La Reforma de Josías
Enviado por Ensa05 • 26 de Septiembre de 2018 • 1.261 Palabras (6 Páginas) • 354 Visitas
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“Entonces el rey mandó reunir con él a todos los ancianos de Judá y de Jerusalén. Y subió el rey a la casa de Jehová con todos los varones de Judá, y con todos los moradores de Jerusalén, con los sacerdotes y profetas y con todo el pueblo, desde el más chico hasta el más grande; y leyó, oyéndolo ellos, todas las palabras del libro del pacto que había sido hallado en la casa de Jehová. Y poniéndose el rey en pie junto a la columna, hizo pacto delante de Jehová, de que irían en pos de Jehová, y guardarían sus mandamientos, sus testimonios y sus estatutos, con todo el corazón y con toda el alma, y que cumplirían las palabras del pacto que estaban escritas en aquel libro. Y todo el pueblo confirmó el pacto.” (2 Reyes 23:1-3 )
- Toda reforma conlleva cambios radicales:
“Un pueblo dispuesto a quitar todo lo que no agrada a Dios”
En Segunda de Reyes 24: 4 -20 se destaca la acción de quitar todo aquello que corrompía al pueblo y que impedía una sana relación con Dios. Todo utensilio pagano que se había infiltrado en el templo, todo ídolo e inclusive a los sacerdotes idólatras que eran tropiezo para el pueblo. Cuando la Palabra de Dios se hace preeminente en la vida espiritual de las iglesias e individuos inevitablemente se van a producir cambios beneficiosos y ellos incluyen en quitar y derribar todo aquello que impide u obstaculiza la relación con Dios.
Todo tipo de ídolo ya sea de tipo religioso o personal. El orgullo, la arrogancia y la altivez van a ser derribada, las huecas tradiciones religiosas serán quitadas, las viejas concepciones equivocadas acerca de Dios serán suplantadas por una majestuosa y hermosa convicción de la Soberanía de Dios y la perfecta obra de Nuestro Señor Jesucristo.
- Toda reforma conlleva también restituir la verdadera adoración a Dios:
“Un pueblo dispuesto a adorar en espíritu y en verdad”
“Entonces mandó el rey a todo el pueblo, diciendo: Haced la pascua a Jehová vuestro Dios, conforme a lo que está escrito en el libro de este pacto. No había sido hecha tal pascua desde los tiempos en que los jueces gobernaban a Israel, ni en todos los tiempos de los reyes de Israel y de los reyes de Judá.” 2 Reyes 23:21-22
Josías restituye una celebración que era central en la adoración del pueblo de Israel y que por causa de su condición espiritual había sido olvidada. Era la celebración de la libertad obtenida por la poderosa mano de Dios de su cautividad en Egipto.
Cuando la reforma es llevada a cabo hoy día se restituye, se le vuelve a dar el lugar que merece en la Iglesia a la persona y obra de Nuestro Señor Jesucristo. La adoración se dirige al único que la merece y es al Autor y Consumador de nuestra fe que es Jesucristo. No hay espacio para más nadie ya que Él lo llena todo, Él es nuestra sabiduría y estamos completos en El. Él es preeminente sobre todas las cosas. (Colosenses 1:15-23).
No puede haber una reforma espiritual donde la Palabra de Dios esté ausente, si no está la Palabra todo cambio será solo estético, emocional y temporero. Que Dios siga levantando hombres, mujeres, jóvenes, iglesias, ministerios sensibles a su Palabra y dispuestos a llevar a cabo los cambios necesarios para la gloria del Alfa y Omega de nuestra salvación Jesucristo nuestro Señor.
¡A Dios sea la gloria!
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