La simpatía como identificación para lograr justicia

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Asimismo, para poder llegar al punto recién planteado es necesario tener ciertos parámetros que nos permitan medir la relación pasión – efecto de la situación para poder simpatizar. Uno de esos parámetros es comparando dicha situación con situaciones anteriormente vividas. Esto porque somos capaces de sentir simpatía más fácilmente con otros cuando éstos pasan por circunstancias parecidas a las nuestras, pues tenemos grabado nuestra reacción, pasión y sensación frente a esa escena. Pero ante este argumento, o factor que incide para la simpatía, Hume podría criticar: ¿Qué pasaría si no se ha vivido una experiencia parecida? Para esto Smith plantea que en caso de no haber vivido una experiencia parecida, el ser humano se apoya en la imaginación para crear esta escala de relaciones. Así, el rol que juega la imaginación es fundamental porque crear en nuestra mente una situación parecida, provocando una reacción de nuestras emociones. De esta manera, se genera una identificación en nosotros respecto la situación y pasión que vive el otro. De ahí que viene la fundamentación de la simpatía: no es necesario haber tenido que vivir la situación y pasión para comprenderla, porque el principio de la simpatía es, en cierta medida, la empatía. Ella apela a la colectividad, por lo tanto el exigir que debemos pasar por una situación que nos haya generado la pasión que el otro siente en el presente para recién sentir simpatía frente al otro es individualista y egoísta. La simpatía sí debe sentirse, aunque no se haya pasado por la experiencia de vivir la pasión. La simpatía no puede fingirse, o mejor dicho, no puede fingirse el sentir una pasión para hacer creer que se siente simpatía por el otro.

Bajo este argumento, la teoría de Hume parece querer decir que la simpatía puede ser temporal o errónea porque, tomando el ejemplo anteriormente mencionado, en el caso de una persona que se encuentra llorando, según este autor esa pasión ya es motivo para sentir simpatía, pero ¿qué sucede si la persona que observa a la que llora decide ahondar más en la historia del extraño y determina que las emociones expresadas son desconsideradas o injustas? Pasaría exactamente lo que plantea Smith: el individuo que expresa la pasión no generaría en nosotros identificación alguna, por lo tanto, consideraríamos su pasión como injustificada e injusta. Ver lágrimas en el otro no basta para sentir simpatía por su pasión. Observar la circunstancia que llevó al individuo a derramar lagrimas sí.

Por todo esto es que para tener cohesión en una sociedad, y que las redes sociales puedan funcionar con fluidez, es necesario aplicar el principio de simpatía, mediante la identificación con la pasión del otro, para tener justicia. No dejándonos llevar por superficialidades, sino que por la emocionalidad con el objetivo de un bien común. La justicia es un elemento determinante para el correcto funcionamiento de una sociedad y sin ella estaríamos en una sociedad cada vez más individualista y egoísta. Debemos pensar y actuar de manera colectiva, en pro de todos los sujetos que conviven en una sociedad y con la justicia como horizonte.

BIBLIOGRAFÍA

Hume, David. Tratado de La Naturaleza Humana. Madrid: Editorial Gredos 2012.

Smith, Adam. Investigación de La Naturaleza Y Causas de La Riqueza de Las Naciones (Biblioteca de Economía ; 8-10). Barcelona: Orbis, 1983.

Smith, Adam. Teoría de Los Sentimientos Morales. México: Fondo de Cultura Económica, 2004.