Resalta las etnias en este caso el español y el indígena divididos así en personajes españoles

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De buenas a primeras Arias quiere dar a entender que Asturias en su obra, que a lo largo de la lectura logro comprender, se esmera en lucir, por decirlo de alguna manera, al indígena como lo que es, “respetando su idioma, sus creencias y resaltando como característica nata la ignorancia e inocencia” para beneficiarse de esto y sacarlos del juego dramáticamente, al final de la obra no se presentan más coros indígenas, destaca que los indígenas solo pueden ser salvados por la bondad española: los buenos actos de Las Casas que es quien pretende moderar los abusos contra los indígenas sin embargo nunca desdecir de los mismos. Se deslegitima la posibilidad de que los indígenas se rebelen contra la autoridad española (como si no tuvieran la capacidad de) y son los españoles quienes castigan al gobernador y no tanto por los abusos cometidos sino por no cumplir con el protocolo de respetar por encima de toda la voluntad del rey.

El sacar del juego dramáticamente a los indígenas indica que la base de la obra no era liberar a los indígenas, sino legitimizar a los mestizos representados por Fray Bartolomé de las casas, porque se determina a este como héroe, se puede definir como mera estrategia textual, no ganan ni los españoles ni los indígenas sino los mestizos (Fray Bartolomé de las Casas).

Al expresar “liberar a los indígenas” se quiere decir más bien “liberar a los mestizos” que por ser “hermafroditas” no tienen un lugar en el mundo, entonces, el mestizo quiere imaginarse a sí mismo como dirimido de la opresión.

Personalmente me pareció de entrada un texto incomprensible por la cual lo leí en tres ocasiones, la segunda vez seguía preguntándome por qué alguien querría escribir algo tan “abstracto”, quizás para lectores más desarrollados, pero en realidad como bien lo menciona Arias, Asturias tenía un público, momento y propósito exacto: población ladina, y esto hasta la tercera lectura lo comprendí. Asturias concibe a los mestizos signos locales de poder legítimo.

En esta obra el burlador (el gobernador) es quién sale burlado en esta obra, aunque en ella hasta el rey sale burlado, porque su supuesto representante está creando una autoridad alternativa a la suya: la autoridad del sujeto mestizo.

Este texto definitivamente está codificado en función de la lectura ladina que afecta la comprensión del mismo y el conocimiento que se imparte.