Gerardo y el APU
Enviado por monto2435 • 29 de Noviembre de 2018 • 873 Palabras (4 Páginas) • 283 Visitas
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no lo sé –dijo Gerardo– tal vez cuando fuimos al campo.
Ve al granero y pregúntales que comieron. El se fue al granero y les preguntó ¿Qué comieron?; los animales respondieron: unas yerbas extrañas que vimos en el campo.
Gerardo volvió con el APU y le dijo que comieron unas yerbas extrañas. Entonces el APU rápidamente fue al campo y trajo tales yerbas. Y al regresar le comentó: estas son venenosas deben tener cuidado con lo que comen, que les sirva de lección esta consecuencia para el futuro.
Dicho esto, el APU le manifestó lo siguiente: Existe una planta medicinal al pie del Huascarán, ve hasta ahí y trae esa planta para poder salvar a tus animales del envenenamiento. Está bien –dijo Gerardo–por mis animales cualquier cosa haría porque los amo. Gerardo inició una larga caminata hacia el Huascarán, en su camino escuchó un ruido, era una alpaca que escapaba de un cazador. Gerardo al ver esto le dijo que se escondiera en una cueva que estaba cerca. El cazador al no encontrar a la alpaca le preguntó a Gerardo si sabía dónde estaba, pero él dijo que no sabía dónde estaba; así que el cazador se fue buscando a la alpaca. Gerardo al ver que el cazador se fue, llamó a la alpaca. Ella agradeció su ayuda, y le preguntó si podía ir con él, Gerardo accedió.
Más adelante se escuchó una voz baja que pedía ayuda. De inmediato los dos fueron a ver quién pedía auxilio. Era una familia de cabras que se encontraban atrapados en una trampa. Gerardo y la alpaca las ayudaron; las cabras le agradecieron, les preguntaron si los podían acompañar, Gerardo dijo que sí.
Llegaron al pie del Huascarán y encontraron la planta. Gerardo les dijo a la alpaca y a las cabras que lo acompañaran a su granja; ellos dijeron sí. Corrieron junto a su nuevo amo lo más rápido que pudieron, llegando al anochecer.
Gerardo fue en busca del APU y al encontrarlo le dijo: acá está la planta que me pediste. Entonces el APU le indicó que moliera la planta rápido y les diera a sus animales. Así lo hizo. Y después de media hora los animales empezaron a mostrar síntomas de mejoría y alivio. Se levantaron poco a poco y en coro le dijeron a Gerardo: gracias por salvarnos la vida; eres un buen amo. Desde ese momento nuevamente volvió la calma y la alegría en la granja de Gerardo, quien en todo momento les da mucho amor como si fuesen sus hijos. Y sobre todo viven bajo la protección del APU, quien también vela por ellos día a día.
Seudónimo: FIS
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