Cultura tierradentro

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Este primer entierro duraba un tiempo aun no determinado, pasado el cual se sacaban los restos óseos para llevarlos a otro recinto.

Iniciando la segunda etapa, es decir el entierro secundario y colectivo, se ponían los restos dentro de una urna de cerámica sin tapa, para luego colocarlos en otra tumba mas profunda, denominada hipogeo, que presenta escaleras en el pozo y una amplia cámara lateral de planta oval y techo cóncavo. Los hipogeos mayores tienen escaleras de caracol en el pozo, cámara con nichos anexos y dos o tres columnas centrales, así como una decoración interna de pintura geométrica en rojo y negro sobre fondo blanco. La forma de la cámara del hipogeo es similar a la de las construcciones que, en la actualidad sirven como casas ceremoniales.

En el piso de la cámara del hipogeo se colocaban las urnas, cada una con los huesos de un individuo, pero también se abrían agujeros para poner allí los restos óseos de varios individuos. Se aprecia un tratamiento diferente para los muertos, que reflejan una diferenciación social entre los vivos: en las urnas guardarían los restos de los gobernantes, sacerdotes o personajes notables, y en las fosas comunes los de la gente del pueblo.

En cuanto a sus rituales funerarios lo primero que se identifica de la cultura es que usan lagartijas para representar a lo masculino y cienpies a lo femenino, fueron tumbas subterráneas en ceniza volcánica abundante en la región y se encontró abundante guadua dentro de las tumbas.

En todas estas tumbas se observa lo que para los tierradentro represento su mayor avance y fueron las manualidades que realizaban en la cerámica predominaron las vasijas de 3 patas con figuras geométricas que combinaba el barro con la ceniza

Junto con esto se observa de manera permanente en la orfebrería, estatuas y demás decoraciones lo que hemos indicado anteriormente y es la forma permanente de cienpies , serpientes y formas humanas en todas las decoraciones.

Todo este gran desarrollo que vivió esta sociedad y todos los avances se pudieron haber dado gracias al excelente lugar geográfico que ocuparon, “situada a una altura de 1800 metros, las ventajas que estas tierras ofrecen para la agricultura son múltiples, y tanto el régimen de lluvias como la ausencia de inundaciones o de problemas de erosión hacen del alto magdalena una sola muy propicia para los cultivos, esto permitió el control vertical de las laderas usando la siembra en distintos pisos térmicos, además dentro de un rango de uno o dos días de camino se encuentras ecosistemas tropicales y llanuras”*.

*Dolmatof Gerardo, Manual de historia 1, Colombia indígena.