APROXIMACIÓN A UN ANÁLISIS MULTIDIMENCIONAL DE LA ALIANZA
Enviado por Eric • 30 de Noviembre de 2018 • 14.172 Palabras (57 Páginas) • 260 Visitas
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El enfoque politológico, a su vez se subdivide en dos grupos de teorías. Las teorías formales se encuentran en relación con la teoría de la coalición mínima ganadora de Riker, donde las metas se reducen a ocupar cargos. Analizan las coaliciones nacionales dejando de lado las subnacionales. Agregan otro elemento, la conexión, hay una mínima distancia ideológica entre los actores que la conforman, esta conexión ideológica le da más fortaleza a la coalición. Estas teorías son criticadas por el hecho de que las metas de una coalición van más allá que el simple hecho de ocupar cargos públicos y además porque no dan una explicación suficiente sobre la lealtad de los socios que la conforman. Por lo tanto, al igual que el enfoque societalista, no nos dan una agenda completa de cuestiones para indagar las coaliciones políticas.
Dentro del mismo enfoque se encuentran las teorías multidimensionales, estas plantean una serie de dimensiones a las que hay que prestar atención a la hora de analizar una coalición: dimensión temporal (valora la historia, la experiencia, el proceso político, la vida partidaria, lo posible y lo viable); dimensiones informales (abarcan el rol del liderazgo, los lideres negociadores, el ciclo vital de una coalición y su muerte); dimensión institucional (donde se encuentran las reglas de juego que facilitan la toma de decisiones, esta es preexistente a la coalición. Esta fija las normas para la formación de alianzas, en el caso argentino estas no son claras por lo cual hay una amplia libertad para conformar coaliciones); dimensión motivacional (donde se ponen en la balanza los beneficios y los costos que conllevarían formar cierta coalición. Según Carrol “los partidos políticos calculan los costos y beneficios de formar coaliciones de acuerdo a dos variables: la cantidad de bancas, y la posibilidad efectiva que existe para que puedan aumentarlos”); dimensión vertical-horizontal (como son los eslabonamientos entre una coalición a nivel local, una a nivel provincial y una a nivel nacional. Y el análisis de aquellas coaliciones formadas dentro de la misma arena); dimensión sociopolítica, donde se tiene en cuenta los cambios que puedan registrarse en la sociedad, los cuales generaran demandas a las que van a tener que responder); dimensión externa o ambiental (que tiene en cuenta todo aquello que la rodea y determinan el ambiente en que se desenvuelven como por ejemplo los medios de comunicación o las corporaciones)
Las teorías multidimensionales me parecen más adecuadas para hacer un análisis de coaliciones políticas de la Argentina del siglo XX, como La Alianza, al ser el nuestro un sistema político presidencial y multipartidario. Además de las cuestiones planteadas anteriormente, considero que hay que tener en cuenta otras para indagar una coalición política: las divisiones internas de los partidos las cuales pueden llevar a diferentes coaliciones, el sistema de partidos (ya que las coaliciones se dan dentro de un sistema de partidos), el momento histórico en que tiene vida la coalición. La intención de este trabajo es aproximarse a un análisis multidimensional esclarecedor, revisando el proceso, los hechos más significativos, los aspectos institucionales y legales, las influencias externas del ambiente, las motivaciones, los debates, los vínculos y las tensiones.
La Argentina del último cuarto del Siglo XX, iniciado con el gobierno de facto autodenominado Proceso de Reorganización Nacional, se caracterizó por la inequidad y la desigualdad. Los sucesivos planes económicos fueron llevando a una polarización de la sociedad entre un pequeño grupo que se enriqueció y un aumento de la población pobre. Para el conjunto de la sociedad la causa de todos los males era la inflación. En 1989 cuando Menem asume la presidencia propuso una reforma. En vistas de ésta se votaron las leyes de Reforma del Estado[1] y la de Emergencia Económica[2], las cuales permitían al Ejecutivo emitir decretos para determinar privatizaciones de las empresas del Estado y suspender derechos laborales entre otras medidas. En 1990 la CGT se dividió entre los gremios que apoyaban a Ubaldini y los gremios conducidos por líderes menemistas. Las huelgas iniciadas la década anterior continuaron pero el carácter disgregado de estas protestas las hacia infructuosas. Los gobernadores fueron seducidos por medio del Pacto Fiscal que les aseguraba mayor participación sobre la recaudación, a cambio de apoyar las reformas.
A fines de 1990 un grupo de diputados peronistas con reacciones antimenemistas (sobre todo en cuanto a los ingredientes neoliberales), conocido como “el grupo de los ocho” (Carlos “Cacho” Álvarez, Germán Abdala, Darío Alessandro, Luis Brunati, Franco Caviglia, Juan Pablo Cafiero, Moisés Fontela y José Ramos) abandonó el bloque del Partido Justicialista, pero en general los legisladores y gobernadores peronistas se alinearon al liderazgo de Menem. La UCR se fragmentaba entre quienes apoyaban las reformas y quienes las rechazaban, al punto de apoyar los reclamos de Ubaldini. En mayo de 1991 Álvarez, Cafiero y Abdala formaron el MODEJUSO (Movimiento por la Democracia y la Justicia Social), que junto a la Democracia Popular (Auyero y Fernández Meijide), sectores del Partido Intransigente, la Corriente Progresista Popular, el Partido Humanista y el Partido Comunista, formaron el FREDEJUSO.[3]
El año 1991 se inauguro con aumento de la inflación y hechos de corrupción que se hicieron públicos, generando una incertidumbre que estimuló la apuesta al dólar. Cavallo fue designado ministro de economía, quien impulsó un nuevo plan de estabilización, la convertibilidad estableció la paridad del peso con el dólar. El plan logro la caída de la inflación, esto sumado al fuerte liderazgo de Menem dentro del peronismo resultaron en el triunfo del oficialismo en las elecciones parlamentarias de ese año. La UCR quedo atrás con un 30% y el resto de la oposición como los gremialistas y el grupo liderado por Carlos Alvares obtuvieron muy bajos resultados.
Entre 1991 y 1994 el modelo logro su consolidación y era visto con buenos ojos por la opinión pública lo que llevo a que la oposición se debilitara. Obtuvo el apoyo del Ejercito, la Iglesia y del gobierno norteamericano. La estrategia de Menem para controlar la oposición fue entablar una relación de premios y castigos, premios para aquellos que participaran en la reforma y castigos para quienes trataran de frenarla. De esta forma consiguió apoyos para el proyecto de reforma de la Constitución Nacional con la que Menem buscaba su reelección.
En 1992 se conformo el Frente Sur, alianza entre el Frente Popular, el Partido Comunista y otros grupos, liderado por Pino Solanas. Para enfrentar las elecciones
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