“América Latina y la construcción del primer orden independiente. Debates y desafíos en torno a los procesos revolucionarios (1810-1860).

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El imperio de Portugal no fue privado de aquello que garantiza su unidad y legitimidad, el rey, el cual por otra parte dio su sanción al peso y a la importancia de la Colonia Brasileña. España fue opuesta, en Madrid, Napoleón encarceló al Rey Carlos IV y al hijo, hecho esto impuso en el poder su hermano José, así la figura del soberano, que había garantizado la unidad del imperio, desapareció en un instante.

En España, se organizó una resistencia contra los franceses y en el puerto de Cádiz se formó una junta que reivindicó el nombre el poder en nombre del rey prisionero.

El segundo rasgo general es que las juntas nacidas en América declararon que asumen el poder como solución transitoria, lo hacían en nombre de Fernando VII, hasta tanto reclamara el trono, pero no proclamaron la intención de separarse de la Madre Patria ni de abandonar para siempre el imperio. Los criollos tenían en claro que dicha ausencia les brindaba la oportunidad de recuperar la autonomía perdida o reducida a causa de los borbones y de reformular con ventaja el vínculo con la Corona.

Además de declararse soberanas y de ejercer los poderes del estado, dichas juntas revocaron el monopolio comercio con España y liberalizaron el comercio con los ingleses en América.

Por ese motivo la primera fase del proceso de independencia, que se prolongó hasta la restauración sobre el trono de España de Fernando VII en 1814, suele ser llamada “autonomista” dado que la autonomía y no la independencia era el horizonte de las elites criollas que asumieron el poder en primera persona en lo que se configuraba ya como una revolución política.

En España, en Cádiz el consejo de regencia llamó a la elección de las cortes, a una asamblea de representantes encargada de redactar una constitución. Votada en 1812 la constitución de Cádiz tenía la función de crear un poder legítimo en ausencia del rey. En este hecho fueron invitados a la asamblea constituyente los representantes americanos, por ello en América comenzaron los preparativos para elegir a los constituyentes que se enviarán a España.

La Independencia de la América española, se manifestó, como un nuevo modo de concebir la vida a través de los ideales de la libertad individual y la afirmación de la razón sobre el dogma religioso, por otro lado en todos los niveles de la sociedad colonial permaneció arraigada la tradicional concepción organicista del orden social, sobre la base de la cual, la sociedad era un organismo o una familia en cuya cabeza estaba el rey o quien lo reemplace., privada de esto el cuerpo social estaba predestinado a la disolución.

Derrotados los franceses y retornado Fernando VII al trono de España en los primeros meses de 1814, el monarca español hizo que muchos de quienes lo habían añorado y deseado se arrepintieron pronto. Cómplice del nuevo contexto creado en España y en Europa por la caída de Napoleón, el mismo que al año siguiente culminó en la restauración del congreso de Viena, el rey declaró nula la constitución de Cádiz y restauró el absolutismo. Con respecto América, rodeño el envío de tropas para restablecer el orden y la obediencia a la Madre patria, en especial en Venezuela donde los refuerzos de España obligaron a la fuga al ejército republicano de Simón Bolívar, el líder independentista local, también en el Río de la Plata, donde los criollos locales, artífices de la revolución de mayo de 1810 proclamaron la independencia en 1816 y quedaron fuera del alcance de los ejércitos del rey. Desde aquellos territorios se inició la guerra por la independencia americana, contra la dominación española, es decir la guerra contra un propio imperio que se había vuelto hostil a las reivindicaciones de mayor igualdad, libertad y autonomía. Un conflicto que durante años, sembró la muerte y la destrucción en América del Sur. Quienes llevaron a su término la guerra de independencia fue Simón Bolívar, quien guió la liberación de las actuales Colombia y Venezuela, antes de dirigirse a los actuales Ecuador y Perú. Santa Martín, el general argentino que partiendo del Río de la Plata, atravesó los andes y liberó Chile, para después dirigirse a Perú, donde proclamó la independencia y asestó duros golpes a los españoles pero no logró el derrumbe del poder. En 1882 los dos libertadores, se encontraron en Guayaquil y reunieron sus ejércitos. Bolívar era el animador de una confederación de repúblicas independientes y San Martín tendía a buscar una solución monarquía constitucional bajo la corona de un príncipe extranjero. Bolívar asumió la conducción de las operaciones y dirigió el último asalto contra los españoles en la sierra peruana. La Independencia para la América Ibérica, no se produjo de manera lineal, se trató de un proceso en el que tomaron parte quienes temían una restauración venida de España como aquellos a los que asustaba la constitución.

La independencia de Brasil ocurrida en 1822, ocurrió con el desdoblamiento de la corona de los Braganza. Pedro I instituyó una monarquía constitucional independiente, por este motivo el proceso de independencia nacional fue distinto del de las colonias hispánicas, se trató de un proceso pacífico, que no implicó ninguna movilización popular, mientras que del imperio hispánico nacieron numerosas repúblicas, bajo la forma monárquica Brasil conservó la unidad territorial que mantuvo hasta 1899.

La invasión napoleónica de España suscitó grandes fermentos políticos y estimuló el nacimiento de una junta local, la cual pronto fue disuelta por la autoridad real, lo que indujo a quienes la sostenían, a reunir un ejército popular formado por campesinos indígenas y mestizos y a desencadenar la guerra contra los españoles.

2- Anexado

3- El autor se propone revelar la pluralidad de proyectos en pugna, de valores y de creencias que atravesaron esta región en el extenso período que transcurre entre el primer asentamiento estable de los conquistadores españoles y la ruptura con la metrópoli. La retroversión de la soberanía es un método jurídico por la que en ausencia de una autoridad soberana es el pueblo el que reasume su soberanía y encarga el poder de gobernar a un organismo designado por el propio pueblo. Esta doctrina fue empleada por los «patriotas» para independizarse de la metrópoli española durante la Guerra de la Independencia Española. Los autores logran reflejar la densidad social de ese mundo pasado, sus tensiones y sus conflictos. Por eso los protagonistas de este relato no son ni los conquistadores y funcionarios del imperio ni los “próceres” de la patria, sino los grupos humanos que habitaban estos territorios y forjaron