EL SOCIALISMO UTÓPICO PRIMITIVO EN EL PENSAMIENTO DE MARX.

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Pero para Lenin, el objetivo estaba claro, y se encontraba en un análisis suficiente y permanente, de auto conocerse y conocer su entorno, a sus coterráneos, a las personas con las que podría contar para su fin con la unificación de fuerzas, ya que:

«Los que abogan por reformas y mejoras se verán siempre burlados por los defensores de lo viejo mientras no comprendan que toda institución vieja, por bárbara y podrida que parezca, se sostiene por la fuerza de determinadas clases dominantes. Y para vencer la resistencia de esas clases, sólo hay un medio: encontrar en la misma sociedad que nos rodea, las fuerzas que pueden -- y, por su situación social, deben -- constituir la fuerza capaz de barrer lo viejo y crear lo nuevo, y educar y organizar a esas fuerzas para la lucha.» (Lenin, 1913, p.p.4)

Y sobre esto se construiría el socialismo que se ha desarrollado en algunos países de la actualidad, no tan ajenos a nuestros tiempos, y que fue tan significativo en el sondeo de Marx para formar su propia utopía, donde la lucha de clases es el pilar principal para llegar a los medios necesarios, los que serán expuestos al juego y al derrocamiento y erradicación de toda clase de burguesía que intente predominar por sobre las cabezas de los obreros. “Sólo la teoría económica de Marx explicó la situación real del proletariado en el régimen general del capitalismo.” (Lenin, 1913, p.p.4) Que por así decirlo, se basaba tan sólo en ver al obrero como una herramienta de producción, un elemento del engranaje, pero que si se dañaba, nada costaba repararle, sólo se reemplazaba. Para el capitalismo la demanda y la inclinación a responder a ésta, hace de todo el proceso un mercado tan grande como no se puede imaginar, y donde no se trata de sólo mercancía y productos o de relaciones vendedor-comprados, sino que abarca desde lo más lejano, como lo es el campesino que labra la tierra; la multinacional que compra barato, para procesar y vender mucho más caro; el obrero que labora extensivas y esclavizadoras horas sin ser bien recompensadas; el mismo obrero que compra los productos manipulados industrialmente y que él produce para satisfacer a su familia; y, el profundo deseo capitalista de hacer caer la sociedad a sus pies, por sus negocios, por su poder, y ante todo las necesidades que el proletariado debe pasar para así seguir en el juego de la civilización.

En conclusión, al Marx deslumbrar la razón principal, que “[…] la base de todo desarrollo y su fuerza motriz era la lucha de clases.” (Lenin, 1913, p.p.4) Se resalta la importancia de la misma en el querer natural de libertad, el llamado a tener una estabilidad sin opresión de ningún tipo. Esa lucha de clases que se presentó en la historia humana desde los primeros saltos en la evolución, por la supremacía y por las leyes de supervivencia y el poder que se adquieren el uno del otro, ya sea la imposición u otra manera de control que nos subyugue a estar a sus pies. El perfeccionismo preciso se lo dio Marx al socialismo que estaba caminando en puntas de pie, intentando imponerse, pero sin siquiera tener las suficientes justificaciones, sin contar con los mayores aportes investigativos y la síntesis social que ésta trae en todo el sentido de la palabra, y ante todo la importancia que tendría si llegase a ocurrir.

Para culminar: “En el mundo entero, desde Norteamérica hasta el Japón y desde Suecia hasta el África del Sur, se multiplican organizaciones independientes del proletariado. Este se instruye y educa al librar su lucha de clase, se despoja de los prejuicios de la sociedad burguesa, está adquiriendo una cohesión cada vez mayor y aprendiendo a medir el alcance de sus éxitos, templa sus fuerzas y crece irresistiblemente.” (Lenin, 1913, p.p.4) Un mensaje bastante esperanzador para aquellas promesas jóvenes y revolucionarias, que buscan con ansia y precocidad el cambio del entorno en el cual habitan, y es que si se trata de sujetos que quieren cambiar la historia, girar la ruleta y el juego de cartas a favor del proletariado, no son unos pocos, son miles, a través de todo el globo terráqueo, y que gracias a los apartes del marxismo sabrán que para cambiarlo algo, hay que conocer las raíces y las fuentes que hicieron de éste la imposición con la cual se enfrentan a diario, el sistema capitalista.

Referencias Bibliográficas:

Lenin, V.I. (1913) Tres fuentes y tres partes integrantes del Marxismo. Prosveschenie núm. 3, Moscú.

Kohan, Néstor. (2007) Introducción al pensamiento Socialista: El Socialismo como ética revolucionaria y teoría de la rebelión. Ocean Sur, Latinoamérica.

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