencia a huir de la inseguridad. La idea de estas instituciones, es que estas personas se sientan a gusto de estar allí, brindándoles lo que “necesitan” y protegiéndoles de los “peligros” que hay afuera, en el mundo, en la vida y en la naturaleza.

Es decir, las instituciones educativas, limitan lo posible la interacción del estudiante y el maestro con el mundo, la naturaleza. Llevándolos a un universo ideal, inalcanzable.

Las instituciones actuales nos reflejan aglomeración de estudiantes donde se imparten “dogmas y prejuicios” sin ninguna acción crítica sobre esto y así se asemeja el maestro a un “periodista amarillista”, interesado solamente en llamar la atención.

Podemos hacer un paralelismo de las instituciones en la actualidad y las instituciones que nos describe el autor, como la academia no ha renovado sus ideales en la práctica y seguimos realizando las mismás conductas de hace más de 100 años, como las nuevas generaciones no se han preocupado por cambiar el paradigma educativo sobre todo en Latinoamérica en este caso Colombia. En qué porcentaje los maestros de nueva generación cambian realmente su paradigma o a la hora de hacer su práctica pedagógica repiten conductas de la academia tradicional[c].

Estas conferencias tienen un propósito muy claro, hacer reflexionar a los que pertenecen al mundo académico respecto a los problemas de la cultura sobre todo a la comunidad universitaria esto se debe a la propia experiencia que vivió Nietzsche en la academia, ya que luego de tener un encuentro cercano con la cultura universitaria notó lo inactual que era. Esto nos hace reflexionar sobre el momento actual de la Universidad.

La pregunta que nos puede surgir al respecto para generar un debate con los compañeros.

¿Hay diferencias entre las escuelas que nos presenta Nietzsche y las nuestras? ¿Somos el porvenir de las escuelas de Nietzsche?

¿Si queremos un porvenir para las escuelas actuales cómo podemos contribuir a su constitución como nuevo paradigma educativo?